Olé! ¡Subidas a petición!
La colección Olé supuso la invitación a atracarse de lo lindo con nuestras historietas favoritas. Hoy significa un valiosísimo (y en muchos casos irreemplazable) compendio de la obra brugueriana. Como uno de los adictos a este blog, el apreciado amigo Gordito Relleno nos ha preguntado por el Olé que se le dedicó a él precisamente, iniciamos aquí una nueva sección en la que intentaremos atender las peticiones del internauta (en lo que a tebeos bruguera se refiere, ojo) colgando la imagen de la portada de ese ejemplar, el número 24 de la colección. Asimismo, y como quiera que en un amable correo que nos ha enviado también nos adjuntaba fotos de otros Olés de los que cuesta encontrar, colgamos uno de los dedicados a Domingón, en número 21 de la serie.
Las contraportadas de los Olés aquí reproducidos constituían unas muy atractivas galerías de personajes, siempre disfrutables. Así que, si no hay inconveniente, iremos colgando todas las que podamos. Otrotanto intentaremos hacer en lo sucesivo con las peticiones que se os ocurran, que intentaremos complaceros (tebeísticamente, al menos).
15 Comments:
¿Qué os puedo decir? Que muchísimas gracias por colgar la portada del Olé de Gordito. Llevaba lustros imaginándome como sería un chiste a tamaño portada del personaje y Peñarroya no me ha decepcionado.
Las contraportadas son auténticas obras de arte pues sintetizan, tanto en el caso de Peñarroya como de Gosset, la personalidad y características de los personajes en una sencilla ilustración (genial el troglodita pensando en sí mismo...)
Esta serie de Olés "imposibles" me resulta jugosísima
Y otro pequeño dato curioso, si os fijáis en la portada del Olé de Gordito he apreciado mayoría absoluta de público adulto en el circo. Sólo en primera fila, el quinto por la izquierda, aparece ¿¿Luisito, el sobrino de Don Pío?? acompañado de ¿¿sus padres??. Podríamos estar ante una aparición exclusiva estelar de la rama nunca vista de la familia Pío.
De nada, de nada. Aquí somos los primeros interesados en complaceros. Eso nos satisface y nos anima a continuar con esta aventura. Habrá muchas más portadas de Peñarroya y muchos más Olés y más de todo. Prometido.
Lo que comentas de Luisito es no solo sagaz, sino también desestabilizador... Si Luisito tiene padres!!! Madre mía!! Entonces ¿qué hace siempre en casa de sus tíos??? No sé si podremos digerir esta noticia...
Ay...¡Quién pillará estos Olés de personajes menos conocidos (por el gran público de hoy)!
Disculpen, Burgos:
tengo anotado en "Atlas" que el núm.21 es
1971 El capitán Serafín y el grumete Diabolín (Bruguera: Olé!, núm.21)
¿Hay un error?
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Ay! Hay un error, sí. Y como burgomaestre vuestro que soy, os debo una explicación. Y esta explicación que os debo os la voy a pagar...porque como burgomaestre vuestro que...En fin, que este Olé dedicado a Domingón es el número 20 y no el 21, que como perfectísimamente tiene usted anotado es para el capitán Serafín y su grumete. La confusión se debe, simplemente, al mal estado del volumen en cuestión (muy desgastado por los cantos)y a una impresión defectuosa que hace que el lomo se haya salido de su cauce, con lo que el cero se quedó en la mitad y parecía un uno. Así se escribe la historia, a veces.
Por otra parte, nos congratula y estimula contarle entre nuestros lectores y hasta que nos corrija, si es menester (como era el caso). Es más, le agradecemos la atención prestada y confiamos devolvérsela en buen estado.
Bueno... entonces lo dejo como está.
Aquí hace frío.
¿Y allá?
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Maestro, aquí tu luz nos reconforta.
Bueno, vale, como digan.
Cuando con ellos se topen, saluden, de la mi parte, a Blopps y a Pitts.
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¡Están de servicio buscando granujas!
Pes trabajo tienen...
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En fin. La verdad es que a los granujas, más que buscarlos hay que rehuirlos.
De repente nos hemos acordado de Pavoroso Pavor...
Ya, sí..., pero...
... mírense la quinta acepción de rehuir.
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Ok, maestro. Entre cazadores que somos.
Gracias. Las leyendas sioux hablan de estos coleccionesole pero la realidad se empeña en desmentirlo. Vuestro escaner le da la razón a las leyendas sioux.
Una vez vi coleccionesole en un Saló del Còmic. Compré alguno pero me di cuenta de que, de golpe, desaparecieron. Un tipo había arrasado con ellos. El vendedor dijo que ahora la gente los buscaba... En realidad, nunca más he vuelto a ver las joyas de la corona.
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