Ja,ja,ja,ja,ja (etc, etc...) A uno también le gustaría vestirse de crío cuando va a ver al cine películas de animación (¿Qué se le va a hacer si hay mejores gags en las películas de animación que en las comedias reales?) Hay que ver como son los señores burgos y el maestro Chespiro, se toman unas vacaciones y vuelven con una fuerza que pa qué... He entrado hoy en Lady Filstrup y me han dejado medio turulato ¡Sigan fuerte amigos! Por cierto uno aboga por la pantomima como único y verdadero arte para la comunicación... ¡A ver si tomamos todos ejemplo!
Muy bien, compañero. La altísima consideración que los maestros del humor brugueresco tenían de los dibujos animados y del niño que llevaban dentro era impúdicamente exhibida con bastante frecuencia. En estos tiempos cínicos y descreídos es un acierto destacarlo aquí, en este weblog (o lo que sea). "¡Muy bien, siga así!"jajajajajajaja. Perdón, no sé qué me pasa a estas horas... Me voy a dormir.
Querido amigo Yorkshire, muchas gracias por sus generosas palabras de aliento. Usted sí que tiene un blog bien bonito y muy interesante. Hemos empezado a leerlo ya enganchados. Compañero burgomaestre ¡cómo que se va a dormir! ¡¡¡La noche es joven!!! ¡¡¡Descorche otra botella de Mirinda!!! ¡¡¡Abra otra bolsa de garrapiñadas!!! Se lo digo yo, a esto de las doce y media o así de la noche, y se lo digo con la boca llena de pan mojado en un huevo pasado pot agua, ¡para que tome ejemplo la mojigatería!
¡Qué bella "historieta" nos han puesto, señores Burgos! Significa mucho para los que nos vestimos de niños a la hora de ver cine, televisión o leer cómics. De hecho, agradezco que los actores hagan de niños para mi solaz... Algo parecido a lo que los reyes déspotas sentían ante sus bufones, aunque yo a los míos los reverencio, admiro e idolatro, aunque sean de papel o estén "animados".
Esta historieta me ha recordado a otras ocasiones en que los personajes bruguerianos se disfrazan de niños para conseguir sus fines, como la de Carpanta disfrazado de niño para poder participar en una merienda infantil de las fiestas del barrio (al final, le trincaron, claro está) Un saludo, seguid así.
7 Comments:
Ja,ja,ja,ja,ja (etc, etc...)
A uno también le gustaría vestirse de crío cuando va a ver al cine películas de animación (¿Qué se le va a hacer si hay mejores gags en las películas de animación que en las comedias reales?)
Hay que ver como son los señores burgos y el maestro Chespiro, se toman unas vacaciones y vuelven con una fuerza que pa qué... He entrado hoy en Lady Filstrup y me han dejado medio turulato ¡Sigan fuerte amigos!
Por cierto uno aboga por la pantomima como único y verdadero arte para la comunicación... ¡A ver si tomamos todos ejemplo!
Maravilloso! Sigan así, por favor.
Muy bien, compañero. La altísima consideración que los maestros del humor brugueresco tenían de los dibujos animados y del niño que llevaban dentro era impúdicamente exhibida con bastante frecuencia. En estos tiempos cínicos y descreídos es un acierto destacarlo aquí, en este weblog (o lo que sea). "¡Muy bien, siga así!"jajajajajajaja. Perdón, no sé qué me pasa a estas horas... Me voy a dormir.
Querido amigo Yorkshire, muchas gracias por sus generosas palabras de aliento. Usted sí que tiene un blog bien bonito y muy interesante. Hemos empezado a leerlo ya enganchados.
Compañero burgomaestre ¡cómo que se va a dormir! ¡¡¡La noche es joven!!! ¡¡¡Descorche otra botella de Mirinda!!! ¡¡¡Abra otra bolsa de garrapiñadas!!! Se lo digo yo, a esto de las doce y media o así de la noche, y se lo digo con la boca llena de pan mojado en un huevo pasado pot agua, ¡para que tome ejemplo la mojigatería!
¡Qué bella "historieta" nos han puesto, señores Burgos!
Significa mucho para los que nos vestimos de niños a la hora de ver cine, televisión o leer cómics.
De hecho, agradezco que los actores hagan de niños para mi solaz...
Algo parecido a lo que los reyes déspotas sentían ante sus bufones, aunque yo a los míos los reverencio, admiro e idolatro, aunque sean de papel o estén "animados".
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Esta historieta me ha recordado a otras ocasiones en que los personajes bruguerianos se disfrazan de niños para conseguir sus fines, como la de Carpanta disfrazado de niño para poder participar en una merienda infantil de las fiestas del barrio (al final, le trincaron, claro está) Un saludo, seguid así.
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