Vuelve el sello Bruguera

Como se aproxima el fallo del I Premio Editorial Bruguera, y parece ser, además, que la división de libros del Grupo Z va a relanzar este año esta editorial de legendario nombre, los burgomaestres nos ponemos a dar brincos, volteretas y zapatetas de contento, y así rescatamos del Súper Pulgarcito núm. 33 (año 1973) el notición de la visita del rumbero Peret a los estudios de la vieja Bruguera. El motivo de que tan destacada figura del espectáculo, que aquel año había representado a España en el festival de Eurovisión con la canción Canta y sé feliz, se personase en una editorial que estaba abriéndose camino a toda máquina en el sector del libro fue, precisamente, la publicación del número 250 de la colección Libro Amigo, que era la que traía en el lomo un gato negro, en alusión, claro, al nombre primigenio de la editorial. En la fotografía, Rafael González (¡recórcholis!) le muestra unos tebeos a Peret, que los contempla con española compostura, solemnidad y trascendencia, hecho todo un caballero de la mano en el pecho.
Aaah, en Libro Amigo, uno podía leerlo todo, y siempre tan barato y tan bueno, los clásicos rusos y franceses, los modernos norteamericanos, la ciencia ficción... Las alegrías que nos ha dado a tantos la colección Libro Amigo sólo son parangonables a los disgustos que con los mismos títulos la editorial Bruguera les propinaba a los autores y traductores a causa de su desentendimiento a la hora de (no) pagar ningún tipo de derechos. Esperemos que el nuevo advenimiento de la editorial mantenga aquel espíritu abierto y generoso que mostró al editar y que éste lo extienda a todas sus actividades. Aunque la verdad, uno siempre se muestra más rumboso cuando las cosas salen de balde, o casi. Y ahora todos juntos: ¡¡¡Alegríaaa, si queréis cantar...!!!