La cara en la portada
Ilusión
La portada de este formidable Almanaque de Pulgarcito para 1950 reproduce la mágica mirada ilusionada del niño para quien va destinada la revista. Es este un recurso poco habitual en la línea editorial que si bien tenía al niño presente en la cabecera de Pulgarcito, solía hacer recaer sobre sus personajes la responsabilidad de protagonizar la portada. En este caso, bastante singular, el protagonista es el niño y su ilusión. Es esta la cualidad fundamental de la infancia y la capacidad de mantenerla viva es el secreto de disfrutar una buena vida o pasar una porquería de vida. Los encargados de alimentar esta divina ilusión son los personajillos que desfilan en la parte inferior de la ilustración, una serie de modestos pero abnegados empleados de la risa que constituyen una cabalgata pobretona, casi miserable, sin más estandarte que un cartel hecho con listones de madera, iluminado por un sencillo quinqué, pero alumbrados sus semblantes con esperanzadas sonrisas que nos guían al porvenir, a ese año 1950 que no podía sino ser mejor que los anteriores, habida cuenta de la miseria de la que se procedía. La única que muestra alguna desconfianza es Doña Urraca, que no parece fiarse demasiado de las intenciones del enamoradizo Cucufato Pi.
La presencia dominante del niño sonriente focaliza la temática de esta portada de un modo que no deja de sorprender. El tema navideño está totalmente ausente. Tan sólo se hace referencia al cambio de año y aún esto parece algo improvisado, una mera excusa para exhibirse. El meollo de la cuestión, el fundamento de todos los tebeos está en la cara sonriente de un niño y los personajes que han puesto ahí esa sonrisa. Lo demás, es secundario. Esto parece decirnos esta portada, probablemente debida a Cifré (al menos, en la parte de los dibujos caricaturescos), con su desarmante sencillez, un auténtico homenaje a la sentida relación entre los niños y los personajes de los tebeos.
La página tres
Si , dada la coherencia (o la uniformidad de estilo) existente en estos años en Bruguera, impuesta por Rafael González, cabe alguna incertidumbre ante la autoría de la portada (lógicamente, sin firma visible), la ilustración de la página tres, en cambio, no ofrece dudas pues viene firmada por Peñarroya. Se trata de una vertebración del año a través de las tradiciones de los distintos meses, por medio de los personajes de Pulgarcito. La plancha es una delicia, naturalmente y en ella se puede comprobar el absoluto mimetismo de los distintos estilos logrado por Peñarroya en consonancia con las directrices antes comentadas. Claro que Vázquez sí dibujó sus personajes (sería interesante saber si lo hizo por prurito personal o a petición de Peñarroya). El caso es que el efecto es de gran unidad de estilo. Así, por ejemplo, en la mesa donde celebran un banquete navideño Isabelita, Don Furcio, Carpanta y Leovigildo Viruta, cada personaje da la sensación de haber sido dibujado por su creador y, al mismo tiempo, se ven perfectamente integrados.
El año visto por Peñarroya arranca con la festividad de los Reyes Magos, de los que nos ofrece una visión tan simpática como desprovista de altiva majestad. Siguiendo el curso del calendario, aparece el loco Carioco, disfrazado para el Carnaval (aunque sin taparse totalmente el rostro para no tener problemas con la ley). Carioco, que para volver al manicomio en la historieta que protagoniza en el interior se come sus propios zapatos, entre otras barbaridades, da paso a Zipi y Zape, que celebran como es debido el Domingo de Ramos y como prueba de ello, puede observarse perfectamente el detalle de la base de sus palmones, convenientemente tronchada, como exige la tradición.
Uno de los momentos más alucinantes de la plancha lo constituye la visión de Gordito Relleno ataviado como comulgante y acompañado por unos emperifollados señores de Pío, quienes, evidentemente, le hacen de padrinos en tan magna ocasión. Gordito viste de marinerito, lleva su misal en la mano diestra y luce una banda con lazo. Desde luego, si algún personaje de tebeo conoce este burgomaestre limpio de pecado y en disposición de comulgar, ése es Gordito Relleno, sin duda.
El mes de junio es mes de bodas y a eso, a casarse, aspiran Cucufato Pi y Calixto con la hermosa joven de cintura de avispa y doble lazo que les hace brotar corazones de sus cabezas. Es interesante detenerse a considerar las diferentes maneras de afrontar el súbito enamoramiento de Cucufato y Calixto. El primero es de naturaleza lánguida y mira desmayadamente el calendario como buscando una fecha apropiada para declararse. Calixto, por su parte, mucho más entusiasta, es objeto de un impulso que lo eleva del suelo a reacción y su expresión facial es mucho más vivaz. No sé ustedes, pero yo apuesto por Calixto.
Heliodoro protagoniza la estampa de la canícula disponiéndose a zambullirse en una tina de agua en la que flota un barquito de papel. Viste un bañador antiguo y porta calabazas en la cintura para evitar hundirse en el abismo. Piensa seguir fumando aún en remojo y por eso sostiene un cigarrillo entre los dedos de los pies.
En el mes de noviembre, el día de Todos los Santos, la tradición manda que se represente el Don Juan Tenorio de Zorrilla y eso mismo hace Leovigilda en una función privada para su hermana Hermenegilda. Ésta reacciona con tímido azoramiento, tal vez tomando a su hermana por un pretendiente. Al lado de ellas, con una histórica sonrisa bondadosa en el semblante, Doña Urraca atiende su probo negocio de venta de castañas asadas. Gráficamente, la interpretación del personaje es irreprochable, pero difícilmente se entiende una Doña Urraca tan satisfecha en el desempeño de una labor provechosa. Tan sólo cabe una explicación: las castañas están envenenadas.
Por último, en el relevo que el Año Viejo da al Año Nuevo, vemos a Don Berrinche emberrinchinado en su papel, visiblemente disfrazado, conduciendo un cochecito destartalado impulsado a golpes de mal humor. Don Berrinche mira a su sucesor con expresión asesina, como si en cualquier momento fuera a volverse para incrustarle en la cabeza el clavo que sobresale de su garrote y el garrote mismo. El Año Nuevo, significativamente, se muestra como custodio de una buena pila de tebeos nuevecitos. Esos tebeos que Peñarroya y sus compañeros confiaban en poder dibujar y que, felizmente para todos nosotros, realmente dibujaron y tan bien.
Queda significativamente fuera de esta página la Familia Pepe. Precisamente reaparecía en este Almanaque y sin duda Peñarroya o lo desconocía o no había tenido tiempo de incluirla.
Próximamente
En este Almanaque hay mucho que mostrar. Está dominado por algunas constantes, la primera de ellas la tremenda conciencia de la escasez en que se vivía. Casi todas las historietas hablan de alguna manera de la necesidad de alimentos que se vivía en España. Y a pesar de todo, son historietas que persiguen la risa. Esta es quizá, la mayor grandeza de la obra de estos creadores. Ese esfuerzo de jovialidad, de vitalidad suprema, por superar con humor las dificultades, por retratar cómicamente la adversidad. Intentaré hacer justicia a la fenomenal historieta de Don Berrinche, en la que intenta el timo de vender participaciones de lotería. Les enseñaré viñetas de la historieta conjunta de Gordito Relleno y Calixto. Podrán admirar la locura desatada de Iranzo en su historieta del gallo de Navidad, de la Familia Pepe. Asistirán a los desesperados esfuerzos de Doña Urraca y Carpanta por pasar unas navidades dignas, al estropicio causado por los de Pío en la casa a la que han sido invitados. Les señalaré las referencias a los mitos populares que estaban presentes en la sociedad española de entonces (ya les aviso que el más citado es Jorge Negrete: en tres ocasiones). En fin, que es un Almanaque que no tiene desperdicio y que espero que lo disfrutemos juntos.
NOTA: Por último, reproduzco aquí el anuncio de la campaña “Ayuda a tu amiguito”. Léanlo detenidamente y no me digan que no es emocionante. Enternecedora campaña. ¿O no? ¿Qué puede ser más eficaz a la hora de provocar la solidaridad que hacer del desvalido, del menesteroso, tu amiguito? Por si esto no fuera suficiente motivación, Bruguera prima la bondad con aquello de que dispone a raudales: de un lado, ofrece el esfuerzo generoso de sus dibujantes y de otro, brinda la notoriedad pública labrada gracias a ese mismo esfuerzo.
20 Comments:
Muy bien invertida la fortuna en esta joya, señores.
Y gracias por atender a las peticiones de sus visitantes, siempre ávidos de ver a los personajes de Bruguera juntos y revueltos.
Me ha llamado la atención la imagen de Gordito Relleno llegando junto a los Pío. Tanto por su indumentaria como por su carácter(que conocemos por las historietas), ahora más que nunca parece un niño grande.
De hecho, aquí se me antoja como una especie de vástago de los Pío, de esos a los que les ponen los padres sus mejores galas cuando la ocasión lo merece.
Enhorabuena por el post.
Vaya, compañero burgomaestre, te has pillado un número magnífico y le has dedico un post no menos magnífico. Coincido con el amigo Chespiro en lo que el Gordito Relleno tiene de retoño de don Pío y doña Benita.
¿Como cuánto?
(Para comparar con el mercado de acá)
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Pues mire, Don Jesús, el mercado de acá viene a ser el de allá, porque se lo compré a un señor de Madrid. Fueron 55 euros, con regateo (pedía 60). Nada, un mes a base de pan con mortadela, y la cosa quedará "amortizada", valga la expresión.
Compañero burgo, amigo Chespiro, ya os digo que esto no queda así. Si la portada y la página 3 os han gustado, ¡esperad y veréis!
Ah! y otra cosa, yo he escrito que Gordito va vestido de Primera Comunión y que los de Pío le hacen de padrinos. Mi primera intención era poner que, obviamente, eran sus padres, pero me pareció una temeridad afirmar tal cosa. Constato que a vosotros os da la misma impresión y por tanto es posible que Peñarroya estuviera certificando el infantilismo de Gordito Relleno a su única, genial y libérrima manera.
¿Se imaginan, amigos, un librote de esos de mesa-camilla todo con reproduciones gloriosas de maravillosas portadas como esta que comparte con nosotros el burgo?
¡Ay, Ediciones B! ¡Lo que pudo ser y jamás será!
Jamás, jamás lo será.
Bueno,¿quién sabe? Quizá un día le vean la comercialidad a la cosa y hagan algo parecido. No hay que desesperar. Cosas más raras se han editado. Yo no diría todavía "jamás".
No sé si habrá dicho la palabra "jamás", o incluso "hamas", compañero burgomaestre, pero he estado viendo ahora a Ibáñez en el Canal 33 y hablando de 13 rúe ha dicho que había un personaje de la finca que estaba basado en alguien real, en un compañero dibujante que era muy moroso y que daba muchos sablazos, esto es lo que ha dicho sin pronunciar en ningún momento el nombre de "Vázquez". Me ha puesto triste. Buenas noches.
Hola a todos!
He descubierto hace poco este blog (o lo que sea) y, como éste es un post tan bueno como cualquier otro, por fin me decido a participar.
Lo primero felicitar y agradecer a los Burgomaestres y al resto de participantes, pues entre todos me habéis devuelto el interés hacia una parte de mi vida que tenía medio olvidada, la de lector de tebeos de Bruguera. Quizá por que la época que me tocó no era la mejor de Bruguera (soy de la quinta del '74), poco a poco perdí el interés en estos tebeos, en beneficio de otros (principalmente superhéroes, pero también "andergraun", francobelga, manga... por favor, no me humillen demasiado). Nunca he dejado de leer tebeos, pero como ya digo, los de bruguera los tenía olvidados hasta hace muy poco. Y ustedes me los han devuelto. Mis favoritos de entonces eran Jan, Ibañez, Vázquez, Figueras y Jorge (no necesariamente en ese orden). Y ahora le estoy cojiendo mucho cariño a Peña-Roya (cuyos tebeos antes me parecían muy tontos). Me encantan sus portadas.
Con la fiebre que hay últimamente de publicar clásicos del cómic, no creo que debamos perder la esperanza de ver publicados los clásicos de Bruguera. De hecho, la publicación del tomo de Figueras por Astiberri es un claro ejemplo de que todo es posible. Esperemos que funcione económicamente y sirva de precedente.
Saludos y perdón por el tostón! Mis próximas intervenciones serán más comedidas.
Yo también deseo darle la enhorabuena por la compra de esta joya y por el artículo, entrada, post o como se llame. Emocionante es lo mínimo que se me ocurre para calificarlo.
En cuanto a la posibilidad de reedición del maravilloso material clásico de Bruguera, me parece algo necesario y a la vez altamente improbable, al menos a medio plazo. Ha tenido que ser otra editorial, y no Ediciones B, la que recupere el material de Figueras. Y como no se venderá mucho (porque es una editorial pequeña y el tomo es caro) no creo que sirva para animar a nadie a repetir la experiencia, y menos a Ediciones B, que no se caracteriza precisamente por las apuestas arriesgadas. Me parece más probable que pueda aparecer alguna edición pirata partir de colecciones privadas, como las que se han hecho de diversas series de cuadernillos de la época.
Es posible que Astiberri insista con una antología del Tribulete de Cifré senior.
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¿La posibilidad de lo de Tribulete y Astiberri es real o una suposición?
Sería estupendo que así fuera. Y de paso, a Ediciones B se le podía caer un poquito la cara de vergüenza.
No deja de ser curiosa la recuperación en la colección Super Humor de La Familia Ulises.
La verdad, creo que cualquiera de los personajes clásicos de Bruguera(no del TEBEO) hubiera sido más comercial. O por lo menos, igual.
Ellos sabrán.
Compañero, no te pongas triste por lo del "olvido" de Ibáñez. No vale la pena. Si hablando de la Rue del Percebe no es capaz de tener un recuerdo de sincera gratitud para Vázquez, mejor que ni lo nombre.
Quiero darle la bienvenida al amigo César Capone y agradecerle la atención de visitarnos y de poner un comentario. Puede ser tan poco comedido como guste, con toda confianza. Ah, y que conste que eso de abandonar la lectura de los tebeos de la infancia para recuperarla de mayorzotes es de lo más normal y hasta lógico. No sé si lo habrá leído ya, en algún post anterior, pero el caso es que a mí me pasa lo mismo que a usted con Peñarroya.
En cuanto al futuro editorial... quizá peque de émulo de Don Óptimo, pero yo confío en ver en el futuro ediciones decentes de historietas de autores como Raf, Cifré, Peñarroya, Jorge, Vázquez...¡Al menos de estos!! Y mientras eso no pase, desde aquí haremos lo que podamos para que, como mínimo, su resplandor se vislumbre en la red virtual esa. ¡Hala!
Yo no le veo recuperación comercial posible a la cosa... No creo que valga la pena insistir por ahí: todo es lo suficientemente distinto ahora como para no pretender que los best-sellers de hace 50 años tengan una nueva oportunidad. Pero... ediciones de obra completa, de puro respeto, sin afan de lucro comercial desde la clara conciencia de que no se puede pretender ir más allá de un píblico muy muy concreto, sí. A la manera como por ejemplo, la Fundación Mapfre recupera la obra de César González Ruano. Que eso, alguien con mando o influencia, consiga arrancárselo o al Estado o a alguna fundación de la empresa privada, me parecería una excelente noticia.
Despues de todo, el precio final por tomo imagino que no andaría muy lejos de esos 55 euros, que, si bien se piensa, es el precio de una (1) zapatilla naik. Y aun pienso que con que llegase a las bibliotecas ya sería bastante.
(yo también soy quinto del 74... Quise conservar los Bruguelandia, por que las historietas antiguas que salían allí me gustaban mucho más que las modernas, pero sólo conservé dos, el resto se deshojaron por el uso de mis manazas...)
Un saludo.
Píblico... ¿acaso una contracción de bíblico público? Disculpas; por eso y por los otros errores de redacción.
Amigo Javi, lo de que Mapfre edite la obra de Ruano forma parte de un conjunto. Mapfre compró el edificio donde estaba el café Teide, que era donde Ruano había montado su "oficina". Luegoempezó a dar el premio de crónica periodística que lleva su nombre,por el rollo de justificar su fundación cultural, y luego atacó con lo de la obra completa. Si una aseguradora de Barcelona comprase el edificio de algún bareto que frecuentase Vázquez...; pero nos parece que no sería lo mismo.
¡Repámpanos! Acabo de darme cuenta de que el niño de la cubierta no es otro sino el mismísimo Pulgarcito, el niño del sweter de rayas que sale con un libro en las manos en la cabecera de las revistas.
Ja, ja; no sería lo mismo, no. Bueno, lo de Ruano era un ejemplo. Hay más casos de recuperación de escritores periodistas de la misma época por parte de entidades similares. O el Banco o Caja de la provincia de tal, que edita catálogos, hace colección, obras completas, de artistas o escritores locales... Que es por desgravar, seguro. Pero también tiene su utilidad, y quién sabe, si un día...
Un saludo.
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