Don Tary
Esta semana pasada ha cundido la preocupación entre aquellos quienes de nosotros sentimos más simpatía por cualquier animal que por la mayoría de los humanos, al enterarnos de que había aumentado tanto el número de especies amenazadas de extinción, incluyéndose en tan triste nómina a los hipopótamos y a los osos polares. Este cariño por el reino animal en nuestra generación debe venir, como tantas cosas, por vía materna (considerando a la televisión como una segunda madre), de los tiempos en los que Félix Rodríguez de la Fuente por un lado y las series protagonizadas por animales, por el otro, nos llenaban las horas de asueto.
Del amigo Félix hicimos mención a propósito del despropósito que supuso otorgarle el papel protagónico de la revista “Gran Pulgarcito” y volveremos sobre el caso algún día, abundando en el tema. Hoy por hoy, en nuestra cotidiana observación de las infuluencias que la televisión mantuvo sobre los tebeos Bruguera a partir de los años sesenta, nos hemos fijado en la serie de Pineda Bono, “Don Tary”, que se publicó en Din Dan a partir del año 1968.
Las series con bicho
Dirigidas fundamentalmente a un público infantil, las series de televisión de la década de los sesenta y primeros años setenta, sucumbían con frecuencia a la tentación de recurrir al encanto natural y fascinador de los animales para cautivar a la audiencia. Dejando de lado a los carroñeros y a las alimañas (que frecuentaban, en cambio, los Telediarios), casi todo el reino animal se pudo ver representado en la pequeña pantalla con honores de protagonista: el canguro Skippy, el delfín Flipper, el oso Ben, el pato Saturnino, el caballo (negro azabache) Furia, los tejones, zorrillos y zopilotes de los docudramas de Disneylandia o los sempiternos Rin Tin Tín y Lassie, formaban una constelación de estrellas bestiales en la que había que incluir también a los miembros del cartel de Daktari: el león Clarence y la mona Judy.
Daktari quiere decir “Doctor”
Probablemente, el formato tenga su más inmediato origen en el éxito internacional cosechado por "¡Hatari!", la producción de Howard Hawks de 1961, con John Wayne y Elsa Martinelli, pero el caso es que, tal como sucediera, algunos años más tarde, con “Nacida libre” (1966, Jack Hill), película que ilustraba un episodio aleonado en la sabana africana y que engendró asimismo una serie televisiva (sostenidas ambas por una balada evocadora de igual título e interpretada por grandes crooners: Sinatra y Matt Monroe), la serie Daktari provenía también de un largometraje para la gran pantalla, el titulado “Clarence, el león bizco” (1965, Andrew Marton), si bien en este caso, el reparto de la película se mantuvo sustancialmente para la serie. Así, sus protagonistas, Marshall Thompson y Cherill Miller (Marsh Tracy y Paula Tracy, padre e hija en la ficción), dieron el paso también de la sala a las salitas para inundar de aventuras selváticas la imaginación de los pequeños televidentes del mundo, incluidos hispanos. La serie, de la productora CBS, se estrenó en los USA en 1966 y se prolongó a lo lardo de tres temporadas, en capítulos de 50 minutos. En España empezó a emitirse en 1968, los miércoles por la tarde, en el espacio que a continuación de su desaparición, ocuparía (manteniendo la atmósfera artificial que en los estudios yanquis confeccionaban para recrear la jungla africana) la versión televisiva del héroe de Edgar Rice Burroughs: Tarzán.
La lucha del veterinario (Daktari es la palabra que en swahili define al doctor) contra los cazadores furtivos y sus desvelos médicos por curar a los animales de la selva, constituían la base de los argumentos de los episodios, aderezadas estas andanzas con la educación en solitario de su hija (en edad de merecer...no diré qué) y con las “monadas” de Judy (una chimpancé heredera directa de la recientemente galardonada y homenajeada en el Festival de Cine de Peñíscola, Cheetah (o Chita)) y las desventuras y fatigas del único león bizco del mundo: Clarence, uno de los personajes más originales e inopinados del mundo animal televisivo.
Las series de televisión como esta fueron, probablemente, (y como había sucedido antes con el western) el último reducto en el que se refugió el antaño indiscutible encanto fascinador del “África misteriosa”, que había nutrido la literatura “pulp”, los seriales cinematográficos, los álbumes de cromos y tantas y tantas manifestaciones del arte del entretenimiento popular. Se trataba, eso sí, de una jungla domesticada, en la que la civilización trataba de imponer su ley sobre las indómitas raíces del planeta. Pero, de alguna manera, dentro de la vorágine de la modernidad sesentera, series como esta aún nos recordaban que existía un mundo natural que se removía bajo la apisonadora de plástico. Bueno, series como esta y los Mádelman, que lo podían todo...
La firma de Pineda Bono
Con “Ceferino el pueblerino” (el paleto con los antebrazos de Popeye, como Josechu el Vasco de Muntañola o el Pepe K.O, de Schmitdz) y con “Don Próspero” (uno de esos hombres de negocios con puro y gafas, tan habituales en Bruguera) en su haber, Pineda Bono realizó sus historietas de “Don Tary” al calor del éxito innegable que la serie estaba obteniendo. A pesar de que prolongó su publicación casi un año más allá de la finalización de la emisión de la serie en la pequeña pantalla no puede decirse que obtuviera demasiado éxito, ni que alcanzara una permanencia demasiado prolongada en la páginas del Din Dan. De forma análoga a como vimos en el caso de “Ponderoso Joe” de Cubero, la historieta en cuestión toma la referencia televisiva del nombre titular y el ambiente en el que se desarrolla, aunque ni la apariencia física, ni la galería de personajes se corresponde con los de la obra original. Estas trasnfusiones de temas televisivos a las páginas de los tebeos bruguera no ofrecieron resultados especialmente brillantes (recuerdo con especial desagrado el “Perry Tostón” de Sanchís) pero tuvieron la virtud de diversificar la oferta temática de las historietas cómicas de la editorial, muy centrada en los personajes inspirados por la vida cotidiana. En la misma medida, cabe afirmar que esta nueva fuente de inspiración favorecía la tendencia imperante a la infantilización de la línea editorial en los tebeos de humor.
“Don Tary” es un personaje de mediana edad, cuestión esta claramente definida por su honorable bigote, con responsabilidades profesionales y carente por completo de vis cómica. La diversión viene dada más bien por la siempre espectacular presencia de fieras más o menos salvajes y por las acciones más cómicas del empleado negro Manduka (en la línea del Babalí del Eustaquio Morcillón de Benejam, en TBO).
Este burgomaestre, sin más acreditación que un olfato desarrollado entre vetustas páginas y una vista entrenada, cree ver en Pineda Bono a uno de los “negros” de Ibáñez. En las viñetas que justifican esta entrada se puede apreciar claramente la conversión de Pineda Bono en un émulo del estilo de Francisco Ibáñez. Las colocadas más arriba están tomadas de los números 118 y 124 ( de mayo y junio de 1970) y las últimas, del Almanaque para 1971, de noviembre del mismo año. En esos meses, el estilo del dibujante se va robusteciendo e “ibañizando” a marchas forzadas.Las figuras van adquiriendo mayor rotundidad y la adquisición de los “tics” de Ibáñez puede apreciarse en muchos detalles. La forma, por ejemplo, en que dibuja las manos, con los nudillos claramente marcados, recuerda el estilo característico de Ibáñez. Todos los detalles de la indumentaria, las botas, los pliegues de la ropa, etc... tienen su impronta. También la expresividad de la que dota a los animales recuerda las habilidades del dibujante de Pepe Gotera. El gorila disecado parece sacado de la taxidermia del creador del botones Sacarino y el elefante dibujado en esta última historieta, presenta una trompa que Ibáñez debió registrar en su día en el “Registro de la Propiedad de Trompas”. Pineda Bono, además, diseñó a “Peladillo Sinblanca”, para Tio Vivo, un personaje que luce calva y cuello duro idénticos a los de Mortadelo. Por último (y esto es especialmente notorio en la historieta del Almanaque para 1971) la manera de construir los gags es la que rutinariamente emplea Ibáñez. Sea como fuere, lo que sí se encuentra en Pineda Bono es una eficiente construcción gráfica de sus personajes (no en exceso tópicos, además), un estilo de dibujo dúctil, basado en formas curvas y redondeadas, y una bastante correcta capacidad narrativa. Lo que no tiene, desgraciadamente, es demasiada gracia, la verdad, a pesar de que, en un detalle de buen gusto encomiable, Pineda Bono hace que en la viñeta final de la historieta del Almanaque para 1971 de Din Dan, Don Tary realice una imitación bastante acertada del mismísimo Oliver Hardy..
25 Comments:
¿El pato Saturnino? Estará de broma, ¿no? Vaya tela del telón...
Y ya en las primeras viñetas de la entrada se le ve el plumero al dibujante, sí. Por lo de la influencia de Ibáñez, digo (antes de que se mencionara el tema en el texto, de hecho, ya había yo observado ese ramalazo del tal Pineda Bono). Aunque bien es verdad, claro, que en las siguientes se acentuan todavía más las similitudes.
(Muy bien escogida, por cierto, la última viñeta, en la que se demuestra que dicha influencia, efectivamente, iba más allá del grafismo. Y es que perfectamente podría intercambiarse en la misma al bigotudo veterinario y su pequeño ayudante negro por Filemón y Mortadelo, respectivamente, y no se notaría la diferencia ¡Si hasta el segundo se dirige al primero como "jefe"!)
Un saludo.
Bueno, tal como explica el mismo Rovira en un comentario de los que nunca le agradeceremos bastante, a partir de cierto momento, en Bruguera sólo caben dos líneas, digamos, de creación. Los dibujantes que llegaban, tal como Rovira relató, o hacían historietas "a lo Ibáñez" o "a lo Escobar". Por otra parte, el esquema de historieta cómica basado en las relaciones "jefe-subalterno" es incluso anterior a Ibáñez (aunque hoy, debido a la uniformización de la historieta brugueril a la que nos hemos referido, nos pueda parecer difícil de entender hasta que hubiera viñetas anteriores a Ibáñez, pero en este weblog nos ocupamos de explicarlo, como podemos). Y perdóneme, porque debo confesarle que no comprendo el significado de la expresión "vaya tela del telón", como intuyo que pone en duda la existencia del mencionado pato, debo certificarle que sí, que el pato Saturnino existió, que yo lo vi.
Qué gran evocación del Mundo Indómito que se ha marcado, compa burgomaestre. Por cierto, si alguien se quedó sin ver al Pato Saturnino, tiene que saber que recientemente lo vi dando vueltas por el Corte Inglés, en la sección de DVDs por supuesto. Igual aún sigue por ahí. Y en cuanto a la serie Nacida Libre: ¡¡¡aggg..., qué tortura sabatina!!!
Estamos completamente de acuerdo con ud., querido amigo Rovira. En arte, lo que no es tradición es plagio; y en confección, la diferencia entre coser y remendar está en lo burdo de las costuras. Todos los grandes dibujantes, pintores, escritores, arquitectos, científicos... copian a sus maestros, y llevan sus postulados un poquito más lejos. La historieta del loro de Vázquez... vamos a buscarla... Grazie mille, maestrissimo!
La tengo, la tengo! La historieta franquiniana de Vazquez es "La conspiración blanca"!
Ah, sí! "La conspiración blanca", que salió en el Almanaque para 1970 de Din Dan y en la que envenenan a un loro informante de Anacleto con perejil. Ya vi en un foro que había una viñeta con un submarino casi idéntica a la del original belga. Debo decir que no dudé ni por un instante que la historieta de Vázquez sería infinitamente más graciosa. ¡Habrase visto! Por otra parte, corrijo la fecha de publicación de Don Tary. Tal como figura en el "Atlas" de don Jesús Cuadrado, ésta debió ser 1968 (probablemente finales). El hecho de tener pocos número regulares de Din Dan y de que no figurasen historietas de Don Tary en el Almanaque para 1970 ni en el Extra de Verano de 1969 me llevó a pensar equivocadamente que se había empezado a publicar en 1970, tontería que sólo se me podía ocurrir a mí (el burgo torpón) ya que la serie Daktri dejó de emitirse, precisamente, en enero de 1970, un momento absurdo para iniciar la publicación de una historieta alusiva, sin duda. Gracias a Jesús Cuadrado por el dato. Otra vez le consultaré al compañero burgomaestre, que sí que es un burgomaestre como es debido y SÍ tiene el "Atlas" del señor Cuadrado. Por lo demás, gracias por las visitas y los comentarios. Suscribo lo dicho por mi compañero en relación a las digamos "influencias artísticas". Toda la comprensión de este burgomaestre para quien se atreve a dibujar y utiliza los medios de que dispone para mejorar su trabajo.
No, hombre, no; jamás me atrevería a poner en duda su palabra, amigo burgomaestre. Si usted asegura que existió una serie y/o un personaje televisivos denominados "El pato Saturnino", pues yo me lo creo y punto. Sin rechistar, vamos. Más que nada porque suena tan absurdo que necesariamente ha de ser verdad.
De ahí, de lo absurdo que el concepto me parece, al menos a priori, lo de "vaya tela del telón", que viene a ser equivalente a "vaya tela marinera", o si así lo prefiere usted, a "manda castaña", o similar. Y es que no es por nada, oigan, pero si lo poco que ví en alguna reposición de Flipper o Skippy, hace ya muchos años, me pareció insulso y aburrido a más no poder, ni me quiero imaginar cómo debía ser la serie esta que usted comenta protagonizada por un pato (llamado, para más inri, Saturnino, que tiene bemoles el nombrecito, caray, con todos mis respetos para los Saturninos y Saturninas que en el mundo existieron, existen y existirán). Que lo mismo después resulta ser una obra maestra, no digo yo que no (ustedes que la vieron dirán), pero el concepto en principio, insisto, no parece prometer demasiado.
Por cierto, que ya puestos también cabría citar entre tanta fauna mediática a la célebre mula Francis, aunque sospecho que es bastante anterior a todos los mencionados.
Un saludo.
Pues yo vi el pack del tal pato Saturnino en el Corte Inglés, y aunque uno es muy lechón para acordarse de tal programa recuerdo que sólo viendo la tapa, pensé lo mismo que ha opinado el amigo alfred...
La conspiración blanca yo la tengo en el Mortadelo Extra de Navidad 39, precisamente en la portada la anuncian (También creo que salió un olé de esos modernos, con la portada en "3D", que la llevaban como historia principal, llevó mucho tiempo detrás de él, por eso lo digo)
Por cierto... ¿Vazquez imitó sólo el estilo de dibujo Franquiniano o también el argumento? Desde luego los gags son suyos... Ese Vazquez malvado con sus alijos de bicarbonato... :O)
"La conspiracíón blanca" también se reeditó en un SuperDDT.
Precisamente la releí el fin de semana pasado, ¡que casualidad! Y es absolútamente magistral.
Se me olvidaba. La semejanza que encontré entre la última viñeta escaneada de este Don Tary que ahora nos descubren ustedes aquí (a algunos de nosotros, al menos) y las clásicas viñetas finales de las historias de Mortadelo y Filemón no se limitaba a la relación "jefe-subalterno", que ya me imagino que no la inventaría Ibáñez, sino al propio carácter de este jefe y de este subalterno en concreto; más serio y malhumorado el primero, y más alegre y despreocupado el segundo. Como en Mortadelo y Filemón, vaya.
Aunque igual este contraste entre ambas figuras resulta típico del esquema cómico basado en las relaciones "jefe-subalterno" y tampoco se da únicamente, ni por primera vez, en las historietas de los agentes de la TIA. En Pepe Gotera y Otilio, del mismo autor, sin ir más lejos, también se apreciaba, creo recordar, aunque sus historias sean posteriores, tengo entendido.
También se me antoja parte de la fórmula argumental de Ibáñez que aquí parece adoptar Pineda Bono el hecho de que ambos personajes, además de reaccionar ante la situación como hemos visto, acaben su aventura exiliados en algún remoto lugar, imagino que por haberse visto envueltos en algún desaguisado, o haberlo provocado, directamente ¡Si solo les falta un periódico, en el margen izquierdo de la viñeta, con el titular de turno!
Claro que esto de que los personajes acaben sus historias exiliados o huyendo lo más lejos posible no creo que lo inventara Ibáñez, tampoco, aunque todo junto, lo comentado hasta ahora y esto, sí que constituye, a mi entender, pues eso, lo que decía antes, una fórmula argumental característica del autor.
Pero vamos, que yo no sé de la misa la mitad, así que no se extrañen demasiado si meto la pata en tres de cada dos comentarios. Espero que ustedes sepan disculparme.
Un saludo.
P.D.: Puestos a interpretar... ¿cabría ver algún tipo de paralelismo entre estos cómicos exiliados de historieta y los exiliados reales que en la misma época había?
Yo tenía por ahí una historieta de Pineda Bono y había notado el estilo "Ibáñez" de su creación. La época en la que entró en la editorial, como ya se ha comentado, implicaba imitar al autor más vendido.
En cuanto a lo de lo burdo de los plagios frente a la tradición, veo un cierto Romanticismo en las palabras de los Burgomaestres.
Pero Romanticismo en el sentido más literario del término. Antes de que los románticos decimonónicos impusieran el concepto de originalidad, el arte se basaba en la "Imitatio", que en muchos casos era una copia literal de algo ya hecho, método sin el cual no tendríamos las obras de Garcilaso, Fray Luis, Shakespeare, Moliére.
Después del Romanticismo, como el arte siempre es arte, los artistas siguieron basándose o remedando descaradamente lo ya hecho anteriormente.
Así le calló una buena a Clarín porque su "Regenta", no sólo está basada en "Madame Bovary", sino que en ella se ven párrafos "cortados y pegados" de Flaubert...En fin, los tiempos cambian, pero las constantes de la creación artística siempre seguirán ahí (aunque el temible, en tantísimos aspectos, pensamiento Romántico nos imponga sus cortapisas interpretativas).
La historieta de Vázquez del loro y el submarino (calcado del dibujante de Sammy)está curiosa, pero, como me ocurre con Ibáñez, prefiero al Vázquez más "brugueriano", libre de "francobelgueces", si se me permite el neologismo.
Ahora que lo pienso... es posible que ni siquiera lo del periódico con el titular alusivo al incidente que tocara, en el margen izquierdo de la última viñeta, fuera invención de Ibáñez.
¿Es posible que entre las páginas que se exhibieron en aquella deliciosa exposición dedicada a Vázquez que se organizó en Sevilla hace algunos meses pudiera yo ver alguna rematada por este mismo recurso?
No estoy seguro, pero ya digo, pensando en el asunto, algo de eso creo recordar. Eso sí, tampoco sabría decir, en caso de que fuera cierto, si la página de marras era anterior o posterior al momento en que Ibáñez comenzó a echar mano del citado recurso para concluir sus historietas.
A ver si ustedes, señores burgomaestres, que tanto saben sobre estos dos peculiares beatles de las viñetas, nos pueden sacar de dudas en alguna futura entrada.
Un saludo.
Ah, y un apunte más a lo comentado por Rovira, que señala con acierto que los negros de Ibáñez hubieran sido más "Ibáñez" con un "Franquin" delante.
Estoy totalmente de acuerdo. No por casualidad, el negro más afamado (a posteriori, claro) de Ibáñez, Casanyes, llegaba a calcar viñetas y argumentos de Franquin descaradamente.
La verdad, como han señalado tantos "bruguerianos", es una lástima que la política de la editorial impidiera desarrollar nuevos estilos. El de Casanyes prometía, y el Pineda me resulta agradable.
Por cierto, qué acertado el comentario del post en el que se establece la analogía entre el personaje de este último autor y el gran Oliver Hardy.
¡Qué barbaridad! ¡Cuántos comentarios! ¡Y qué interesantes todos! Lo mejor que les podemos decir es que seguiremos en la brecha, a ver si entre todos nos acabamos de hacer un lío morrocotudo o qué... Gracias por la ayuda.
PD: hombre, amigo Chespiro, lo del gesto de Oliver Hardy era fácil de acertar. Pero bueno, gracias por el comentario. Anoto, además, que no es un gesto fácil de captar, lo que dice mucho a propósito de la capacidad del bueno de Pineda Bono.
Este dibujante fijo que fué uno de los numerosos "negros" que tuvo Ibáñez. Yo he leído historietas de Mortadelo apócrifas con el estilo de dibujo de este hombre.
Saludos y el blog es magnífico.
Tienen razón en cuanto al gesto, sí. En dibujos animados lo hemos visto infinidad de veces, pero con la ventaja de la animación.
Aquí, Pineda Bono lo hace sin ese apoyo...y lo hace muy bien, como dicen.
Qué maravilla de entrada. Qué saber enciclopédico. Me postro, oigan. Qué maravilla tener dosis regulares de este calibre. Una rúa les montaba yo como la del Barcelona celebrando la liga de futbol.
"Ah, sí! "La conspiración blanca", que salió en el Almanaque para 1970 de Din Dan "
Qué decir... qué barbaridad...
Hola, hola.
Querido y sensato amigo don Raúl, ya sabe ud. bien que nosotros somos más de la Rue que de la rua, y por tanto un punto percebes. En cualquier, siempre que vea un atinado comentario recuerde que es cosa del burgomaestre sabio, y no de éste que le responde. ¡¡¡Nos vemos pronto soplando velas!!!
Hace poco más de un mes descubrí casualmente la historieta belga que utilizó Vázquez para su magistral "Conspiración blanca", y como bien señalan los Burgomaestres pueden compararse un par de viñetas de ambas historias en el foro de la TIA. Concretamente aquí:
http://www.elforo.de/latiacomforo/viewtopic.php?t=1208
Después de leer la historia original de Berck (Florencio y la máscara de jade) confirmo que la creación de Vázquez es sopotocientas veces más divertida. Ahora bien, no debemos subestimar al buen Florencio, conductor de taxi, pues antes de la etapa guionizada por Jacques Acar (a la que pertenece la aludida historieta) disfrutó de unos magníficos y despatarrantes guiones del maestro René Goscinny, desgraciadamente sumidos en el olvido, puesto que la mayoría de estos trabajos ni siquiera se han reeditado en francés. Florencio y la máscara de jade, la primera historia de Florencio con guión de Acar, está precedida en el mismo álbum por la última historia del personaje escrita por Goscinny, Rebelión en el bosque durmiente, y ésta sí que es una pequeña obra maestra.
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alguien sabe porque descontinuaron al "pato saturnino"?
I know i can use my iPhone to control my computer, but i want to do the oppisite b/c my iPhone is hooked up to my stereo system while I am doing my work so i can listen to music, but it is a pain to go to the other room if i want to chnage the song, if i can do that strait from my computer i would not have to subject my self to such things! THANX!
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