Rosanna Yanni. La química de un físico.
Autoironía
Como acertadamente destacan Carlos Aguilar y Jaume Genover en su imprescindible “Las estrellas de nuestro cine” (Alianza, 1996), el componente autoirónico con el que Rosanna Yanni adornaba sus interpretaciones (no “en contra” del guión, evidentemente, pero sí, en buena medida, añadido, como un enriquecimiento) supone una aportación decisiva para aumentar el atractivo de la actriz. A su indiscutible belleza basada en un físico rotundo y hasta exuberante, algo en la mirada, en los gestos de la Yanni la hacían merecedora del reconocimiento del espectador de estar ante algo más que un cuerpo atrayente. Por similitudes antropométricas y por ser sus reinados en las pantallas coetáneos, se podría considerar a Rosanna Yanni la Raquel Welch del cine español. Con la ventaja, para la argentina, de tener este añadido de sano distanciamiento humorístico que, sobre su apariencia contundente, sabía imponer.
No es la belleza de Rosanna Yanni, por supuesto, acomodada a los cánones más clásicos, ni a parámetros de suavidades femeninas. Algo en sus rasgos angulosos, en su complexión de anchos hombros y brazos musculados, le otorga un punto de desconcertante masculinidad, sobrepuesta a un pecho apetecible (mostrado repetidamente en generosos escotes), una silueta sinuosa y a un hermoso rostro de pómulos altos y barbilla exquisitamente partida. Esa impresión de masculinidad se pone de manifiesto en la coyuntural comedia “Las ibéricas F C”, película de la que ya hablamos en este weblog, con motivo de una historieta de la Petra de Escobar, que dirigió Pedro Masó en 1971, cuando el personaje interpretado por Rosanna Yanni manifiesta ciertas dudas sobre su feminidad, dada su afición a fumar puros o su facilidad para marcar goles. También, la confrontación con la belleza más delicada de, digamos Analía Gadé, tal como puede comprobarse en la fotografía adjunta, refuerza esa curiosa impresión. Ambas actrices comparten planos (y algo más) en un curioso “giallo” (al que este burgomaestre sólo ha accedido por referencias) del cineasta aragonés José María Forqué, “El ojo del huracán” (1971).
Unos años al lado de los monstruos
Con la nada desdeñable riqueza de su hermosura, con la inteligencia necesaria para saber seducir al espectador y con la inestimable colaboración de excelentes actrices de doblaje, Rosanna Yanni se prodigó en una intensa, aunque corta, carrera profesional, volcada en las pocas variantes que el cine comercial español del momento producía. Básicamente tres: comedias picantillas, folletines ye-yé o fanta-terror y aventuras. Todos ellos, con una influencia poderosa del tebeo y, en general, de la cultura “pop”. En todos los casos, la actriz tuvo ocasión de colaborar con auténticos monstruos de la interpretación, y hasta ser, ella misma, un monstruo.
Entre las comedias, además de rarezas como la película de la que se ha extraído la foto de ahí al lado, "Déle color al difunto" (una adaptación del director Luis María Delgado de comedia negra de Juan José Alonso Millán), en la que Rosanna Yanni aparece al lado de Fernando Delgado y de Ricardo Merino, destacan títulos como “Crimen imperfecto”(Fernando Fernán Gómez,1970) o “Cuidado con las señoras” (1968, Julio Buchs) que contienen situaciones, personajes y argumentos claramente emparentados con los tebeos Bruguera o, cargando un poco el acento en la picardía, en películas como “Porqué pecamos a los cuarenta” (Pedro Lazaga,1970), con la revista “Can Can”. En todas ellas, como puede comprobarse en las fotos situadas renglones arriba, Rosanna Yanni supone un elemento altamente perturbador en un mundo transitado por hombrecillos insignificantes, reprimidos, de comicidad casi patética, magníficamente encarnados por actores sensacionales, como José Luis López Vázquez (en la foto, tomada del citado film de Pedro Lazaga), o Juanjo Menéndez (en el de Julio Buchs). Si en la imagen en la que trata de “poner en marcha” a José Luis López Vázquez, éste saca expresivo partido de su mandíbula (única en la Historia del Cine), Juanjo Menéndez hace recaer la intensidad de su arte en la mirada, al punto incrédula, hambrienta y con un algo de desamparo ante los evidentes encantos de la hermosa Rosanna. Testigo de la caída del indefenso “macho ibérico”, la gran cómica Margot Cottens.
Otras comedias en las que intervino Rosanna Yanni nos muestran la pauta que regía los impulsos creadores imperantes en el terreno más comercial. Repasando su filmografía encontramos títulos firmados por Ramón Fernández y Pedro Lazaga (como la película de la fotografía adjunta, en la que encontramos al gran Valeriano Andrés, al no menos grande Antonio Ozores, a la genial Mari Carmen Prendes, y al correcto Carlos Muñoz: “Las siete vidas del gato” (1970), adaptación de la obra homónima de Jardiel Poncela.
En cuanto a las películas de corte dramático del (llamemos) “lustro prodigioso” de Rosanna Yanni, destacan, por su paralelismo, dos cintas en las que el ambiente en que se desarrolla la acción cobra importancia protagónica: “El paseíllo” (drama inserto en el medio de la tauromaquia, última realización de Ana Mariscal, que data de 1969) y “Cuadrilátero”(1970), de Eloy de la Iglesia , cuyo mayor interés extra-cinematográfico radica en la colaboración, en un papel de importancia, del campeón mundial del peso pluma José Legrá. De ambas películas mostramos aquí sendas fotografías: En la primera vemos a un Alfredo Mayo, galán por (Su) excelencia del franquismo, ya maduro. En la segunda, es el actor alemán Gerard Tichy (todo un personaje, del que habrá que contar aquí su historia) quien comparte escena con Rosanna Yanni. En las dos situaciones hallamos a la actriz algo más incómoda de lo que estaba junto a López Vázquez y Menéndez. Si la relación que la unía con los actores cómicos podía describirse como de la depredadora jugando con sus presas, junto a los actores dramáticos, la correlación de fuerzas prácticamente se ha invertido y tanto Alfredo Mayo, como míster Tichy transmiten cierta sensación de peligrosidad hacia la bella.
Tío Jess, Tío Jacinto y Tío Amando
Tanto las películas encuadrables en los párrafos anteriores, como las del que se inicia en estas líneas pertenecen a un tipo de producción hecha sin más pretensión que su consumo poco remilgado por parte de un público cuya única exigencia es una momentánea distracción. Pero entre las previas y las que ahora paso a comentar, existe una diferencia que ha brotado del inexorable paso del tiempo. El género fantástico y terrorífico mantiene una legión de fans que hace de las películas que lo componen objeto de culto, y de sus directores, profetas de su Fe. Tanto Jesús Franco, como Jacinto Molina, son de los pocos directores españoles que realmente tienen una cierta dimensión internacional. Las razones de que esto sea así no compete explicarlas a este burgomaestre, pero lo cierto es que sus dos versiones de la desfachatez (la cualidad que más les acerca a la categoría de genios): de desarmante ingenuidad (al menos, aparente) en el caso de Molina, y próxima al cinismo, en el caso de Franco, y su innegable entrega a su obra y al cultivo de sus respectivas leyendas dan como resultado que quienes hayan colaborado con ellos, participen, en alguna medida , de su gloria. Así, el hecho de que Rosanna Yanni protagonizara brillantemente dos películas para el director Jesús Franco (“El caso de las dos bellezas”, de la que proceden las fotografías en color sin referencias que salpican de belleza esta torpe entrada, y “Bésame, monstruo” -ambos títulos de 1969 y, probablemente, rodados de forma casi simultánea-) le otorga cierta categoría internacional y el aprecio de un importante grupo de influyentes ideólogos del “franquismo”. Se trata de dos películas eminentemente "pop", deudoras de cierta tradición del cine de terror y del tebeo de aventuras (en especial, el "Fumetti" italiano), muy disfrutables, a un cierto nivel y con un aire estupendo de "juguetes para adultos". Por otro lado, la colaboración, a lo largo de los años, con Paul Naschy (Jacinto Molina), es aún más copiosa y más notable, dando comienzo con su intervención en títulos aún no dirigidos por el titán del terror español, como el que inició la andadura del mito máximo del celuloide terrorífico hispano, el licántropo Waldemar Daninsky, “La marca del hombre lobo” (1969, Enrique L. Eguiluz, de la que colgamos al lado una muestra de la intervención de Rosanna Yanni), especialmente destacable por la cuidadísima iluminación,debida a Emilio Foriscot, capaz de recrear la mejor plasticidad de los títulos de referencia de la Hammer británica, o como los dos films de Javier Aguirre “El gran amor del conde Drácula”(1972) y “El jorobado de la morgue”(1973) . Cuando Jacinto Molina pasó a dirigir él mismo los guiones que pergeñaba, no dudó en volver a reclamar los servicios de Rosanna Yanni, cosa que hizo para su peculiarísima comedia, muy maltratada comercialmente, adaptación de una novela de Eduarda Targioni sobre el trasfondo de la alta sociedad de la capital de España, “Madrid al desnudo” (1979), en unos años en los que la actriz ya sólo se ponía esporádicamente, ante las cámaras.
INCISO:A propósito, quiero señalar que esta circunstancia, la de ser reclamada por directores con los que había trabajado en el pasado, es una característica que dice bien a las claras la categoría de nuestra protagonista de hoy, y que se repite en los casos de Antonio Giménez Rico (que es el último director, a fecha de hoy, para quien ha trabajado,concretamente en ”Primer y último amor”, un título del reciente año 2002. Previamente, el director burgalés la había tenido a sus órdenes en “El Cronicón”, nada menos que 32 años antes); del anteriormente citado Ramón Fernández, que volvió a reunir a Rosanna Yanni con su “descubridor”, Arturo Fernández, en “El señorito y las seductoras” (1969), seis años después del primer encuentro y en “Matrimonio al desnudo”, otros cinco años más tarde), del genial Luis García Berlanga, para quien Rosanna Yanni interpretó un papel (en el que estaba pluscuamperfecta) en la influyente y exitosa “La escopeta nacional” (1978) y otro, veintiún años después, cuando ya estaba prácticamente retirada, en “París-Tombuctú”. Todas estas fidelidades dan que pensar que nos hallamos ante una mujer cuyo encanto, que electriza al espectador desde la pantalla, no deja, desde luego, indiferentes a quienes la dirigen ante las cámaras. FIN DEL INCISO.
Sin alcanzar las proporciones ciclópeas de un Jesús Franco (“Jess” para el mundo global –que, por cierto, podría haberse cambiado el apellido, también) o de un Paul Naschy, Amando d’Ossorio también tiene un lugar en el panteón de los fans del género de terror, primordialmente debido a su contribución a la mitología del horror en forma de la serie de películas dedicadas a los monjes templarios que regresan de sus tumbas para sembrar el pánico entre desprevenidos lugareños, que se inició con “La noche del terror ciego” (1970). A Rosanna Yanni le cabe el honor de haber participado en la primera película del género que le habría de hacer mundialmente famoso, e inmediatamente anterior a su mayor éxito. Hablamos de “Malenka, la sobrina del vampiro” (1969), una cinta en verdad bizarra y delirante, bien provista de turgencias (que incluyen, además de a la Yanni, a Anita Ekberg, Diana Lorys y a Adriana Ambesi).
Visiones de Rosanna
Rincón de lectura:
Desmintiendo el tópico, que dice que la belleza es poco amiga de la cultura, no es infrecuente sorprender a Rosanna entregada al placer que proporciona un buen libro, sino todo lo contrario. En la muy grata tarea de revisar películas para confeccionar esta humilde entrada-homenaje a Rosanna Yanni, este burgomaestre ha topado fácilmente con la imagen de la guapa argentina recreando el título de aquel programa de la primitiva Televisión Española original de Luis de Sosa, “Tengo un libro en las manos”. Así, por pura casualidad, y sin pretender hacer una búsqueda exhaustiva, podemos ver a nuestra protagonista en la recién comentada cinta de Amando D’Ossorio, esgrimiendo un libro en el que se recoge la leyenda de la titular “Malenka”, para explicar a los descreídos forasteros la veracidad de las historias de vampiros. Sin abandonar el tema, en “El gran amor del conde Drácula” la encontramos dando lectura a “LasMemorias del profesor Van Helsing” (un volumen imprescindible, como se comprenderá, en la biblioteca del vampiro aristócrata) para ilustrar a sus compañeras de desventuras de los peligros que les acechan. Por otro lado, en “El caso de las dos bellezas” , Rosanna se zambulle en el mundo de Poe, lo que le permite decir algunas de las frases del diálogo más divertidas de la película. Preguntada por su compañera a propósito de su lectura, responde: “No vale nada.Es un libro del que le hace los guiones a Boris Karloff: “Las aventuras de Arturo Gordon Pym”. “¿Y de qué trata?”, vuelve a inquirir el personaje interpretado por Janine Reynaud. “Pues de eso: de las aventuras de Arthur Gordon Pym. Me fastidian los libros que ya te lo cuentan todo desde el título.” Por último, en una de sus más recientes intervenciones, en la película “Al límite” (Eduardo Campoy, 1997), aparece brevemente para ser entrevistada por la protagonista del film, la juez interpretada por Lidia Bosch y ¿qué es lo que está haciendo cuando llega la visita? Pues leer un libro, naturalmente.
En portada
De la popularidad de Rosanna Yanni da cumplida cuenta esta portada de la revista Diez Minutos, que ocupó con ocasión del nacimiento de su hija Sharon, que tuvo lugar en la madrileña clínica de Nuestra Señora del Rosario el10 de septiembre de 1973 sobre las cuatro y veinticinco de la tarde. Los nombres del médico y la comadrona que atendieron el parto no considero necesario reproducirlos a estas alturas. Lo que sí parece una conjetura bastante razonable es que el nacimiento de Sharon supuso un cambio, una mayor pausa en la intensidad del ritmo de trabajo de su madre. A partir de 1974, se reduce drásticamente el número de películas en que interviene anualmente Rosanna Yanni, espaciándose, paulatinamente, sus trabajos. De la carrera de su marido, Johnny Dwyre, que en aquel momento estaba en trance de iniciarse como director (había sido montador, ayudante de dirección y director de segunda unidad en una de las películas más recientes de su mujer, “Las amazonas” (1973)) lamentamos decir que no sabemos nada, lo cual, la verdad, nos inquieta un tanto.
Rosanna Yanni se retiró de las pantallas en 1980, tras participar en una película desgraciada, “Despido improcedente”(Joaquín Luis Romero Marchent) , que intentaba aprovechar el tirón de una pareja de éxito, la que formaban en el escenario, representando una obra de Santiago Moncada (precisamente, guionista de la película), la muy aplaudida “Violines y trompetas”, Jesús Puente y Juanjo Menéndez. El caso es que la película que había de suponer la despedida de Rosanna Yanni fue un fracaso y la pareja artística que la protagonizaba terminó agriamente rota. Por fortuna para los espectadores, diecisiete años más tarde, en 1997, aquella belleza argentina que, jovencísima, había recalado en España hacía más de tres décadas, decidió romper su retiro volviendo a ponerse ante las cámaras (con el espléndido aspecto que puede verse junto a estas líneas) si bien que en contadas ocasiones. La última, como ya se ha dicho antes, en el 2002.
Sea como fuere, por si decides volver, que sepas que siempre nos alegramos de verte, Rosanna.
NOTA:Además de los enormes (y compatriotas nuestros) Fernando Fernán Gómez o José Luis López Vázquez,( o el mismo Paul Naschy, ¡qué rábanos!) los caprichos del régimen de las coproducciones, tan habitual en España en los años sesenta, permitió a Rosanna Yanni compartir cartel con estrellas internacionales menores como Anita Ekberg o William Shatner y con algún mito universal auténtico como el gran Vittorio Gassman en “¡Qué nos importa la revolución!”(1972, Sergio Corbucci) o el wellesiano Joseph Cotten, lo que se produjo en el western “Comanche blanco”(José Briz ,1968). Podemos comprobarlo en la fotografía adjunta, en la que también aparecen (a la izquierda)Héctor Quiroga (hijo de la también actriz, Nélida Quiroga, gran dama de la escena, quien se dedicó con posterioridad a la locución de deportes y dio nombre, tras su fallecimiénto, durante unos años (entre 1984 y 1991) a un conocido torneo veraniegode baloncesto : “El memorial Héctor Quiroga”), y (a la derecha de la imagen) Barta Barry, un sempiterno “duro” habitual en producciones de cine de temática criminal y policíaca.
NOTA 2: Rosanna Yanni protagoniza un momento especialmente esclarecedor en relación a la personalidad del que fue su compañero de reparto y director en varias películas, Jacinto Molina. En el film de Javier Aguirre, “El gran amor del Conde Drácula”, el multidisciplinar artista, en su calidad de guionista, hace loar sus virtudes como seductor al personaje interpretado por la actriz . Esta, la de justificar con líneas del guión sus constantes éxitos, fruto de sus irresistibles encantos, en el terreno amatorio, era una práctica habitual en el quehacer del director de “El huerto del francés” (1978), sólo que en el presente caso, la total inadecuación al papel era de proporciones tan bochornosas que debió verse obligado a emplearse a fondo. Así, los diálogos entre las jóvenes y guapas huéspedes forzosas del castillo del vampiro se repiten y casi siempre en términos semejantes (más o menos, de la siguiente forma):
Elke (Mirta Miller): No sé qué ves en ese hombre...(refiriéndose al vampiro bajito y rollizo interpretado por Paul Naschy)
Senta (Rosanna Yanni): No veo nada, simplemente, me gusta
Más tarde:
Elke: No sé qué habéis visto en ese hombre...
Senta: Tiene algo misterioso que me atrae
En otro momento:
Karen: (Haydée Politoff) Pues a mí me gustan más altos y delgados (dicho como si estuviera describiendo a Christopher Lee)
Senta: Quita, quita. A mí me gustan fuertes. ¿Has visto qué espaldas tiene?
Y en eso, al menos, tenemos que darle la razón a nuestro muy admirado Jacinto Molina: era el vampiro con más espaldas de la historia del cine.Etiquetas: Monografía
46 Comments:
Para mi Rossana siempre fue un magnífico travesti. Aunque mi consideración siempre grata hacia ella haya menguado de repente al verla en unas cuantas fotos que reproduce el señor Burgomaestre y en la que le encuentro un aire más que parecido (no ya a las magníficas Coccinelles de la época: a Coccinelle se la vio inmersa en una fiesta beat junto a Aute y Massiel en "Dias de viejo color", un temprano Olea, por cierto) sino a la repulsiva y plúmbea Deborah Ombres (de infausta popularidad en alguna de las televisiones polanquistas).
En aquella España del boom,la Yanni puso mucha carne en el asador. Y eso no es moco de pavo (no todo lo iba a poner Saritísima, que ya estaba lanaturnerizada por completo). Tambien estuvo la importación foránea de Rita Cadillac, de profesión stripper del Crazy Horse (en "Juventud a la intemperie") y, en menor medida, la coreógrafa Sandrita Lebroc (en la esclarecedora DIFERENTE). Aunque para patrias de principios de los sesenta me sigo quedando con Sara Lezana. Es cuestión de rascar... Había muchas.
En cuanto a lo de la Yanni con un libro en las manos, no me negará que es la típica piba que le sentaban tales rudimentos como un santo dos pistolas.
Por otro lado, magnífico post. Aunque para espaldas vampíricas las de Christopher Lee, lo siento (en cuanto a forzudos del cine español deberían ser tratados en un futuro en su blog: Enrique Avila "mi favorito",Ricardo Valle,Luis Barboo, Frank Braña, Aldo Sambrell, Charly Bravo,Richard Yesterán o Dan Barry. Incluso Alvaro de Luna... todos grandes catchers). Pero los hubo peores que el Naschy. He visto hace poco un Dracula turco de principios de los cincuenta y no tengo palabras para definir su ridiculez supina.
En mi opinión, Jacinto Molina es uno de los pretenciosos más patéticos de la historia del cine español (y Franco uno de los más aburridos: Jess, claro).Seamos sinceros, el terror patrio no hay por donde cogerlo. A lo mejor viendolas en el extranjero (con aquello de las dobles versiones) el tema estaba más animadito, pero "al natural" es que ni gracia hacía.
Ah, amigo maciste ii!! Esperaba su comentario con verdadero interés y no me ha defraudado usted lo más mínimo. Prácticamente, ha colgado usted un "contra-post". Bienvenido sea. Le quedo muy agradecido por merecer su atención y confío en que en el futuro siga usted ampliando y enriqueciendo con sus doctos comentarios mis desmañadas entradas. Pasando al contenido de su exposición, debo protestar en nombre de la ironía. Mis comentarios a propósito de Jacinto Molina, Jesús Franco o al hecho de que Rosanna Yanni aparezca a menudo leyendo, sin entrar de lleno en dicho terreno sí que creí haberlo expuesto con el debido distanciamiento. Tengo unos principios (que si no le gustan, puedo cambiarlos) que me impiden tomarme la molestia de hablar de alguien para ponerlo verde. Las trayectorias de los cineastas citados tienen la suficiente entidad popular como para tenerles cierta consideración, según mi criterio. En cuanto a lo que he titulado "Rincón de lectura", no deja de ser una curiosidad de carácter anecdótico, que me he limitado a señalar sin atreverme a establecer ningún juicio al respecto. Y de todos modos, si tuviera que definirme, yo apostaría que la señora Yanni debe leer. O yo, al menos, prefiero creerlo así.
Tomo cumplida cuenta de los nombres que usted menciona y, sí, efectivamente, en mayor o menor medida, me propongo hacerles desfilar por este weblog. Si merecen tan dudoso honor es algo que ¡ay! yo no soy el más indicado para decidir. 'Ah, y añadiría a Hércules Cortez y a Luis Induni, a su lista de tipos contundentes.
Y re-ah!, me parece un poco feo (y se lo digo desde el respeto absoluto hacia su criterio) tachar a Rosanna Yanni de travesti, aunque sea magnífico. Sinceramente, creo que mi forma de expresar sus características físicas son mucho más apropiadas (y ajustadas). Claro que, por eso lo escribí así.
Pues, no sé. Porque si hay que alabar o respetar todo sólo por que tenga una entidad popular entonces lancemos loas hacia el sublime Javier Bardem, el exquisito Almodovar o la hermosísima Penélope Croix, por poner ejemplos de grandes artistas de nuestro cine español más reciente. Me parece que ni Molina ni Franco cuando se pusieron a hacer pelis tuvieron la más mínima repercusión en España (bueno Molina más, pero pronto vio conspiraciones y boicots hacia su persona cuando llegaron los sociatas al poder y en seguida se marchó para otras tierras: en Japón dice que arrasaba. Pero un tipo que se creía -lo confesaba en las entrevistas- tan bueno como Karloff ya me parece de por si un jeta impresentable. Pero ya digo que a las pruebas de su cine me remito).Sólo recientemente los piraos de los fanzines y asi reivindicaron lo insalvable de estos individuos (vaaale, Miss Muerte y Gritos en la noche son interesantes. Pero de ahí a tragarnos sus Macumbas sexuales y sus Frankensteins agonizantes es demasiado. Y luego se meten con Goddard, los fanzinosos).
Y me encanta la Yanni, repito. Pero a cada una lo suyo. Ella no es Julia Gutierrez Caba. En su estilo de señora estupenda estuvo muy bien. Incluso esa cara para el terror daba mucho juego (como la Crawford más friki).
Y como no soy travestí no me voy a ofender. Pero un respeto a esas gentes (y los transexuales, transgenéricos, etc etc). Parece como si por sus palabras perteneciesen a una segunda división. He conocido a muchos de ellos con mayor sensibilidadd y femineidad que muchas señoras, digamos, "naturales" (entre Amanda Lear y Maria Antonia Iglesias siempre preferiré tomar el té y charlar sobre Dalí con la primera que con la segunda,a la que arrojaría directamente a una pelea de pitbulls). Pero ya se encargó usted de resaltar sus rasgos masculinos (yo diría extremos), no pasa nada. Por supuesto que lo ha hecho de manera más fisna. Tenga en cuenta que siendo un Maciste no reparo a menudo en sutilezas.
Y no se preocupe si hay algún personaje del cine que no le guste: dele algun palo que otro, que no pasa nada. Aunque sea de una manera elegante, como cuando habló del posible oscarizado Bardem.
Mis respetos. Un abrazo cordial.
(Apunto el nombre de Hércules Cortez. Me parece delicioso)
Amigo maciste ii, creo que estamos completamente de acuerdo en lo fundamental. Lo que pasa es que me pone usted en situación de rebatir cosas que no he dicho. En ningúm momento he afirmado que Rosanna Yanni sea Julia Gutiérrez Caba, ni si quiera Emilio Gutiérrez Caba, ni Julia Caba Alba, ni Irene Caba Alba, ni Tota Alba, ni nadie de la familia Gutiérrez Caba. Mi opinión sobre la calidad del cine de los Molina y Franco creo que está bastante clara,a pesar de no haberme pronunciado. Creo haber empleado la palabra "desfachatez" para referirme a su mayor virtud. Eso no el una alabanza, amigo maciste ii.
La intención de este weblog es ocuparse, en la medida de mi capacidad (más bien escasa) de todos los actores españoles (o que han desarrollado su labor en España). Es una empresa demasiado ambiciosa, condenada al fracaso, pero mientras tenga ganas, aquí se irá rindiendo homenaje a los que han dedicado su (mayor o menor) talento al arte de la interpretación. Cuando considere que un actor o actriz han brillado por su genialidad, o por su superior disciplina, trataré de ponerlo de relieve. Cuando hablemos de alguien cuyo talento se limite a la fotogenia, también lo diremos así. Y hasta alguno habrá que sólo habrá quedado su aportación en un triste deambular por las pantallas. Pues entonces nos limitaremos a decir eso, sin más. Uno tiene sus preferencias, pero tampoco se trata de imponerlas al amable lector.
Un abrazo, amigo maciste ii.
PD: no puedo estar más de acuerdo con su comentario sobre los travestis, personas tan respetables como las que más. No obstante, me sigue pareciendo un poco gratuito calificar a alguien de "travesti", sin serlo.
Travesti en su esencia, en significación... (aparte de sus rasgos físicos, añádale una exacervación un poco grotesca del concepto de lo femenino, casi siempre para halago del macho tópico, desde la supeditación nunca desde una óptica feminista o modestyblaiseiana (mujer cañón idealizable para reprimidos Landas; de ahí a la mujer kitsch -las esclavas de la publicidad:cosmética, peso adecuado,operaciones estéticas- sólo hay un paso que muy pocas lograron superar),que no en morfología. Algo más profundo,a mi manera de entender.Curiosamente la mujer- mujer del siglo XXI desea pasar por quirófano para hacerse implantes horrendos, desnaturalizarse para acercarse más al modelo trans de finales de los setenta. Lo que hay que ver, señores... Todas quieren ser Manolo.
Reconozco que aparte hay ironía y provocación en mis palabras. Lo que no impide que escondan ciertas reflexiones.
...Ah!
Incluso... oh.
JC
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Sí, sí... Maestro, ya que le veo por aquí... Hablando de cosas que motivan exclamaciones... Lo de la Liga es para decir: "¡Cáspita!", por lo menos,¿no?
Yo a la señora Yanni le veo un físico espectacular, rasgos angulosos pero atractivos. Y curvas también, por lo que lo de travesti me parece algo exagerado. Y que conste que a mí me van más las morenas, de hecho al citar la película de las Ibéricas no he podido evitar acordarme de "la Contrahecha", efímera actriz y posterior bailaora de "hechuras" primorosas.
Bueno, y yo de la Liga ya no hablo, ni de la Copa, ni de la UEFA. Ahora solo me queda asomarme de vez en cuando al gran circo futbolero para disfrutar de las acrobacias del malabarista Uche mientras al fondo unos tristes payasos celebran con jolgorio la fiesta que nunca fue...
>>>Lo de la Liga es para decir: "¡Cáspita!", por lo menos,¿no?>>>
No, compa: con el cabreo que tengo... más bien "córcholis".
JC
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Bueno, pues, queda anotado "Córcholis". Bueno, ya verá como, con el paso de las jornadas, esto queda en anécdota...
Ah, sí, amigo Gordito. El elenco de "Las ibéricas FC", por más que la peli sea, en su conjunto, reprochable, merecerá aparecer por aquí en mayor o menor medida... y hablando de medidas, pues sí, las de la Contrahecha no son moco de pavo.
Y a todo esto... ¿Habría que decir algo de Javier Bardem? O mejor esperamos unos quince años, a ver si coge oficio... Al menos, la dedicatoria a los cómicos españoles me ha gustado. Un gesto que le honra. ¿No? No me digan que lo ha soltado por la cosa de la política... Habrá sido por el amor al oficio familiar, más bien. En fin, uno nunca sabe...
¡Guau! es lo que yo digo, por la Yanni, y por el post, que los dos están estupendos, cada uno en su asunto. Y así a contracita, JuanCarlos, ya que nombras a José Legrá, ¿te acuerdas de él haciendo de crítico literario en la primera Tele5?
¡Jospa, yo no!
Del Sánchez Dragó, sí.
(Ya que de payasos hablan...).
JC
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Le hacían hacer el ridículo. Tenía que leer una crítica en voz alta, y como leía muy mal hasta él se reía de lo que le iba saliendo. Acababa siempre con esta coletilla: «Yo con un libro de la ignorancia me libro».
¿Sánchez Dragó? ¿No era el de la Bolsa de los refranes...?
Amigo Javier, te sorprenderá un lapso de tiempo tan dilatado entre la respuesta al otro comentario y ésta, pero... es que no he estado en casa en todo el día. Me puse ante el ordenador esta mañana, por espacio de unos segundos y... hasta ahora. Bien. (Me encanta dar explicaciones aunque nadie me las pida)Especialmente, si nadie me las pide. En cuanto al presente comentario, agradecértelo mucho, en mi nombre y en el de la hermosa Rosanna,a la que ya casi es hora de desearle feliz cumpleaños. Lo de Legrá, amigo del alma...¿Cómo olvidarlo?? De lo más inspirado que aportaron las televisiones privadas. Claro que la broma no se podía alargar mucho... Aunque, bien mirado...¿Te has planteado llevarlo a tu programa?
Maestro don Jesús, no compare, por favor. El Puma de Baracoa tenía una técnica estupenda y buen juego de piernas... del otro no se puede afirmar nada tan positivo, la verdad. Bueno, un rasgo tiene el Dragó que me parece salvable: parece que quiere a su gato. Claro que, como diría Mafalda, habría que preguntarle al gato...
¡Qué gracia!! ¡¡Si nos hemos puesto al unísono, o al alimón, amigo Javier!! El de la "Bolsa de los refranes" era un calvo, creo que un Calvo Sotelo. Y no era Leopoldo, ni José... Para mí que el de la Bolsa debía ser Joaquín, un señor estupendo, con unas gafas que le daban aspecto de búho. (Ya sé que te acuerdas perfectamente, Javier, pero me apetecía terciar...Con permiso)
¡Anda que...!
Hay que ver las bobadas que escribía el Sotelo éste para el teatro (aunque no sé si más que Emilio Romero...).
JC
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Es que donde esté Federico Carlos Sáinz de Robles...
Hombre, don Jesús, sí, se les puede llamar "tonterías" a las cosas de don Joaquín, si bien hay que reconocerle algunos aciertos comerciales. Esto último es algo que yo no valoraba en absoluto antes, pero que, últimamente, le voy reconociendo cierto mérito. Uno no renuncia a su criterio, pero tiende a admitir que lo que le gusta a mucha gente no tiene porqué ser necesariamente malo y que, hasta debe tener algo bueno. Aunque sí, definitivamente, le cae perfectamente el calificativo de "tonterías".
Amigo Javier, después de investigar el nombre que propones, he de admitir que no conozco nada de la obra de este señor, padre del primer presidente del Consejo General del Poder Judical, dramaturgo, poeta, novelista, archivero y experto en la historia de Madrid. Confieso mi ignorancia, una vez más. Snif. En fin, a fin de cuentas, la cita iba para el Maestro...
Pues cuando yo era adolescente -allá, en la biblioteca de los padres mercedarios... que escalaba sin permiso-, me devoraba los prólogos de Don Fede para la colección Crisol...
Eran fluidos, sabios, precisos.
O así los recuerdo.
JC
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Sus traducciones de los clásicos latinos para Austral son de aúpa. Se saltaba capítulos enteros.
Como cronista de la generación de la Novela semanal, El Cuento semanal..., me gusta mucho y me leo todo lo que encuentro, porque los trató a todos, y se nota; pero cuando da fechas..., mejor ir cotejándolas.
Era un erudito a la española, de una España en precario.
Ya dije: en la mi adolescencia.
Ahora (en la mi decrepitud... ¡¡je je!!) le veo como al nuestro Gasca: un esforzado.
Ya dije: le(s) tengo cariño; y respeto.
JC
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¿Decrepitud? Ni hablar del peluquín, don Jesús, la decrepitud con usted no se atreve. Ud. ha pasado de estar al pie del cañón a ser el cañón mismo. Yo también le tengo a usted cariño, respeto y admiración, y deuda eterna y universal.
¡Eso!
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MIRTA MILER TAMBIEN ERA OTRA ACTRIZ ARGENTINA GUAPISIMA.
¡Y usted que lo diga, amigo Edú!
Gran Belleza de Rosanna Yanni. Y también es simpática.
Pues sí, a nosotros también nos encanta. Ayer mismo la vi en un episodio de la serie "Petra Delicado". Ahora que hace uno las entradas más larga no puede evitar lamentar que se quedara tan corto con algunos actores tratados, como Goyo Lebrero, Tomás Blanco o la misma Rosanna Yanni. ¡¡Pero hay tantos por hacer...!!
HE VISTO EN YOU TUBE EL COMBATE DE V1968 EN QUÉ JOSÉ LEGRÁ GANÓ POR KO EN EL 5º ASALTO Á HOWARD WINSTONE EL TITULO MUNDIAL DE LOS PESOS PLUMAS Y ESTE LEGRÁ BOXEABA IGUAL DE BIÉN QUÉ MUHAMADD ALÍ.
Estamos totalmente de acuerdo, amigo Jonathan, en su opinión. Con la salvedad de la diferencia de peso, por supuesto, pero el estilo es igual de bueno.
HE ENCONTRADO ESTE COMBATE DE BOXEO Y ESTE ARTICULO SOBRE JOSÉ LEGRÁ http://www.youtube.com/watch?v=e6GjwPxtLVs
http://www.google.es/search?hl=es&rlz=1W1ACAW_esES338ES338&q=MIS+PASIONES+%3AJOS%C3%89+LEGR%C3%81&btnG=Buscar&meta=&aq=f&oq=
DE ROSANNA YANNI TENIA UN INTERVIU DE ELLA DESNUDA JUNTO Á SU HIJO PEQUEÑO.
Muchísimas gracias a Vicente por sus comentarios y por sus pistas. Visto el video de Legrá y leído el estupendo artículo sobre él. Fantástico.
A MI PEPE LEGRÁ SIEMPRE ME RECORDO POR SU ARROGANCIA UN POCO NO SOLO A CASSIUS CLAY SI NO AL SUPERHEROE DE LA MARVEL LUKE CAGE AQUI CONOCIDO COMO POWERMAN COMO DICE EL ARTICULO QUE ESTA LINKEADO JUNTO AL DE LEGRÁ.
Si los americanos sacarón el comic MUHAMADD ALI VS SUPERMAN porqué no sacán aquí JOSÉ LEGRÁ VS SUPERLOPEZ.
Magníficas ocurrencias, amigos Miguel Ángel y TNT!!! Gracias por compartirlas aquí
También los mexicanos "hicimos " algo parecido en lo de poner un boxeador negro y un superheroe ,cuando "juntamos" en una pelicula en 1973 al luchador Santo el enmascarado de plata y al boxeador cubano nacionalizado mexicano José "Mantequilla" Napolés qué por entonces era campeón del mundo de los pesos Welter ,la pelicula se llamó "SANTO Y MANTEQUILLA NAPOLES EN LA VENGANZA DE LA LLORONA ",donde aparece un mito muy nuestro como es La LLorona ademas de unos gangsters facinerosos .
Muy divertida película, amigo Luis. La tengo y la he visto. Gracias por el comentario.
Soy un cubano afincado en Mexico desde 1963 y viviendo en Monterey desde 1965 ,y vi á Pepe Legrá boxear aqui en Monterey en la plza de toros monumental cuando le ganó la corona mundial de los pesos plumas al pugil de aqui de Monterey ,el malogrado Clemente Sanchez .
El combate fue un 16 de Septiembre de 1972 ,y todos en la republica de Mexico creián que mi compatriota no podia hacer nada á Clemente Sanchez que le habia ganado la corona mundial en Tokio al japonés Kuniaki Shibata por ko tecnico en el tercer round ,antes del combate Pepe Legrá en el mejor estilo Cassius Clay estuvo platicando a voz en cuello que iba a ser el nuevo campeón y que Clemente Sanchez era un impostor y pregunto si el pugil regiomontano se habia afeitado la barba y Legrá dijo:pues yo se la afeitare a puñetazos .
Cuando comenzó la pelea primero subió Legrá y luego Sanchez y cuando este subió cón el cinturón de campeón le dijo el hispano-cubano"Para que llevas este cinturón para sujetarte los pantalones" y en primer round Legrá lo mandó a la lona y en el 10º round el Reeferee paró el combate y proclamó á Legrá nuevo monarca universal de los pesos plumas ,luego llegó á España vestido de Charro tal Jorge Negrete ó Pedro Infante y cón el cinturón de campeón del mundo y cón un mariachi tocando musica mexicana .
Muchas gracias, amigo Osvaldo, por trasladarnos su interesantísimo testimonio. Un gran tipo, Pepe Legrá.
http://www.google.es/imgres?imgurl=http://www.radiobaracoa.cu/especiales/en%2520la%2520tierra%2520de%2520M_Cari_Colon/Legr%C3%A1%25203.jpg&imgrefurl=http://www.radiobaracoa.cu/especiales/en%2520la%2520tierra%2520de%2520M_Cari_Colon/mcc1.htm&usg=__kqnrF9RKnagKqkMUpGZCtwLotz0=&h=302&w=298&sz=22&hl=es&start=12&sig2=lMjpbKlPLcgFgSAbJ7MzWA&um=1&itbs=1&tbnid=DWpBAt872MpKmM:&tbnh=116&tbnw=114&prev=/images%3Fq%3DJos%25C3%25A9%2BLegr%25C3%25A1%26um%3D1%26hl%3Des%26sa%3DN%26tbs%3Disch:1&ei=WdBVTP6YA5OaOP3U6J4O
Humorismo de la Yanni al estilo de las interpretaciones de Gabriella Giorgelli?
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