Alelados
Peñarroya era un gran mujeriego, según cuentan. Sin duda ello le permitía dibujar mujeres guapísimas y hombres con cara de cenutrio que se alelaban por ellas. Así lo atestigua la portada del número 2 de Tío Vivo que, si bien no era entonces (año 57) propiamente una revista Bruguera, como si lo fuera. El texto de la portada era una pregunta que la guapa joven hacía al dependiente sosteniendo un pulverizador de DDT: "¿Cree usted que esto irá bien contra toda clase de moscones?" Ni que decir tiene que el dependiente, hombre al fin, exhibe la misma expresión idiota que todos los demás especímenes masculinos que pueblan la ilustración (y este perro mundo, añado). El caso es que el dibujo es una delicia, o eso nos parece.
2 Comments:
El dibujo no es sólo una delicia, sino además muestra una estampa imperecedera y vigente per secula seculorum
¡¡Si es que no tenemos remedio!!!
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