De la edad de piedra hasta nuestros días: Hug!
No lo ha dicho "El chafardero indomable", ni lo ha dicho "La Bola", ni tampoco "La Monda". Lo ha dicho nada menos que el New York Times en su editorial de ayer: "Hay trogloditas en el ejército español". Dejando al margen la veracidad del análisis político de la actualidad española (indiscutible), la comparación no puede dejar de parecernos odiosa en los dominios de estos burgomaestres. Decididamente, en el New York Times no conocen a Hug, porque de lo contrario no se atreverían a ponerlo a la altura de ciertos nostálgicos uniformados.
Tal como podemos ver en algunas de estas imágenes, a Hug no le eran ajenas las máquinas de guerra, pero el uso que da de ellas está muy alejado de los objetivos militares. Ni bombardea población civil, ni invade países (entre otras razones porque en
su tiempo estaban por inventar). Quizá como consecuencia de ello, Hug se aburre como una ostra prehistórica. Lo que le hace quejarse amargamente de que la televisión aún no se haya inventado (por cierto, que no se si el amable lector sabrá que este año se celebran no sólo los 50 años de TVE sino también los 50050 años de la no existencia de TVE).
Aquello que afirmaba mi compañero burgomaestre en su entrada a propósito de Facundo, otro gran personaje de Gosset, es en buena parte aplicable a nuestro amigo troglodita. Éste deambula por un mundo desértico y lo mismo que el del salacot, lo hace en principio en solitario, para ser acompañado más adelante por un compinche, el científico Pitákoras. Cuando no se aburre, a Hug le acucia el hambre, que es el otro motor que le impulsa a buscarse problemas con Pepesaurios o pterodáctilos. Nada de buscar armas de destrucción masiva, ni de instaurar un "nuevo orden". Hug, en todo caso, tiene más de hippy que de militar y no hay más que echarle una mirada para convencerse de ello. Además, y por si faltara algún argumento para defender la diferencia entre Hug y la milicia, hay que decir que, aunque las represente con una vela, Hug de vez en cuando, tiene ideas.
Yo sostengo que la mayor parte del éxito de una historieta radica en el atractivo del diseño del personaje, tanto en su apariencia como en su carácter y sus peculiaridades. La trama o la anécdota explicadas son , en comparación, mucho menos trascendentes a la hora de conseguir una serie afortunada. De hecho, en muchas ocasiones, las cosas que les pasan a los personajes Bruguera y cómo se resuelven son perfectamente intercambiables entre ellos. Es el gancho, el atractivo del personaje y su sólida construcción lo que garantizan que el invento funcione y perdure en la memoria de la gente. Justo lo que pasa con Hug,
de quien es difícil recordar una historieta concreta, pero a quien todos queremos. La excepcional funcionalidad del estilo de Gosset también tiene buena parte de culpa en ello. Hug!
Las ilustraciones que figuran aquí (entre otras razones para compensar al visitante de la lectura de este pobre escrito) están
extraídas todas ellas de la revista Tío Vivo (porque hay que decirlo: Hug vivía en una caverna, pero habitaba un tío vivo), concretamente son: la cabecera de la historieta del extra de verano de Tío Vivo de 1969 y su primera viñeta; extra de primavera de 1972; extra de verano de 1966 y, por último, la dos primeras viñetas de la que sospecho fue la presentación al mundo de nuestro troglodita favorito, publicada en el número almanaque para 1966 .
4 Comments:
Ey compañero burgomaestre, al fijarme en esa histórica primera viñeta de Hug, acabo de creer darme cuenta de una evolución (bueno, claro, la palabra evolución aquí viene de perillas), eso que parece existir una evolución que lleva al personaje del hombre lobo al hippy. En fin, cuántas biografías se resumen en esa transición...
Para un tipo como yo es dificil seguir la jugada (van como locos!!!), pero entre una cosa y la otra me da tiempo para aplaudir este blog!!!!!.
Enorme, enorme trueno Figueras !!!
Por otro lado, siempre me ha fascinado la acuarela de estos maestros bruguerianos.
Con recorte y pega, y tempera blanca, la portada DDT tiene un coloreado genial.
A mí también me ha gustado mucho poder ver al primer Hug (por cierto, ¿en algunas historietas no se le denominó Hugh, con h al final?). El primitivo Hug, nunca mejor dicho lo de primitivo, aparece en la viñeta con orejas, aunque después nunca se las hayamos vuelto a ver.
Gosset se especializó en ambientes prehistóricos, como pudimos ver posteriormente en su serie Roquita y en las continuaciones de Hug ya entrados los 90 y tituladas "Los prehistóricos" o "Los Trogloditas", no recuerdo bien,protagonizadas también por Hugh y Pitákoras. Lo que parece claro es que fue el autor más inspirado por el Cuaternario.
Y no quería terminar sin recordar el aporte antropológico que debemos a Gosset (no me canso de reivindicar a este dibujante ignorado por algunos estudiosos) con la introducción del término "Homo burrus" que ha pasado inadvertido para la mayoría de los historiadores, pero que marca el origen evolutivo de muchos humanos del siglo XXI.
Pues eso de la H final tiene su miga. De hecho, este burgomaestre tuvo que ser corregido por su compañero (mucho más atento que uno)porque había escrito todo el tiempo "Hugh". Al cabo de veintitantos años ha resultado que yo veía una H que no existía. En fin, nunca es tarde para abrir los ojos.
Gracias, como siempre, a todos, por los comentarios. Ah, y , gordito: Está muy bien eso de verle las orejas al (hombre)-lobo...
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