Ilustre clientela o desafío al lector

Ir al barbero puede depararnos, a veces, sorpresas morrocotudas. ¿Os imagináis entrar en la peluquería y encontrarse esperando a la plana mayor de los dibujantes de Bruguera? Así lo imaginó el gran Peña, que aprovechó el chiste con el que terminaba una página especial dedicada a las barberías para lucirse con una galería de caricaturas.
El desafío consiste en identificar a los dibujantes y redactores aquí caricaturizados. Este burgomaestre confiesa que sólo es capaz de asegurar dos nombres, el del propio Peñarroya (el señor del puro) y su compañero de la pipa, que es Escobar. Quizá el que tiene a su derecha sea Cifré (por las gafitas y el bigote) del resto, no me aventuro a proponer candidaturas. Desafío al lector: ¿Alguien se atreve?
De la misma página, no me resisto a colgar un chiste definitorio de un rasgo de la personalidad del autor. Peñarroya era un enamorado de las señoras y lamentaba amargamente perder la ocasión de conquistar a una mujer guapa por no estar presentable. Pillín, pillín...
PD: extraído de una página titulada "Ris, Ras ¡A navaja!" que encontramos en el DDT (3ª época) número 153, de Junio del 70. Probablemente, se trate de una reimpresión.