Lady Filstrup (3ª época)

Dedicado a la música ligera, actores españoles y tebeos de Bruguera (porque sí, porque rima).

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Lugar: El Escorial, Madrid, Spain

lunes, febrero 20, 2006

Series Lady Filstrup: 50 años de televisión:Primero fue la radio III





La necesidad que los humanos sentimos de ser alimentados con ficciones es uno de los rasgos más interesantes de nuestra naturaleza. ¿Por qué queremos saber qué les pasa a seres imaginados? Necesitamos vivir experiencias, aunque sea por delegación y, sentados en nuestros hogares, sin exponernos al menor riesgo, mejor que mejor. Esta sencilla explicación, digna de una mente simple como la de este burgomaestre, sirve para comprender el éxito implacable que han ido teniendo sucesivamente los folletines del siglo XIX y albores del veinte, los seriales de radio y cine, y, finalmente, las series de televisión. En función del público al que iban dirigidos, estos rosarios de emociones, convenientemente dosificados, han mantenido en vilo a la porción de la Humanidad con algún tiempo de ocio a base de acción y aventuras (para los más jóvenes y para los varones), y romances (para el público femenino). En los años cincuenta, algunas vidas, como las de Doña Filo y sus hermanas estaban tan necesitadas de emociones y tan alejadas de ellas que no tenían más recurso que escuchar seriales con la misma urgencia con la que respiraban o se alimentaban. Esas mujeres que Peñarroya retrataba en la portada del especial del DDT sobre los seriales (que doy por reproducida, como así fue en la entrada del 1 de febrero pasado) vivían para escuchar sus seriales, probablemente escritos por Guillermo Sautier Casaseca (autor de "Lo que no muere", que pasó al teatro y al cine como "Lo que nunca muere"; "Ama Rosa", o "El derecho de los hijos") o por su hijo, Guillermo Sautier hijo (quien firmara con Rafael Barón "La intrusa") y probablemente interpretados por Pedro Pablo Ayuso y Matilde Vilariño, o por Juana Ginzo, o Matilde Conesa, o Maribel Alonso.
La obra de Sautier Casaseca (la original, porque también realizó innumerables adaptaciones) era de naturaleza enfermiza, siniestra y fundamentalmente maligna, como corresponde a un franquista proselitista, pero encandilaba a su audiencia, lo que la convertía en un instrumento doblemente peligroso. Suerte de la existencia de los humoristas, que con el zotal del humor (expresión de Jardiel, que conste) desinfectan la ponzoñosa realidad. En este sentido, tiene especial relevancia la existencia del extra que el DDT dedicó a los seriales, que es de 1961 y está realizado en su mayor parte por Vázquez e Ibáñez. Su mirada sobre el fenómeno del folletín radiofónico tiene el distanciamiento que propicia el cultivo de la parodia. El humorismo de los tebeos Bruguera suele basarse en la comicidad de sus personajes. Éste es un número especial en el que tanto Vázquez como Ibáñez hacen humor de cosas pretendidamente serias: el primero toma como objeto de sus burlas al oyente de los seriales y el segundo (errando un poco el tiro) hace humor del folletín dieciochesco más que del serial que podía oírse entonces en las radios españolas. Vázquez, fiel a su compromiso consigo mismo, se saca fotografiado como oyente y como artífice del serial y utiliza su propia imagen como juguete cómico.
En este número se encuentra una historieta totalmente paródica, bastante rara en toda la producción tebeística Bruguera, en la que, tomando prestado el formato del tebeo rosa, se parodia un romántico capítulo de serial. Anecdóticamente, nos permite constatar lo que supone la perspectiva histórica pues vemos que hubo un tiempo en el que eran comparables Paul Anka y Elvis Presley. Su autoría es un misterio, pero por el desparpajo y la sana desvergüenza que se trasluce en él, mi apuesta es por Manuel Vázquez, de quien también reproduzco otros momentos.

Una historieta muy, digamos, peculiar, a propósito del tema de los seriales radiofónicos es la del DDT 84, de diciembre de 1952, de Casildo, debida al elegante trazo de Nadal. En ella, encontramos un mensaje "políticamente incorrectísimo" de liberación masculina por medio de la violencia. Nada menos que Casildo zurra la badana (en una idealización producida por la escucha de un serial, eso sí) a su tiránica esposa, de dulce aspecto, Berta. A los ojos de hoy, la historieta constituye una verdadera atrocidad y, en tiempos de la tan cacareada libertad de expresión, probablemente hoy no se publicaría. El caso es que la indefensa Berta se impone, naturalmente, y el aparato de radio termina destrozado, que es lo mismo que le pasa al transistor de Olegario en su historieta del Pulgarcito 1888 de julio de 1967. La radio, pobre mensajero, paga en las historietas los platos rotos que suponen las malas noticias.
Las retransmisiones de fútbol eran emisiones popularísimas y como tales son un recurso habitual en las historietas Bruguera y son muchos los ejemplos que se podrían traer aquí de ello. Es típica la historia de Tribulete del Pulgarcito número 1140 en la que, no pudiendo asistir a cubrir informativamente un match futbolístico "fusila" una retransmisión que escucha por radio, sólo para resultar que el partido se había suspendido y que su crónica se había basado, por tanto, en una grabación puesta para rellenar el hueco en la programación.

Los concursos radiofónicos tales como los incluídos en "Cabalgata fin de semana", con Bobby Deglané, o "Los siete sabios de la radio", con Vicente Marco, eran muy populares también. Haciendose eco de ello, Peñarroya dibujaba para el número 29 de Tio Vivo (8 de enero de 1958) una portada en la que podía verse a la estrella radiofónica Bobby Deglané (Roberto Deglané Rodríguez y Portocarrero). Este chileno nacido en Iquique, en 1905, estudió periodismo en Nueva York, de donde retornó a su tierra natal y de ésta pasó a Argentina donde se inició profesionalmente presentando combates de lucha libre. A mitad de los años treinta, se trasladó a Barcelona y empezó su labor de locutor retransmitiendo veladas de ese deporte que se celebraban en el Price. En 1935 marchó a Madrid, donde pasó la Guerra Civil desempeñando distintas labores profesionales. Acabada la guerra, entró en Radio Madrid, emisora para la que presentó el programa "Fin de semana", tras lo cual regresó a Chile hasta 1945, cuando volvió nuevamente a Radio Madrid para presentar el concurso "Doble o nada". A partir de 1949 se hizo cargo del programa estelar "Cabalgata fin de semana" para la Cadena SER. A partir de 1958 presentó programas para Radio España: "A 100 por hora", "Cantando las 40", "Vale todo", etc. En 1967 retornó a la SER para presentar "Radio sábado" y fue de los profesionales de la radio que desarrolló su actividad para el nuevo medio, la televisión, presentando un programa titulado "Club del mediodía". Falleció en Madrid en 1983.
La función social de la radio, de acompañar, de aleccionar, de distraer a toda una sociedad era especialmente remarcable en el caso de las mujeres españolas. En aquellos años, las mujeres hispanas hallábanse confinadas en sus hogares y sus vidas de amas de casa encontraban un importantísimo sustento en la escucha de los programas radiofónicos. Testimonio de ello son dos portadas de Peñarroya a cual más explícita. Peñarroya no sólo deseaba a las mujeres, también era un observador comprensivo de su mundo.















Estas dos portadas correspondientes a los números 289 y 303 se publicaron en fechas 29 de noviembre de 1956 y 7 de marzo del 57, respectivamente. Efectivamente, hay una errata en el número 303, en relación al número de año. ¡Qué cosas!

17 Comments:

Blogger Gordito Relleno said...

¡¡Mamma mía!! ¡Demasiadas emociones para empezar el día, amigos burgomaestres!¡Me van a defuncionar!

No contentos con empezar la semana con el joven Vázquez insertando sus fotografías en las historietas (suerte que prodigó posteriormente en alguna otra ocasión),me endosan junto a brillantes viñetas radiofónicas la curiosa parodia del serial de autor desconocido (a mí esta historia me da que tiene el sello de Matías Guiu). Sin acabar de recuperarme me dejan sin respiración con la historieta del maltrato casildista que no solo es impublicable hoy día sino que pone los pelos como escarpias (¡como han cambiado los tiempos!). Y luego me dan la puntilla con tres portadas de Peñarroya ahí en todo el morro. Sólo les ha faltado meter algo de Jorge y Raf. ¿Ah?¿que también lo han metido?

Señores míos, con un par de entradas tan jugosas como esta no llego al recibo del Ocaso del mes que viene.

lunes, febrero 20, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Es colateral, pero...

... ¿no es el padre Sautier quien cofirma en 1964 "La Intrusa"?
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lunes, febrero 20, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Me habeis dejado maravillado con la historieta parodia del serial, nada que desmerecer a las parodias de la revista Mad. Es curioso, porque el diálogo podría ser de Matias Guiu, pero los malvados detalles visuales me parecen a mí más propios de la "mala leche" de un Vazquez (¿no lleva la chica un ancla tatuada en el brazo en una viñeta?)El diálogo "no importa ¡que vayan a otro dentista!" es de lo que más me ha hecho reir en bastante tiempo...

lunes, febrero 20, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Hola, hola, amigos. Soy el otro burgomaestre y también ando desternillándome con la parodia del culebrón. Está muy bien visto eso de Mad, amigo Choko.

lunes, febrero 20, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Hola, hola: Pues me alegro que os haya hecho reír la parodia. Tenía la esperanza de que así fuera y por eso la colgué.
En cuanto a lo de la autoría de "La intrusa", don Jesús, le agradezco la pregunta porque así enmendaré el yerro de no citar la fuente de información. Los pocos datos que he facilitado en mi entrada están tomados del libro de Pedro Barea "La estirpe de Sautier" y en el capítulo dedicado a "La intrusa" figura un fragmento de una entrevista hecha, a propósito del éxito de dichos serial, a Sautier hijo publicada en la revista Ondas en el año 1965.
En cuanto a tus temores, amigo Gordito, disípalos, que antes de que fenezcas tú, mucho antes, lo hará un servidor, con estos atracones que me doy.

lunes, febrero 20, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Hola amigo burgo, se me ocurre que si hubo algún conocimiento de Mad por parte de los dibujantes de bruguera, les viene (como otras cosas)por parte de la escuela francesa. No hay que olvidar que Goscinny trabajó para Mad antes de fundar Pilote y que su obra con Gotlib de dibujante, se parece al humor loco y característico de la revista americana...
Como además los dibujantes bruguerianos admiraban mucho a Goscinny (Vazquez llegó a decir que "una de las cosas que sentía no haber hecho nunca, era no haber podido dibujar un guión de Goscinny")pues ahí está la posible razón de lo que comentábamos

lunes, febrero 20, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Amigo Choko, la relación indirecta con Mad parece posible tal como la explicas. Aún podríamos averigüar si Vázquez o algún otro estaba al corriente de la revista.

lunes, febrero 20, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

¡Ah, amigo Choko! No quería irme a dormir sin comentarte algo que había olvidado decir antes: A mí también, la réplica "¡No importa! ¡que vayan a otro dentista!" me pareció AN-TO-LÓ-GI-CA.

martes, febrero 21, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Sí, no, entiéndame: por ahí tengo la revista; y el libro (?) de Barea.

Lo que digo, o quise decir -o así lo tenía entendido por otras conversaciones ya con actores ya con la SGAE no recuerdo ahora...., es que era un tema del padre (y su desarrollo inicial) junto a Barón. El hijo fragmentó las entregas (y así), pero creo que era un tema del padre.

(Es un poco como lo de los continuistas de Estefanía: lo que hacían era reciclar y remontar..., creo).

No sé, no me haga caso.

Me expliqué mal.

Todo es tan confuso...

Y hasta difuso.
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martes, febrero 21, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Hola, Jesús. En unas mesas redondas que montó la FNAC en Barcelona sobre la novela popular participó un nieto de Estefanía. Ni que decir tiene que le asalté imprudentemente, y con mucha generosidad me contó un buen puñado de anécdotas suyas y de su abuelo. Así, por línea derecha, según me explico, el continuismo de Estefanía pasa a los dos hijos del autor, que escriben originales para ayudar al padre, como el hujo de un tendero ayuda la familia en el negocio, y desaparecido el padre, los dos hermanos continuaron con la marca Estefanía. De los dos hermanos, murió uno, y durante un tiempo continuaron tío y sobrino, que es al que vi en la FNAC. Y ahor el sobrino continúa cabalgando en solitario, sobre todo por las laderas y colinas de América del Sur, con la ayuda o guía de una editora que es una antigua empleada de Bruguera. En todo esto, desde los inicios del abuelo hasta la actualidad, veo que en las novelas Estafanía la frase se ha hecho cada vez más corta y el párrafa más breve, y que cada vez hay más blancos en las novelas, todo ello sostenido por una teoría familiar que defiende que el lector quiere leer rápidamente, quizá, y este recochineo lo pongo yo de mi bolsillo, porque así se siente el lector más rápido del oeste.

martes, febrero 21, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Que yo no he dicho que no, Burgos.

Acá lo dice:

>>
Lafuente Estefanía, Marcial (Marcial Antonio Lafuente Estefanía). Toledo (Castilla-La Mancha), 1903-Madrid, 1984. Novelista / Aventura / Ciencia-Ficción / Crimen / Oeste / Rosa. Abogado, ingeniero y oficial artillero a las órdenes de la República que, tras la Guerra Civil y la represión franquista, actuó como autor multigenérico (primero, en el género romántico; después, con leves incursiones en lo criminal y en lo fantástico, mantuvo una dedicación plena a la oesteada –desde su pionera La Reina de la Pradera, en 1924–, y con más de tres mil títulos); obra –primicial y reeditada– en, al menos, los sellos Andina, B, Bruguera, Castellana, Cíes, Dólar, Reader’s, Rollán, Unidad Editorial y Zinco. También y ocasionalmente, guionista de historietas (sello Dólar). (Debe anotarse que, a la muerte del autor, dos de sus hijos hicieron uso de la firma del padre como una marca heredada, y que, con ella, también se dedicaron a la oesteada, y desde una refundición alicantina del sello Cíes).
>>>

Pero son temas muy delicados: los del plagio y los autoplagios. Lo saben tan bien como yo: que le pregunten a Evangelina Jardiel como cuánto retomó su maridito Alfonso Paso de la carpeta del suegro...).

Nada, nada, déjemlo pasar: llevamos -ustdes y yo- dos días con la onda encontrada.

(Ahora, eso sÍ: las fichas que tenga personales de los "parecidos" temáticos y de desarrollo acá las tengo; sé que, con la edad que tengo, y al paso que voy (bueno, mejor que no voy), me moriré sin poder terminar el segundo "Atlas", pero aquí las dejo; porsiaca.).

Así están las cosas.
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martes, febrero 21, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Ah, no, no, Jesús, es que yo no te contestaba a tu mensaje anterior, eso lo dejo para el otro burgomaestre, que es el que sabe de Sautier (y de todo) y es además el autor de esta entrada. Lo que me pasó es que al leer lo de Estefanía, me entraron ganas de contar lo del nieto. Pero ya está, es sólo una nota yuxtapuesta.
Por lo demás, maestro y amigo querido, estoy convencido de que si piensa ud. morirse (o lo que sea) sin dejar acabado el Atlas,va a tener Atlas para mucho mucho rato.

martes, febrero 21, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Muy generoso se muestra su excelencia con mi salud... con el frio que hace.

Por lo demás, ya le(s) digo: todo esto de inventariar la cultura popular es un lío de cuidado. La selva es oscura, pero oscura oscura oscura lo que se dice oscura...

Y casi siempre acaba uno a oscuras.
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miércoles, febrero 22, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Don Jesús, usted se quejará del frío, pero yo, que me paso el día descubriéndome ante su sabiduría y la de mi compañero burgomaestre, tengo el occipucio como un témpano "on the rocks". Soy el burgo indocumentado, que ni sabe leer, ni mucho menos escribir. Pero le pongo voluntad, eh? Y, hablando de todo un poco ¿Vió el partido del Barça ayer? ¿Qué le pareció Messi? Digo como futbolista, que lo de actor son rabietas de Mourinho (aunque igual también...)

viernes, febrero 24, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Creo que Messi es brillante.

Pero creo, además, que como el Mesi hay decenas en la Argentina.

Y que debiéramos traerlos para acá.

Hay que valdanizar el poco fútbol que queda en Europa.
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viernes, febrero 24, 2006  
Anonymous Anónimo said...

SIEMPRE MEZCLAN EL TEATRO RADIOFONICO CON LA POLITICA DE LA EPOCA. PERO ES QUE EN LA DESAPARECIDA RADIO MADRID, SE EMITIERON LOS SIGUIENTES TITULOS, QUO VADIS, OPERACION CICERON, EL HOMBRE GRIS, LOS TRS MOSQUETEROS MADAME BOVARY, RESURRECCION, EL HOMBRE QUE RIE, LOS EPISODIOS NACIONALES DE PEREZ GALDOS, EL CANTO DE LA GALLINA, LOS MISERABLES, MONTECRISTO, ROMEO Y JULIETA, EL QUIJOTE, EL COYOTE,Y MUCHOS TEATROS DEL AIRE. ESTOSIGNIFICA QUE NO TODO FUE LUCECITA, QUE TAMBIEN TENIA LOGICAMENTE SU PUBLICO. ESTO ES CULTURA, Y SE SUPRIMIO EL TEATRO RADIOFONICO, TAMBIEN DESAPARECIO DE LAS ONDAS LA CULTURA. SALUDOS.

sábado, septiembre 22, 2007  
Blogger Los Burgomaestres said...

Lamentamos mucho haber dado la impresión de que la radio de los años cincuenta se reducía a los seriales más o menos lacrimógenos. Creíamos que había quedado claro que nos referíamos sólo a este género porque era del que se ocupaban, en tono humorístico, en los tebeos tratados. Tenemos el máximo respeto y la mayor admiración por las adaptaciones radiofónicas que de grandes clásicos del teatro y la novela se hicieron en las ondas de la radiodifusión española de las décadas de los cuarenta, cincuenta y sesenta. También, por supuesto, por los excelentes profesionales que hicieron posible tales representaciones radiadas. Sin lugar a dudas, fue la Edad de Oro de la Radio, en España, con especial mención para sus cabezas parlantes e "invisibles", los enormes actores Juan Manuel Soriano, Matilde Conesa, Juana Ginzo, Pedro Pablo Ayuso y tantos otros.

sábado, septiembre 22, 2007  

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