De suegra a tía de un plumazo
Entre los usos y abusos de la editorial Bruguera, uno de ellos era transformar, por arte de birlibirloque, los parentescos de sus personajes. Un caso especialmente singular de esta práctica es el de Doña Tula. El sujeto más comentado de la acción de la detestable censura franquista (la que tocaba en ese momento y desafinando, claro) en la órbita brugueril se saldó con la desaparición de la oronda matrona creada por Escobar para el semanario de humor “para grandullones” “El DDT contra las penas”, revista en la que se mantuvo desde su primer número (mayo de 1951) hasta su última aparición que aconteció en el 159, de abril de 1954. Lo cierto es que hoy en día, dicho sea de paso, este mismo personaje tampoco podría publicarse víctima de la presión de algún comité protector de las conciencias ciudadanas y de la honorabilidad de las madres políticas, pongo por caso, pero eso es otra historia...
En los finales de la década de los cincuenta ya se empezaba a barruntar el desarrollismo consumista de la década inminente y Bruguera comenzaba a verle la punta a eso de aumentar la producción de revistas de historietas. El sistema de producción acorde con los nuevos tiempos impondría usos y abusos varios que vendrían a romper con un periodo de creatividad a escala casi artesanal para dar paso a las dimensiones industriales. Las reimpresiones, los remontes, las páginas inéditas recuperadas, los personajes publicitarios, las recopilaciones, las historietas compradas a precio de saldo, empezaron a llenar y, lo que es peor, a rellenar las páginas de las revistas de la editorial. Aumentó el número de dibujantes anónimos dedicados a tareas funcionales como la de convertir en historietas de doble página las que sólo eran de una, a recortar y pegar personajes bien dibujados por sus autores y colocarlos en parcos escenarios “had hoc” en un intento de confeccionar nuevas páginas, o, directamente, a hacer historietas enteras de personajes ajenos.
En esta situación de inicio del aumento de producción en pos de la, digamos, “producción en masa” nace “Ven y ven”(1959), un semanario al que aludíamos en una entrada anterior y que muy pronto pasó a llamarse “Suplemento de historietas del DDT”. En él encontramos el extraordinario fenómeno que podríamos denominar como “La Asombrosa transformación de Doña Tula”.
Es la Doña Tula original una mujer decididamente hombruna, dominante, pervertida y sádica. Aficionada al moño, o al tupé "¡Arriba España!", gusta de vestir trajes chaqueta y sombreros muy masculinos. Llama la atención su brutalidad, la cual, no obstante producir escalofríos, es inocente, como la que es propia de la infancia. Es esa brutalidad que se ejerce sin malicia, la de los seres que se saben superiores sobre los que están ahí para su distracción. En el caso de Doña Tula el inferior es su yerno, en el de los niños, puede ser una hormiga, una arañita, o un gato callejero. Así las cosas, la transformación de Doña Tula de suegra en tía es una auténtica degradación de rango. El personaje pasa de disfrutar de una situación de privilegio, como dominadora de su ámbito, a convertirse en una invitada, supeditado por tanto a las directrices de los dueños de la casa, en calidad de refugiada. Ya no es ella quien ejerce la autoridad con arrogancia, sino que se lamenta circunspecta por su subordinado papel de tía solterona. El resultado evidente de esta transformación se traduce en una pérdida de fuerza del personaje, al perder su sentido original. También hay que decir que el DDT era una revista para jóvenes o para adultos, cosa que a menudo olvidamos hoy que consideramos los tebeos en su conjunto “cosa de niños”. Al sorprendernos hoy de la carga de violencia explícita y del potencial transgresor de las páginas de algunas historietas olvidamos, quizá, este hecho. El caso es que en 1959, el rumbo de la historieta en España se está deslizando hacia el consumo infantil y masivo, lo que conlleva una paulatina deriva hacia lo pueril (dicho sean en absoluto peyorativamente) que explicaría (por si no fuera suficiente la amenaza cierta de la censura) este cambio sustancial de Doña Tula, de suegra a tía.
Aparte de convertirla en homónima de un personaje unamuniano, este cambio urdido seguramente en los despachos de Bruguera se tradujo en algunos retoques gráficos sutiles practicados para “encajar” el argumento superpuesto al original, que no parecen fruto del trabajo de Escobar. No acierto a discernir si del mismo modo que las circunstancias se modificaron a través de algunas frases clave que sitúan al lector en un contexto distinto del original, no se habrán también visto algunos trazos trastocados para reforzar el nuevo rumbo del argumento. Si Doña Tula ya no es una suegra que disfruta torturando a su yerno, sino una tía solterona a la caza de marido, algunos cambios deberán introducirse, no sólo en los “bocadillos”, sino también en los “monos”. Obsérvese la viñeta que considero retocada por manos ajenas al talentoso Escobar.
Sea por manos ajenas, o sea por un intento del propio autor de aprovechar historietas que ya tenía hechas, esta reaparición de Doña Tula, suegra, reciclada en Tía Tula, constituye uno de los fenómenos más curiosos de la historia de los tebeos Bruguera. Y, sin duda, es Doña Tula, ya sea en su versión primigenia, ya sea en su transformación “a posteriori” un personaje fascinante en su monstruosidad, en su morbosa complacencia en la violencia...casi casi tanto como Doña Urraca. O más, porque a Doña Tula la tenemos incrustada en la familia, ese pilar fundamental de la sociedad establecida de su tiempo y aún de nuestros días. Casi ná.
Nota: las viñetas en la que Doña Tula golpea a su yerno Clotildo son del número 11 del DDT de julio de 1951(las dos primeras) y número 17 las otras dos, de septiembre del mismo año. Se aprecia un estilo diferente, probablemente debido a indicaciones de Rafael González y/o al uso de técnicas distintas: plumilla para la primera historieta y pincel para la segunda. El resto de viñetas aquí aportadas son del número 28 de "Suplemento de historietas del DDT", de 1960.
20 Comments:
Constatemos al otro Faustino::
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que soportó la censura de su serie Doña Tula (desde el Departamento de Ordenación Editorial, al cuidado de Faustino Sánchez Marín, y «por atentar contra la sagrada unidad del matrimonio»)
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Y ex seminarista... Por cierto, Jesús, ¿lo de la sagrada unidad..., lo argumentó el censor por alguna historieta o viñeta en concreto, o aludía a la serie en general? Bueno, pues empieza ahora la cuaresma... ¿no? Buen pretexto para ponerse un rato con Don Terrible Buñuelos...
Interesante reflexión la de que hoy en día tampoco este personaje sería viable...Franquistas o "progres" nunca faltan censores para los creadores.
¡Viva la neutralidad políticamente correcta!...no sea que, diciendo verdades, se diga alguna verdad.
Interesante reflexión la de que hoy en día tampoco este personaje sería viable...Franquistas o "progres" nunca faltan censores para los creadores.
¡Viva la neutralidad políticamente correcta!...no sea que, diciendo verdades, se diga alguna verdad.
>>>o aludía a la serie en general?>>>
En general, en general.
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Vaya... Y a propósito de sagradas familias ¿no sabrá ud. indicarnos certeramente de quién era hija Carmencita? ¿De una hermana de ella? ¿de la inclusa como oliver twist...?
Lei suegra por ahí???
Hola, como va!!!
Te cuento que tengo un blog dedicado solo a las suegras, es algo así como un desahogo ya que ODIO A MI SUEGRA!!!
Hay chistes, anecdotas, noticias, etc... todo sobre suegras!!!
Espero tu aporte!
Nos leemos!
Era sobrina y punto.
(Digo yo...).
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Ah, gracias. Era sobrina. Este particular nunca lo he leído con claridad en ninguna parte.
Por eso figo "y punto".
Para no liarlo más.
Porque... ¿quién le garantiza a usted (des) que no retornaremos a los diverentes (tidos) tiempos de la censura política?
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"digo"
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Ah! pensaba que sentía nostalgia del portugués!! (el burgo futbolero)
La censura es siempre la misma. "No se meta ud. en plítica". Franco ya no es política.
Un ministro de Franco, al final de los sesenta, me dijo:
- Ustedes, los inválidos, no debieran meterse en politica.
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Pues qué fuerte...
El caso es que también has escrito:
"Porque... ¿quién le garantiza a usted (des) que no retornaremos a los diverentes (tidos) tiempos de la censura política?"
Es que eso ya está pasando en Internén. El otro día tuve ocasión de comprobar cómo en un blog (al que nunca jamás visitaré de nuevo) insultaban a gente que entraba expresando ideas que no se aclimataban al pensamiento (¿pensamiento?) único. Y la reacción del weblogger podría resumirse así: "Como no tengo argumentos para rebatir las ideas de éstos que han entrado, renuncio a discutir con ellos, les insulto y les califico de trolls, pero que no me digan que esto es censura, yo no he borrado sus mensajes"
Y el gilipollas ese va presumiendo de racionalista!! (Dime de qué presumes...)
Una pena.
Larsen
Vaya, ése con Roosevelt no hubiese llegado a ministro.
Amigo Larsen, por lo que hemos navegado en blogs y listas y tal, parece que resulta más frecuente de lo tolerable eso de ir insultando a siestro y siniestro. Lo que ud. dice: una pena.
Claro, como no se ven las caras... Y esos cobardes no se fijan en que tras un texto informático siempre hay al teclado un ser humano con sentimientos... Bueno, salvo que se trate de un bot, aunque yo diría que eso no es tan frecuente como parece.
Pero lo más curioso es que yo siempre entendí por troll al que llega insultando al blogger por sus ideas, ¡y en el caso que vi fue al revés! El blogger era el que insultaba al visitánte lllamándole, entre otras cosas, troll.
¿Ustedes lo entienden??? En el fondo, se cumplía en lo que relato lo que ha comentado chespirot: "Viva la neutralidad políticamente correcta!...no sea que, diciendo verdades, se diga alguna verdad."
Slds. Larsen
Por mi parte... ya dije en su momento que me asombraba de que en aqueste espacio burgués (con perdón) no hubieran entrado a saco los insultantes...
...
(Que digo yo que el ministro me soltó aquello porque... el menda no podría correr ante los grises...).
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Don Jesús, lo llamativo es que meterse en política se entendiese como meterse a opositor del régimen. Digo yo que también se podría meter uno en política para salir procurador, o concejal del tercio familiar, o lo que fuere. Lo de los insultones..., le deseo por una vez en la vida, que le falle la puntería.
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