Observando al graderío
Mirando al mar y entre caña y caña de cerveza, al contemplar esta cubierta de Cifré para El DDT núm. 298, con fecha del 31 de enero de 1957, mi compañero burgomaestre señaló lo curioso de la expresión del público que asiste al combate. Ninguna de esas caras pasmadas y hasta condolidas es la que uno esperaría de un espectador de tan aguerrido deporte. Lo cierto es que se encuentra a faltar entre el tumulto el rostro de un Don Berrinche mordiendo un buen veguero. Cifré es un dibujante de personajes enamoradizos y de reporteros encadenados a la página de sucesos, que a la hora de retratar elige la violencia de la anécdota frente a la anécdota la de la violencia. Hay un natural pacífico en Cifré, que en cuantobaja la guardia le sale pimpante como una amapola en el campo. Y a propósito de tener la guardia baja, el boxeador de esta portada, con su ojo a la funerala, hace pensar en el José Luis Ozores desmadejado y brioso que aparece en el cartel de su película El tigre de Chamberí, también del año 1957. Ah, en este mismo ejemplar de El DDT, el personaje de Cifré Amapolo Nevera y su tiíta Nieves se van en taxi a... ¡la calle del Pez!
2 Comments:
A mí no me sorprende la expresión de los personajes del público ante la somanta de palos que le está cayendo a su púgil.
Esas caritas son las mismas que presentan a día de hoy los sufridos simpatizantes/seguidores de un equipo de fútbol de Madrid (¿adivinan cual?)
Pues no se me ocurre, amigo Gordito...Ah!¿Quizá uno que se ha gastado este verano, en fichajes, unos ciento y pico millones de euros?
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