Lady Filstrup (3ª época)

Dedicado a la música ligera, actores españoles y tebeos de Bruguera (porque sí, porque rima).

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lunes, abril 24, 2006

Jorge, los reyes godos y la reina mala


Con ánimo de celebrar el septuagésimo quinto aniversario de la proclamación de la segunda República Española, este burgomaestre estuvo repasando la lista de reyes que han ejercido su majestad en estos lares. La lista se remonta al reinado de Gunderico en el año 409 (d. C.), dato que le impulsa a creer a uno que tan añeja institución tal vez debería ir dando paso a otra, un poco menos anacrónica... Pero no son estas circunstancias que le atañan a uno, ni que incidan en el tema de este weblog (o lo que sea). El caso es que, de entre los de los monarcas que aparecían, me saltaron a la vista los sonoros nombres de algunos personajes Bruguera. Y caí en la cuenta de que casi todos eran de Miguel Bernet Toledano, Jorge.
Tres reyes godos y una reina cristiana
Leovigildo (que reinó entre 572-586), Gundemaro (entre 610-612) y Sisebuto ( entre 612-621) fueron tres reyes godos (más concretamente, visigodos) de los que probablemente tuvo que aprenderse de memoria el niño Bernet antes de verse impulsado a combatir, en el bando de los defensores de la legalidad, en el frente de batalla de la Guerra Civil con tan sólo 15 años de edad. Cuando, siendo ya un hombre y habiendo sobrevivido a las atrocidades de la guerra y a las terribles penalidades de la inmediata postguerra, se dedica a crear monigotes para la editorial Bruguera, el dibujante recurre a estos nombres, largos, estrambóticos y rotundos para caracterizar con ellos a sus criaturas. La más famosa de todas ellas, Doña Urraca, toma el nombre de la hija de Alfonso VI, que fue reina de Castilla entre los años 1109 y 1126 y que perdió su reinado tras ser repudiada por su marido, Alfonso I el Batallador (que repudió a su señora, pero se quedó con su reino).
Leovigildo Viruta
Leovigildo (el rey visigodo) se vio en la penosa circunstancia de enfrentarse con su propio hijo, Hermenegildo, enfrentados ambos por sus diferencias religiosas (arriano el padre y católico el hijo) que terminaron convirtiendo el padre en mártir al hijo. Poco podían suponer ambos que terminarían prestando sus nombres a las más famosas hermanas de la historieta española... Pero vamos con Leovigildo Viruta, que es quien verdaderamente, tiene nombre de rey visigodo.
Este personaje tan insignificante, tiene, sin embargo el honor de ser de los que fundaron el Pulgarcito de historietas, en su etapa iniciada en 1947. Su aspecto es tan irrelevante como su personalidad y sólo una voluminosa gorra consigue llamar la atención del lector. Sus andanzas no superan el nivel de lo anecdótico y no parece tener ninguna ocupación. Deambula ocioso, al encuentro del incidente que dé sentido a la historieta, o se propone modestos objetivos, tales como comprarse un paraguas, o un despertador. Si interviene en la vida de alguien es para terminar siendo víctima suya. Suele terminar las historietas como las empieza: solo; pero en mucho peor situación: maltrecho, encerrado o cruelmente engañado. Del humor que se encuentra en el lenguaje de sus textos, ya hablamos en una anterior entrada. Visualmente, en sus primeros tiempos, resulta un clarísimo antecedente del futuro compañero de Doña Urraca, Caramillo. Aquí le hemos visto en una viñeta de sus comienzos, en la que emplea la palabra de resonancias casi mágicas en aquellos primeros años brugueriles y que se repetía mucho en su publicidad: “Formidable”; en otra en la que ha topado con un bebedor no sólo irredento, sino “pros-etili-tista” y en uno de sus tristes finales (De las viñetas de la lluvia no puedo precisar numeración ni fecha. La del amigo del morapio, sí, es del número 170 de Pulgarcito, de 2 de junio de 1951).

Mi primo, Gundemaro
Diez años después de Leovigildo, reinó Gundemaro (no en la historia oficial, pero sí en la brugueril). Jorge creó este nuevo personaje para la revista DDT en 1957. Su debut, del que aquí traemos muestras, se produjo en el número 330, de fecha 12 de septiembre de 1957. En él descubrimos a un personaje bastante irrelevante, que se afana en acudir a su despacho para luego sestear en él. En sucesivas historietas asistimos a sus intentos infructuosos de prosperar en el mundo de los negocios. Frecuentemente termina dando con sus huesos en prisión, triste sino de tantos personajes brugueriles, habitantes a su pesar de un universo que existía en paralelo a la realidad política de la represión franquista.
Como en el caso de Leovigildo, Gundemaro tiene más relieve en su nombre que en su propia apariencia. Por otra parte, la circunstancia de personalizarlo tanto que Jorge lo presenta al lector como “su primo” le confiere cierta innegable singularidad.
Observando las viñetas seleccionadas, asistimos al fenomenal gusto de Jorge que había ido desarrollando con los años de oficio para caracterizar los fondos con detalles que otorgaban verismo a lo que en otros colegas era mera convención. La singularidad de los edificios y entornos que matizan los fondos de las viñetas (casi siempre callejeras) dan la sensación de que la acción transcurre en algún sitio “real”.
De la historieta de Gundemaro del número 335 (17-10-57) de DDT son las viñetas en las que podemos intuir la admiración que causaba en aquellos años la posesión de un buen automóvil y también, lo importante que era y la felicidad que proporcionaba disponer de un estómago abultado por la ingesta de una copiosa comida. Cosas ambas que hoy en día en nuestra sociedad no valen nada. Tener sólo un automovil carece de relevancia social y tener barriga (ni que sea momentáneamente) sólo procura oprobio y deshonor.
Como detalle anecdótico y curioso, les invito a observar que Jorge acentuaba “a la catalana”, como prueba esta viñeta en la que las “aes” tienen el acento con la inclinación al revés que en castellano, es decir, como se hace en catalán y en francés. Si la lista de los reyes godos estuvo presente en su educación, parece que el catalán también. Igualmente del 358 del DDT es la viñeta en la que le envían a una dirección que tiene todas las trazas de pertenecer al Mundo Bruguera, la tan traída y llevada dirección que cumple las condiciones de los cánones de rigor: un producto del mar en el nombre y el número 13. La jirafa que corretea por el segundo plano de la viñeta no responde a ningún canon. Es, sencillamente, una deliciosa locura.
Sisebuto, el detective astuto
Sisebuto (el rey visigodo) sucedió a Gundemaro en su reinado en esta parte del mundo, allá por el 612 d. C. El personaje de Jorge es el rey de los detectives brugueriles, con permiso de Sir Tim (que era un aficionado) y del Inspector O’Jal (que, a fin de cuentas, era un inspector, aunque ejercía como si fuera autónomo). Sus peripecias, que le llevaban a investigar misterios en las páginas de Pulgarcito a partir de 1953, suelen terminar con el pobre detective tan engañado, confundido y encarcelado como sus compañeros de nombre visigótico.
En esta ocasión, el personaje tiene algo más de fuerza visual con sus grandes ojos, su pipa, su sombrero y sus trajes de detective. Lo que no cambia es su mala suerte ni su soledad, rasgos característicos de la inventiva de ese poeta del monigote que fue Miguel Bernet Toledano, Jorge.
La viñetas puestas aquí están extraídas de las historietas de los números 1156 y 1164 de Pulgarcito, publicadas en 1953. En la primera, Sisebuto es cruelmente engañado y su casa, desvalijada. En la segunda, a Sisebuto le sale un competidor, un tal Canuto, que resulta tan inepto como él, con lo que ambos terminan encerrados en un calabozo al ser confundidos con ladrones, no sin antes haber "vigilado concienzudamente" la "calle del Pez Gordo" (otra vez, la constante piscícola). La actitud de Sisebuto resulta llamativa. Camina con decisión, pero su mirada delata una preocupación bastante timorata, como si no las tuviera todas consigo. Si el trabajo de un detective consiste en averiguar la verdad, en el caso de Sisebuto, la amarga verdad que descubre es que no sirve para detective.
La reina cristiana, Doña Urraca de Castilla
A la Urraca reina la repudió su marido y perdió su reinado. Un final de historieta digno de la Doña Urraca de papel. Doña Urraca encarna la soledad de la maldad. Da imagen al eco que produce la carcajada sorda del que disfruta del daño ajeno. Tiene, no obstante un corazón que gime lastimero por su desgracia. Es fea, es oscura, es malvada, es una incomprendida. Y más que todo eso, es una creación irrepetible, universal, genuina y genial que podría dar imagen a la España Negra si no fuera porque el personaje de Jorge sí que se explica a veces, si que busca compañía, afecto y comprensión, a veces. Porque Doña Urraca, a diferencia de ese concepto que cada uno tiene de la España Negra, sí tiene debilidades, y, sobre todo, porque sí fracasa, tenazmente, en su empeño de hacer la puñeta a los demás.
En las viñetas de los primeros años de la malvada bruja (porque está claro que se trata de una bruja sin artes ocultas, pero bruja al fin y al cabo) encontramos la más exacerbada y apasionada búsqueda del mal ajeno y también la violencia más descarnada y lacerante. Con el transcurso de los años, esta virulencia se fue diluyendo en la misma medida que los tebeos Bruguera se iban infantilizando (como si los niños fueran inocentes). Concretamente, las viñetas de esta entrada se publicaron en el número de Pulgarcito de fecha 2 de junio de 1951, pero no puedo dar la numeración porque el ejemplar que tengo en el que figura tiene las tapas cambiadas. Gajes del oficio. En ellas, la “mala señora” se desliza por una vertiginosa pendiente hacia la locura final ante la benignidad del castigo que un padre aplica a su díscolo hijo. Su frenesí iracundo alcanza niveles nunca vistos. Bueno, sí, tal vez Adolf Hitler en un mal día...
Los finales de Doña Urraca, como los de Leovigildo, Sisebuto y Gundemaro son la misma cosa: una asunción de que no se puede luchar contra el destino.

24 Comments:

Blogger Los Burgomaestres said...

¡Genial e instructiva entrada, amigo y compañero burgomaestre! Por cierto... ¿así que eran Leovildo y Hermenegildo..., vaya, vaya...?

lunes, abril 24, 2006  
Blogger Gordito Relleno said...

Qué instructivo y pedagógico, amigo burgomaestre.Y hay que ver qué buen surtidor de nombres de personajes fue la lista de los reyes godos. Los pobres Zipi y Zape acabaron más de una historieta en el cuarto de los ratones recitándola: Ataulfo, Recaredo, Wamba....

lunes, abril 24, 2006  
Anonymous Anónimo said...

>>> no se puede luchar contra el destino>>>

Gran verdad.

Si lo sabré yo que intento ordenar papeles en la biblioteca de la calle Amalarico...
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lunes, abril 24, 2006  
Blogger Yordi (Y.) said...

¡Gran lista de reyes Godos! ¡Y sin nombrar a las Hermanas Gilda! Miguel Bernet, Jorge, es uno de mis autores Brugera preferidos por lo expresivos que son sus dibujos, siempre me encantó como reflejaba la ira... Y Doña Urraca es uno de los personajes más grandes de la historia del cómic, sin ningún tipo de aditivos...

lunes, abril 24, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Hola, hola: hombre, esta entrada tiene el valor que le da haber nacido de la casualidad, esa Reina Loca que rige a su súbdito, el vasallo Destino. Gracias por los comentarios. Las Gilda, claro está que se han nombrado aunque no explícitamente. Vázquez hizo la pirueta verbal de mezclar los nombres de los visigodos con la Gilda hollywoodiense (estrenada en España el 1 de febrero de 1948, pese a ser un film producido en 1946). Lo de ser instructivo, no me lo tengáis en cuenta, amigos, os cuento cosas de las que me acabo de enterar ¡con siglos de retraso!! ¡¡No os traigo noticias frescas, precisamente! En cuanto a la expresividad de Jorge, amigo Choko, ya le digo: para mí, Jorge captaba y expresaba como nadie lo pasional, lo sensible, lo sensitivo en sus personajes. Gracias a todos por los comentarios. Voy a descansar un poco.

lunes, abril 24, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Pues lo mío me ha costado ponerme al dia, tras incoporarme a este su magnífico weblog (o lo que sea) con un par de meses de retraso, no por la calidad de las entradas, claro, que son todas una auténtica maravilla, sin excepción, sino por su ingente cantidad, sencillamente abrumadora, pero al fin lo he conseguido, ya ven.

Y una vez leídos todos y cada uno de los escritos que han ido colgando desde el día de la inauguración, y una vez contempladas todas y cada una de las deliciosas imágenes con las que tienen a bien acompañarlos siempre, no resta sino transmitirles mi más sincera y entusiasta felicitación, a ustedes, señores burgomaestres, y a los amables invitados que les visitan, aquí en los comentarios, por la impagable labor que andan realizando entre todos en este bendito weblog (o lo que sea).

Eso y agradecerles, cómo no, que nos anden descubriendo ahora a los más jóvenes, a través del presente espacio, y aunque sea parcialmente, el legado tan rico y valioso que atesora nuestra historieta, pues somos muchos los aficionados al noveno arte que no llegamos a conocer a todos estos personajes, ni a sus autores, más allá de los que todavía pervivían por aquel entonces, y hasta hoy en día, incluso, gracias a su tremenda popularidad (o sea, Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Superlópez, y poco más), por coincidir nuestra infancia y/o adolescencia con el ocaso del imperio Bruguera,.

Y me encanta descubrirlos, dicho sea de paso, así, como ustedes los presentan, envueltos en sus interesantes cavilaciones, y poquito a poco, que si algo recuerdo de las pocas revistas que llegué a leer en su momento de la editorial del gato negro es que empachaban cosa mala, con tantas historietas similares, en su temática y su grafismo, tan seguidas. Solo así, como ustedes lo hacen, dedicándole a cada autor el tiempo que merece, y observando detenidamente la obra de cada cual, llega uno a distinguir sus dibujos, como empiezo a hacer ahora, antes incluso de leer la firma, al pie de la viñeta, y no como antes me sucedía, que todos me parecían el mismo, o casi, tan juntos y revueltos como me los vendían.

No creo que vaya a poder aportar demasiado (la mirada de quien se acerca por primera vez a estos tebeos, si acaso), debido a este desconocimiento del que les hablo, pero lo que sí haré con total seguridad, a partir de ahora, será seguir muy de cerca este apasionante weblog (o lo que sea), para continuar disfrutando, aprendiendo y contangiándome de ese amor y ese respeto por la producción de la factoría Bruguera que derrochan ustedes al escribir, en cada palabra de cada párrafo de cada entrada.

Y no me enrrollo más, que ya bastante me he enrrollado, caramba.

Un saludo.

P.D.: Tan solo por haber engendrado a esa bestia parda del dibujo que es mi admirado Jordi Bernet, ya merecería un sitio de honor en el olimpo de la historieta el creador de Doña Urraca. Que no deja de resultar curioso, por cierto, que si bien en lo gráfico el hijo se muestra más deudor de las corrientes norteamericanas que de las autóctonas, en lo temático en cambio, barrunto, heredó de su padre, junto con el tablero de dibujo, los pinceles y las deudas, y aunque no sea guionista de las historias que ilustra, el gusto por los personajes malvados y las atmósferas insanas, lúgubres, sórdidas, no contempladas desde el prisma decididamente humorístico de su progenitor, eso sí, sino desde una óptica ya más seria, aunque no desprovista de ironía. Vamos, digo yo.

martes, abril 25, 2006  
Blogger Raul Sensato said...

Qué bonita entrada en la wikipedia: personajes históricos que han cedido el nombre a personajes de ficción. Qué belleza...

martes, abril 25, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Querido amgigo Alfred, muchas gracias por su espléndido y generoso comentario. Somos nosotros quienes tenemos que agradecerle con nos dedique tanto tiempo y una antención tan cuidadosa. Aquí tiene un puñado de amigos para darle entretenimiento, alguna que otra información y también un algo de compañía. Cuente con nosotros para cualquier cosa.

Don Raúl ¡¡¡muchas gracias por sus comentarios, como siempre!!! Para belleza, la que ud. nos proporciona desde su blog y sus numerosos otros escritos.

martes, abril 25, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Además del tablero de dibujo también heredó el personaje, Alfred. Tras la muerte de su padre se encargó de dibujar a Doña Urraca durante varios años.
Supongo que serán los suyos, los episodios que leímos los que nacimos a finales de los sesenta.

martes, abril 25, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Lo sé, lo sé, VM, pero gracias igualmente por el dato.

Ya alguien lo mencionó en alguno de los comentarios pasados, y suele ser habitual en entrevistas y demás que le pregunten a Bernet por el asunto, al haber sido esa su (dramática) entrada profesional en el mundo del cómic.

Un saludo.

martes, abril 25, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Hola, hola: soy el otro burgomaestre (siempre soy el otro, no sé cómo me las arreglo) que quería agradecer emocionado los últimos comentarios. La verdad, uno se hace mayor (mayor de viejo, vamos) y cuando se encuentra con regalos tan valiosos como su generoso comentario, amigo Alfred o el suyo, amigo Raul, uno, que está más justito de fuerzas que el marido de la Blasa (portera de su casa -ya le dedicaremos un post, cualquier día de estos-), pues se va uno a dormir (porque no puede ni con el pelo) sin poner nada en el Blog y... se siente uno un poco mal, pero bueno, ustedes, que son tan amables, ya dispensarán. A ver si mi compañero, que es dos años más joven que uno y rebosa de vigor, les pone alguna entrada de las suyas (que son las buenas).

miércoles, abril 26, 2006  
Anonymous Anónimo said...

No, hombre, no; qué se va a sentir usted mal, ni se va a sentir usted mal, amigo burgomaestre. Váyase y tome su, a buen seguro, merecido descanso, que sin forzarlas es como mejor suelen salir siempre las cosas.

Y si hoy no han posteado nada, pues ya mañana lo harán.

Y si no al siguiente.

Y si no al otro.

Y aquí estaremos todos para leerlo.

Faltaría más.

Un saludo.

miércoles, abril 26, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Amigos Burgos: ¿qué pasó con la sección Archives?

miércoles, abril 26, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

El compañero burgomaestre es siempre tan generoso...
Amigo Alfred, gracias por sus visitas y por su comprensión.
Querido amigo Edén, el título de Archivos anda, suponemos, donde le corresponde, pero los links de cada mes están, vaya ud. a saber cómo o por qué, al final de esa misma columna. En fin, un paso más en pos de la organización universal.

miércoles, abril 26, 2006  
Blogger Chespiro said...

Muy buen post, amigos.
Y me alegro de ver a nuevos contertulios.
Siento mi ausencia de su blog, amigos burgos, y del mío.
Espero que no se repita,pero la informática es muy joía.
Por cierto, al leer el post yo tampoco he podido quitarme de la cabeza a los hermanos Zapatilla...

jueves, abril 27, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Querido amigo Chespiro, nos extrañaba un poco que no actulizase su blog estos días; pero asimismo, ¿cómo extrañarnos de eso, nosostros, que somos dos y no damos abastos? En culaquier caso, es todo un placer y un honor disfrutar de sus visitas y sus comentarios, y de su blog, por supuesto.

jueves, abril 27, 2006  
Anonymous Anónimo said...

De Primo Carnera... también me suena que uno de los nuestros habló...

(¡¡El tipo, aquel, ja, a capones con el Gran Gorila!!)
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viernes, abril 28, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

¡Qué buena la escena esa de los forzudos jugando al soka tira con King Kong! Y a propósito de forzudos, un amigo maravilloso nos regaló una vez el libro "El Samsó mallorquí. Sebastià Llull Melis", de Tomeu Ferrer. Edicions Documenta Balear, 2002. Traduzco:
"Ésta es la historia de Sebastià Llull (Manacor, 1930), ¡el Sansón de Sant Llorenç, el Sansón mallorquín del siglo XX!, un hombre de natural bondadoso, dotado de una fabulosa fuerza física."

Y ahora copio un poquito de un programa del Gran Price de Barcelona, 26 de septiembre (es decir, fiestas de la Mercè) de 1956:
"... El gran campeón del Mundo de fuerza
El Sansón del siglo XX
cuyas proezas de fuerza han merecido el honor de ser filmadas y dadas a conocer al mundo entero, como cosa excepcional por el noticiario NO-DO...
...Como colofón y último número, arrastrará con los cabellos un coche de cualquier marca con todos sus ocupantes..."

viernes, abril 28, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Nos hemos liado con lo de la lucha...

Creo que no íbamos en esta posta, Burgos.
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viernes, abril 28, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

En efecto, amigo Jesús; pero quedaba más claro contestarle aquí seguido. De Pedrusco Brutote quizá mi compañero Burgo sepa darle razón, lo que yo recuerdo es que Peña dibujaba a menudo toreros pasando por la calle, con el traje de luces puesto..., claro, sino de qué iba a saber uno que eran toreros...

viernes, abril 28, 2006  
Anonymous Anónimo said...

¡ Ah, sí, ya vi al Brutote !

(Hablo del personaje de Peña, que no de Jaime Ostos...).

(Prometo enmendarme y colocar cada nota en su posta oportuna: el alcéimer me acosa cual sierra del alcalde cobardón a los desprotegidos plátanos de la encantadora Baronesa Thyssen).
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sábado, abril 29, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Ya, don Jesús, pero como la cosa también ha ido de toros y toretos en otros comentarios... Tiene ud. mucha razón, hay alcaldes que son como un alzeimer para sus ayuntamientos, en el más evidente de los sentidos.

sábado, abril 29, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Hallo I absolutely adore your site. You have beautiful graphics I have ever seen.
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viernes, julio 21, 2006  
Blogger yanmaneee said...

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sábado, septiembre 28, 2019  

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