Lecturas de verano (2). ¡Viva Salgari!
"A mis editores: A vosotros, que os habéis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semi-miseria o aún peor, sólo os pido que en compensación por las ganancias que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma. Emilio Salgari". Así acaba la nota que dejó el escritor Emilio Salgari al punto de quitarse la vida como un samurai.
Con el tímido invierno que nos han traído estos días de agosto a Barcelona, hemos tenido que ponernos el albornoz del Barça, pues el bañador ya va siendo poco. Y al resguardo de una marquesina, nos hemos dejado llevar por el bravo oleaje de la lectura de un puñado de tebeos inspirados en las aventuras de Emilio Salgari. ¡Nos encanta leer tebeos con aventuras de Salgari, desde luego! El caso es que andábamos contemplando unas viñetas de nuestro admirado
Julio Vivas, las que pertenecen al álbum de Joyas Literarias Juveniles Las dos pruebas de Sandokán (1979, la adaptación, y acaso el título, pertenece al argentino González Cremona), y de repente ha llegado un cofre flotando hasta la orilla donde nos encontrábamos, y a por él que nos hemos lanzado de cabeza. Lo hemos abierto, ¡por supuesto!, no sin antes vernos en la tesitura de tener que reventar los cerrojos con nuestras pistolas de bucaneros. Y ¿qué había en su interior? ¡Un mapa, un catalejo, un kris malayo, un loro disecado y un libro en italiano, del que a continuación traducimos un delicioso apartado, con la ayuda de nuestro amigo Mortadello Filemoni, burgomaestre de Percebini!
Se trata, el libro, de la obra Viva Salgari! (Aliberti editore, 2005), y es una antología de reflexiones y recuerdos de cerca de un centenar de escritores, poetas, geógrafos, cartógrafos, viajeros, periodistas… italianos, todos referidos a Emilo Salgari, que el filólogo Giuseppe Turcato, vera auctoritas en Salgari, pidió a estos dispares lectores y deudores del gran autor de Verona entre 1964 y 1965, todavía al calor del centenario de su nacimiento, que se había celebrado en 1962.
Nos ha impresionado extra literariamente uno de los dos comentarios ofrecidos por el capitán de barco y viajero polar Silvio Zavatti(Forlì 1917 – Ancona 1985), que es el que a continuación reproducimos. Ahí va:
Salgari
y la difusión
Con el tímido invierno que nos han traído estos días de agosto a Barcelona, hemos tenido que ponernos el albornoz del Barça, pues el bañador ya va siendo poco. Y al resguardo de una marquesina, nos hemos dejado llevar por el bravo oleaje de la lectura de un puñado de tebeos inspirados en las aventuras de Emilio Salgari. ¡Nos encanta leer tebeos con aventuras de Salgari, desde luego! El caso es que andábamos contemplando unas viñetas de nuestro admirado
Julio Vivas, las que pertenecen al álbum de Joyas Literarias Juveniles Las dos pruebas de Sandokán (1979, la adaptación, y acaso el título, pertenece al argentino González Cremona), y de repente ha llegado un cofre flotando hasta la orilla donde nos encontrábamos, y a por él que nos hemos lanzado de cabeza. Lo hemos abierto, ¡por supuesto!, no sin antes vernos en la tesitura de tener que reventar los cerrojos con nuestras pistolas de bucaneros. Y ¿qué había en su interior? ¡Un mapa, un catalejo, un kris malayo, un loro disecado y un libro en italiano, del que a continuación traducimos un delicioso apartado, con la ayuda de nuestro amigo Mortadello Filemoni, burgomaestre de Percebini!
Se trata, el libro, de la obra Viva Salgari! (Aliberti editore, 2005), y es una antología de reflexiones y recuerdos de cerca de un centenar de escritores, poetas, geógrafos, cartógrafos, viajeros, periodistas… italianos, todos referidos a Emilo Salgari, que el filólogo Giuseppe Turcato, vera auctoritas en Salgari, pidió a estos dispares lectores y deudores del gran autor de Verona entre 1964 y 1965, todavía al calor del centenario de su nacimiento, que se había celebrado en 1962.
Nos ha impresionado extra literariamente uno de los dos comentarios ofrecidos por el capitán de barco y viajero polar Silvio Zavatti(Forlì 1917 – Ancona 1985), que es el que a continuación reproducimos. Ahí va:
Salgari
y la difusión
de la geografía
Egregio señor:
Le agradezco vivamente su carta del 15 del corriente, que llega desde Turín.
He mantenido siempre una relación de afectuosa amistad con el pobre Omar Salgari.
En relación a lo que Vd. me solicita en lo tocante a las novelas polares de Salgari, he escrito un artículo más bien largo, del cual, sin embargo, no tengo copia disponible. Ha sido publicado en el Anuario Scolastico 1963-1964 de la escuela nacional de enseñanza media "I. Nievo", de Spilimbergo, cuyo director se lo podrá facilitar. Obtendrá una respuesta suya sobre este asunto polar.
Hace muchos años, junto con algunos amigos, publicamos un grueso volumen titulado Testimonianze e documentazioni su Emilio Salgàri. No tengo ni una sola copia: me la tomó prestada el pobre Omar. Se la envié, luego llegó su muerte y del libro nada más supe.
No tengo nada en contra de "confesarme" a Vd., pero me permitirá ponerle la condición de que mi nombre no deba aparecer entre los nombres de personas fascistas de ayer y de hoy. En caso de Vd. se vea en situación de tener que citar tales nombres, le ruego que no incluya el mío.
1) Los libros de Salgari hicieron mis sueños más bellos y aquel mundo es todavía uno de los recuerdos más bellos de mi infancia.
2) Si seguí estudios náuticos, navegué, me dediqué a la Geografía, he dirigido ya cuatro expediciones científicas polares, lo debo exclusivamente al estímulo recibido en la lectura de los libros de Salgari.
3) Creo en la validez educativa de los libros de Salgari, a pesar de que el amor hacia esos libros haya menguado un poco entre los jóvenes, en ventaja de los tebeos.
4) Salgari odiaba solamente a los ingleses ¡y fue este aspecto suyo lo que hizo que el fascismo tomase al escritor como un "precursor"! Nada mas falso, pues Salgari nunca ha instruido en la violencia. Únicamente los buenos y los justos debían vencer.
5) Mantengo que los verdaderos libros de Salgari son todavía válidos. Que retiren del mercado los que no llevan el nombre de Emilio y que fueron escritos por otras personas (aunque en la cubierta aparezca el nombre de Nadir Salgari y Omar Salgari): son perfectos en sintaxis y en gramática, pero privados de la acción cinematográfica, que es la característica más valiosa de los libros de Salgari.
Quedo a Su disposición para cualquier otra aclaración, y le saludo a Vd. con vivo afecto.
Silvio Zavatti
(NOTA de los burgomaestres: la foto de Emilio Salgari con Motta procede de www.roman-daventures.info; la de Salgari con la medalla sale de www.polistampa.com, y la del barbado Silvio Zavatti viene de www.museopolare.it. Si quieren oír la cara B de este disco, pinchen aquí.)
Egregio señor:
Le agradezco vivamente su carta del 15 del corriente, que llega desde Turín.
He mantenido siempre una relación de afectuosa amistad con el pobre Omar Salgari.
En relación a lo que Vd. me solicita en lo tocante a las novelas polares de Salgari, he escrito un artículo más bien largo, del cual, sin embargo, no tengo copia disponible. Ha sido publicado en el Anuario Scolastico 1963-1964 de la escuela nacional de enseñanza media "I. Nievo", de Spilimbergo, cuyo director se lo podrá facilitar. Obtendrá una respuesta suya sobre este asunto polar.
Hace muchos años, junto con algunos amigos, publicamos un grueso volumen titulado Testimonianze e documentazioni su Emilio Salgàri. No tengo ni una sola copia: me la tomó prestada el pobre Omar. Se la envié, luego llegó su muerte y del libro nada más supe.
No tengo nada en contra de "confesarme" a Vd., pero me permitirá ponerle la condición de que mi nombre no deba aparecer entre los nombres de personas fascistas de ayer y de hoy. En caso de Vd. se vea en situación de tener que citar tales nombres, le ruego que no incluya el mío.
1) Los libros de Salgari hicieron mis sueños más bellos y aquel mundo es todavía uno de los recuerdos más bellos de mi infancia.
2) Si seguí estudios náuticos, navegué, me dediqué a la Geografía, he dirigido ya cuatro expediciones científicas polares, lo debo exclusivamente al estímulo recibido en la lectura de los libros de Salgari.
3) Creo en la validez educativa de los libros de Salgari, a pesar de que el amor hacia esos libros haya menguado un poco entre los jóvenes, en ventaja de los tebeos.
4) Salgari odiaba solamente a los ingleses ¡y fue este aspecto suyo lo que hizo que el fascismo tomase al escritor como un "precursor"! Nada mas falso, pues Salgari nunca ha instruido en la violencia. Únicamente los buenos y los justos debían vencer.
5) Mantengo que los verdaderos libros de Salgari son todavía válidos. Que retiren del mercado los que no llevan el nombre de Emilio y que fueron escritos por otras personas (aunque en la cubierta aparezca el nombre de Nadir Salgari y Omar Salgari): son perfectos en sintaxis y en gramática, pero privados de la acción cinematográfica, que es la característica más valiosa de los libros de Salgari.
Quedo a Su disposición para cualquier otra aclaración, y le saludo a Vd. con vivo afecto.
Silvio Zavatti
(NOTA de los burgomaestres: la foto de Emilio Salgari con Motta procede de www.roman-daventures.info; la de Salgari con la medalla sale de www.polistampa.com, y la del barbado Silvio Zavatti viene de www.museopolare.it. Si quieren oír la cara B de este disco, pinchen aquí.)
5 Comments:
Salgari ha sido uno de los grandes pedagogos europeos. El hecho de que no se le dedique ni una página en las historias de la pedagogía es un índice claro del estado del timón de esta pseudociencia y una explicación cabal del actual erial escolar. He dicho.
Don Gegorio: la pedagogía se fue al infierno cuando se convirtió en psicopedagogía.
Los burgomaestres, con la escuela moderna.
Excelente entrada, compañero. Como siempre, atrayendo nuestra atención sobre algo verdaderamente interesante. Gracias por ello, amigo.
¡Vaya tifón malayo el de anoche en Barcelona, amigo y compañero burgomaestre!
¡¡Una noche de mil demonios, amigo mío!! Suerte que uno ya sólo vive la noche a cubierto (y no en cubierta). La vida noctámbula se le acabó a uno... allá por el 1988, más o menos. ¡Rediez, cómo pasa el tiempo!!
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