Negras visiones

En términos generales, la entrada sobre los almanaques de Bruguera está progresando (trabajosamente, eso sí) bajo el signo preferente del color y hasta de la euforia. Son los almanaques publicaciones propicias para el derroche tonal y el dispendio de la ilusión y la alegría, y, sin embargo, en determinados momentos, este burgomaestre se ha visto asaltado por imágenes y textos de una negrura descorazonadora. Como me han parecido notas discordantes del conjunto y, sin embargo, más que dignas de ser difundidas (al menos, en la medida que este burgomaestre puede), he seleccionado dos perlas debidas a los genios respectivos de Jorge (Miguel Bertet Toledano) y Conti (Carlos Conti Alcántara) tomadas del mismo ejemplar, el Almanaque del DDT para 1960.

La obra de Jorge, la historieta titulada “Historia de Navidad”, representa una amarga y desesperanzada visión negra de la condición humana, digna de emparentarse con producciones de Francisco de Goya o José Gutiérrez Solana (¡¡Por Dios, esa ilustración del título!!). El final, en el que alguna directriz censora ha impuesto la promesa de la acción policial (en la España de Franco, el mal siempre debía recibir su correspondiente castigo –y, en muchas ocasiones, también el bien, añado yo-, jamás podía quedar impune) era brutal en su concepción original.. Alguien que no fue Jorge dibujó esas torpes figuras a través de la ventana de la residencia de la bellaca Pepa para mitigar el golpe que recibe el lector. En todo caso, la plancha es de antología, una obra de arte negra, agria y genial hasta el último golpe de plumilla.

Por su parte, Conti exhibe su inteligencia extraordinaria con la seguridad del sabio que emite su oráculo: “¡1960 será así!”, exclama. Y desnuda la tontería de esa familia (can incluido) que llora unida ante el televisor, y la ferocidad de los fumadores que llevan a los científicos al cadalso por el delito de haberles incordiado su chupeteo puro-pueril, y vaticina la soledad del hombre en la luna por falta de fútbol (denunciando así la alienación que por causa del balompié sufrimos los terrícolas) y, siguiendo con el pelotón, desvela la podrida rabia que brota del aficionado, y, en general, pinta un futuro próximo sumido en la oscuridad, escrita con Hache. Una página tan brillante como hilarante, tan deslumbrante gráficamente, como intensa de intención.

PD: La entrada de los almanaques sigue en camino...¡¡lo que pasa es que se encuentra uno con tantos vericuetos!! Igual, en lugar de hacer una sola entrada grande termino haciendo dos mil entradas pequeñas. ¡¡Tendríamos almanaques para todo el 2007!! Veremos.