Francisco Sánchez: la voz corpórea
El caso de nuestro protagonista de hoy es diferente. Francisco Sánchez fue uno de esos actores profesionales del doblaje de los que difícilmente se llegó a conocer su aspecto físico. La excelencia de su trabajo como doblador no encontró similar alcance en sus intervenciones como actor “presencial”. Si su voz está presente con innegable relevancia y deslumbrante prestancia en un gran número de películas, su filmografía como actor es, por el contrario, bien exigua.
De la trayectoria profesional de Francisco Sánchez, gracias a la información gentilmente proporcionada por un amigo de este weblog, Rikar Arregi (quien a su vez la recabó de Jorge Montalvo, una autoridad en la materia), corroborada, además, por otro amigo y visitante de Lady Filstrup, al que conocemos como “Rubioserrano”, podemos decir que inició su carrera hacia 1941 o 1942, en Fono España, y que al cabo de un lustro, aproximadamente, dejó esa empresa para pasar a los estudios de doblaje de “Sevilla Films”, en compañía de Hugo Donarelli. Pasa allí otros cinco años, lo que nos sitúa en 1952, momento en el que Donarelli marcha a “Chamartín” y Francisco Sánchez (Paco Sánchez, como le llamaban los compañeros de la profesión) funda la cooperativa “Oro Films” con Salvador Arias, en “Sevilla Films”. A mediados de 1955, los dos se van a “Exa Films”, empresa en la que trabajan juntos hasta que, a finales de 1959, Francisco Sánchez forma “Sago”, dentro de “Exa Films” y Salvador Arias, por su parte, funda “Audio Films”, para “Fono España”. Francisco Sánchez, para quien sus compañeros reservaban los más cálidos elogios ( “Un actor fabuloso”, “hombre cultísimo”, "la persona más excepcional que haya conocido”) siguió en Exa films hasta su fallecimiento, que tuvo lugar en 1988.Tal como certifica la web eldoblaje.com, Francisco Sánchez aportó su magnífica voz a grandes actores internacionales, tan universales y míticos como Cary Grant, Gary Cooper o Charles Boyer, y en su haber se encuentran personajes tan inolvidables como el de Rufus Hannassey, encarnado por Burl Ives en la pantalla, el patriarca de la familia Hannassey en “Horizontes de Grandeza” (William Wyler, 1958), o el Addison De UIT de George Sanders en “Eva al desnudo” (Joseph L. Mankiewicz, 1950), o el sir Wilfrid de Charles Laughton en la excelente “Testigo de cargo” (Billy Wilder, 1957), o el Mitch que hiciera Karl Malden en “Un tranvía llamado deseo” (Elia Kazan, 1951), o el Zampano de Anthony Quinn en “La strada” (Federico Fellini, 1954), o el inolvidable Gino Monetti de Edward G. Robinson en “Odio entre hermanos” (Joseph L. Mankiewicz,1949), o el mismísimo Vito Corleone del titán Brando en “El padrino” (Francis Ford Coppola, 1972), hasta contabilizar 366 registros, cifra sin duda muy estimable, entre los que cabe reseñar también que no dejó de doblar a Pat Hingle, actor norteamericano con el que guardaba un más que razonable parecido, en un muy curioso western, “Invitación a un pistolero” (Richard Wilson, 1964).
Una filmografía tan deslumbrante, en cuanto a títulos de categoría universal, resulta imposible de comparar con la que, como actor de cine, pudo establecer Francisco Sánchez. La recogida en la base de datos internáutica IMDB arroja un total de tan sólo cinco títulos de producción hispana y uno más, el de “Our man in Marrakesh” (Don Sharp, 1966), de nacionalidad británica con algunas estrellas internacionales en la cabecera de cartel. Es en tres de las películas españolas en las que intervino de donde este burgomaestre ha extraído los fotogramas que ilustran estas líneas dedicadas al actor. Dos las firmó la pareja artística que durante varios años de la década de los cincuenta formaron el director Rafael Gil y el guionista y productor Vicente Escrivá para la productora Aspa Films. La primera de ellas fue “El canto del gallo”, adaptación de una novela del diplomático José Antonio Giménez Arnau, de quien ya habían adaptado un año antes su galardonada obra “Murió hace quince años” (otra entrega del cine anti-comunista propio del Régimen). En este título, del que ya hablamos aquí con ocasión de la entrada dedicada al actor alemán de carrera profesional española, Gerard Tichy, Francisco Sánchez viste el uniforme del ejército húngaro en una secuencia en la que su personaje hace gala de una muy risueña brutalidad cuando, en compañía de otros camaradas, se propone correrse una juerguecita alcohólica y carnal, a base de vodka y del concurso de la prostituta que representaba la actriz Jacqueline Pierreux. Un ingrediente con el que no contaban los desenfrenados (y, por supuesto, lascivos y brutales) sicarios de la causa marxista, es la presencia del cura huido y oculto que se presenta en medio de la juerga, al que incorpora Paco Rabal, que viene, precisamente, de traicionar involuntariamente a un compañero sacerdote y de entregarlo a la represión comunista. La mortificación a que es sometido propicia un estallido nervioso y una confesión de su condición que, afortunadamente para su integridad física, no es creída. Francisco Sánchez que tenía una hermosa voz de galán varonil, disponía de una presencia física corpulenta y de un rostro más bien tosco. Esta dualidad se correspondía, como podemos comprobar repasando los personajes que se le adjudicaban en los doblajes, con los dos tipos de papeles a los que prestaba su voz. En cambio, al ponerse él mismo ante la cámara, la faceta de galán se evaporaba y sólo quedaba, solo, el bruto.
Bastante primitivo y brutal resulta también el policía que interpreta en “¿Crimen imposible?”, la película de César Fernández Ardavín estrenada en 1954 de la que hemos hablado aquí ya en dos ocasiones anteriores, con motivo de sendas entradas dedicadas a Gerard Tichy y a Ángel Picazo. A Francisco Sánchez le cabe el honor de iniciar el metraje de la cinta con su actuación como policía glotón que saquea la “frigidaire” de la víctima a la espera de que lleguen el juez y su superior, el inspector que interpreta José Suárez. La despreocupada desgana con la que sugiere a Irene Caba Alba (la madre de los hermanos actores Irene, Julia, y Emilio Gutiérrez Caba), que hace de asistenta del finado escritor Certal, que se apresure a limpiar la sangre de la escena del crimen, porque “mancha muchísimo”, mientras devora un bocadillo da muy bien la medida de la personalidad de su papel.
Su labor en la cinta de Fernández Ardavín se vio justamente recompensada con el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos "Premio Jimeno" a una labor novel, correspondiente al año 1954, superando a los otros nominados que fueron, completando la terna, Ladislao Kubala e Irán Eroy, quienes actuaban ambos en "Los ases buscan la paz", de Arturo Ruiz Castillo.
Por último, en una más que probable trasposición fílmica del productor y director Ignacio F. Iquino (véanse las gafas de gruesa montura como elemento caracterizador), Francisco Sánchez hace el papel de un productor catalán en “La gran mentira” (Rafael Gil, 1956), al que, en el transcurso de una fiesta, un guionista pelmazo, interpretado por el pintoresco José Ramón Giner (uno de esos característicos inefables que merecerá con todos los honores una entrada en este weblog), se obstina en colocarle alguno de sus trabajos. Cuando cree que ha conseguido dar esquinazo al insistente guionista, se relame ante la proximidad de una “starlette” (Tere del Río), aunque nuevamente, el menudo José Ramón Giner consigue hacer presa en él. Ante las constantes atrocidades que, como proyectos, le propone el guionista (un subterfugio para que el tándem Gil-Escrivá critique el tremendismo del cine-denuncia del momento), el personaje de Francisco Sánchez le espeta: “Mire usted, entre la gente que asiste a esta fiesta los hay que me deben cuatro millones de pesetas…!!Me va a hablar a mí de desgracias!!”.
“La gran mentira” fue una película de las escasas en las que el cine español se ha dedicado a retratar el interior del mundo del cine. Con el moralismo característico en la primera etapa de la obra de su guionista, se trata de una fábula que pone de relieve la despiadada ambición que impera en la profesión cinematográfica entendida según los parámetros del llamado “Star System” norteamericano, trasladados a la realidad española. El film resulta valioso hoy, sobre todo, además de por la acostumbrada pericia narrativa de su director, uno de los pocos poseedores en aquellos años de una técnica más homologable al estándar hollywoodiense, por las prestaciones de un reparto sensacional , con Paco Rabal como protagonista, en el papel de un galán “fuera de circulación” por las intrigas de una estrella femenina (Jacqueline Pierreux), amante de un poderoso y egocéntrico productor(un espléndido Juan Calvo). La irrupción en este cerrado y turbio ambiente de un elemento puro, encarnado por la hermosísima Madeleine Fischer, una joven inválida, maestra de escuela de un pueblecito, que gana un concurso radiofónico en el que participó por intermediación de su padre (Rafael Bardem) provoca el conflicto, las complicaciones sentimentales y, finalmente, la redención por amor. En este entramado melodramático, se suceden intervenciones muy jugosas de toda una galería de “cameos” y números breves a cargo de artistas tales como Fernándo Fernán Gómez, que aparece del brazo de José Luis Sáenz de Heredia, de Bobby Deglané, de Bioscas, de Rafaela Aparicio y Milagros Leal, o de José Luis Ozores (que, en la sala de espera del productor, repleta de retratos suyos, exclama para sí: “¡Y pensar que yo a este le conocí de pastor de cabras en el pueblo!”), entre otros. En este desfile de personajes, que componen el microcosmos de la película, el que incorpora Francisco Sánchez es uno más, el tipo de productor llano, directo, ocupado exclusivamente en obtener beneficios. Una vez más, aunque vista esmoquin, un personaje escasamente refinado, un hombre con la sensibilidad de un tanque (un poco en la línea del Eugene Pallete en “Las tres noches de Eva” (Preston Sturges, 1941), al que muy apropiadamente prestó la voz en el doblaje español), a cargo de un actor al que todo el mundo ha escuchado en infinidad de ocasiones pero al que muy pocos han visto, Francisco Sánchez, una voz de príncipe encerrada en una apariencia de patán.
PD: La última película de producción española en la que actuó Francisco Sánchez, “Molokai, la isla maldita” (Luis Lucia, 1959) tendrá su comentario en un futuro, cuando este burgomaestre la haya visto, y con motivo de la entrada dedicada a cualquiera otro de los fenomenales actores que participan en ella.
PD2: Como muestra de la voz de Francisco Sánchez había colgado aquí una secuencia en la que, precisamente, no se mostraba el rostro del actor doblado, con lo que el amable lector de Lady Filstrup no habría tenido ninguna dificultad en imaginar al propio actor interpretando la secuencia. Se trataba de un fragmento de “Sólo se vive dos veces” (Lewis Gilbert, 19666), una muy mediocre entrega de la serie Bond original. El villano al que prestaba su voz nuestro protagonista de hoy, Ernst Stavro Blofeld, lo encarnaba un desfigurado Donald Pleasence. Como Youtube tuvo a bien "descolgarlo" (por temor, se supone, a incurrir en la justa ira de su Graciosa Majestad Británica), he sustituido las imágenes por una presentación de las fotos de Francisco Sánchez.
PD3: Esta entrada debe su existencia al interés de un amigo visitante de Lady Filstrup quien puso a este burgomaestre sobre la pista de Francisco Sánchez. Vaya para él mi gratitud, ya que si hoy soy un poco menos ignorante que hace una semana es en virtud de su curiosidad.
Última POST DATA: “Encore” Francisco Sánchez
Era una ingenuidad pensar que la filmografía de nuestro protagonista se acababa en el puñado de títulos que figuran en IMDB. Alguien vinculado profesionalmente al cine mediante el doblaje, al menos, hasta 1978, resultaba poco creíble que no interviniera en algún otro film. Así, tan sólo dos días después de haber “cerrado” la entrada sobre Francisco Sánchez, este burgomaestre se ha visto sorprendido con una inesperada aparición del actor en la película producida por Enrique Urrutia presentada por Chamartín y realizada en régimen de co-producción con Italia, dirigida por Ramón Fernández, “Siete minutos para morir”(1971). Se trata de un producto derivado de la “fiebre Bond”, algo tardío, sin ninguna otra pretensión que distraer someramente al público con una enrevesada trama y grandes dosis de acción. La peripecia incluye un decisivo documento en el que vienen listados todos los agentes nacionalistas resistentes a la China comunista al que accede Al Monk, agregado comercial del consulado norteamericano en Hong Kong, el cual es supuestamente asesinado, pero que en realidad tal crimen se ha tratado de una simulación en la que la víctima ha sido su hermano gemelo Lo Mónaco, personalidad que suplanta. Sobre la pista del perdido documento se pone a Billy Howard, del servicio secreto estadounidense, que descubre la trama. La acción se mueve libremente de Milán a Génova, y a Hong-Kong y en las filas de “los malos” están tanto los representantes del “peligro amarillo”, como la mismísima Mafia italiana. En el papel de Billy Howard, protagonizando la trepidante peripecia, Paul Stevens (seudónimo de Paolo Gozlino), y en el de el avispado Al Monk, Rubén Rojo. Como compañero de Billy Howard que resulta finalmente el traidor de la función, el actor uruguayo George Hilton (Jorge Hill Acosta y Lara). En la parte femenina, Betsy Bell hace el papel de Virna Mondelli, la secretaria de Monks, obligada a servir a la Mafia, que se pone de parte del héroe y conquista su corazón, y la guapísima y escultural Nieves Navarro en el papel de Karin Foster, la amante del falso difunto Al Monk, que se luce especialmente al interpretar a una cantante. Entre los secundarios, destaca la presencia de Emilio Rodríguez, a punto de interpretar al popularísimo maestro de “Crónicas de un pueblo”, en su papel habitual de subalterno policíaco. Agradecidas por el espectador masculino son las presencias más o menos fugaces de Marisol Ayuso en el papel de Sonia, una prostituta que auxilia circunstancialmente al protagonista y de Claudia Gravy, como secretaria sin nombre del señor cónsul americano en Hong Kong, quien no es otro sino Francisco Sánchez. La intervención de nuestro protagonista se produce especialmente en la parte inicial del film, cuando es preciso hablar mucho y bien para que el espectador se haga cargo de la complicada situación. Las frases publicitarias que acompañaron al estreno de la cinta tal vez sirvan de guía para darnos el tono general de la realización. Así, entre otras : “Siguió su pista de extremo a extremo del mundo”, “Tuvo que actuar al borde de la Ley, que utilizaba sus servicios”, “Si había muerto asesinado en Hong-Kong ¿cómo podía estar vivo en Milán unos días después?”, “Todos podían ser, todos eran traidores”, “Un cúmulo de emociones insospechadas”, y también “Un film que le mantendrá en suspenso durante todos y cada uno de los noventa minutos de proyección”.
Francisco Sánchez aparece en "Siete minutos para morir" con aspecto cansado y dice sus frases inexpresivamente. Los años transcurridos desde "El canto del gallo" parecen haber apagado su energía. Físicamente, el deterioro propio de la edad, que ha demacrado su rostro, ha hecho variar su fisonomía. Su nariz parece haber cobrado mayor protagonismo en su cara. De alguna manera, recuerda a Tom Ewell.
Etiquetas: Monografía
36 Comments:
Estos del Tube andan todo el rato haciendo equilibrios. En cualquier caso, te ha quedado muy bien la selección fotográfica con que has resuleto el artículo, con tan buena mano, como siempre, JuanCarlos.
Gracias, Javier, amigo mío. La verdad es que hasta ahora no había hecho ninguna entrada con tan poca información, pero así y todo, la poca de que dispongo, la doy. Y algún interés tendrá, digo yo... Aunque sólo fuera por verle la cara a este hombre, al que tanto hemos oído.
Efectivamente. No se puede tejer un cesto con menos mimbres.
Gracias por presentarnos a don Francisco, en el que no me había fijado nunca.
Con los actores de doblaje, ¿no les ocurre a ustedes que cuando los ven en pantalla parece como si se estuvieran doblando a sí mismos? Siempre me da la sesación de que hablan encajando labiales.
Aprovecho que el Pisuerga pasa por Valladolid para dedicar un recuerdo a José María Oviés, presencia (física) intermitente en las producciones de Iquino, voz de Groucho en "la parte contratante de la primera parte" e inolvidable Cristo crucificado en "Marcelino, pan y vino" (Ladislao Vajda, 1955).
Don José María Oviés se merece una entrada por todo lo alto...!! Anotado queda, en lugar preferente. A todo esto... esa foto que se ha puesto usted, señor Feliú ¿quién es? Se ve tan diminuta... No me diga que es usted!!
Añado que, es curiosa la identificación que se hace a los actores de doblaje con sus "doblados". En el caso de Francisco Sánchez, veo claramente que, por un lado, hacía galanes duros y, por otro, hombres de poderoso físico, en cierto modo, semejantes a él mismo. Y por otro lado, es muy cierto que, cuando sale un actor de doblaje en una peli, lo más probable es que uno crea que aquel señor que está viendo está doblado (lo que suele ser cierto, sólo que por él mismo). En fin, un "redoble".
No, claro, no soy yo.
¡Un humilde funcionario -ni siquiera me atrevo a poner lo de "probo"- tocando el acordeón como un chisgarabís cualquiera!
Le he pedido la foto prestada a un modesto actor de la legua, que recorrió las tierras burgalesas y aragonesas durante los años cincuenta y sesenta, en bicicleta, en burro, como fuera...
Antes de que Fernán-Gómez las inmortalizara en "El viaje a ninguna parte", ya Daniel Sueiro había retratado a estas compañías de cómicos ambulantes en una novelita titulada "La carpa". Mario Camus la utilizó como base para su debut en el largometraje "Los farsantes" (1963), con la que Iquino se apunta como productor al carro del Nuevo Cine Español.
Y ahora... ¡un "redoble" de los suyos! Precisamente el asturiano José María Oviés hace el papel de don Pancho, el paternal empresario de la compañía. De modo que, como dijera el gran Bourvil en aquella película de Melville, el círculo se cierra.
La foto está tomada hará unos cincuenta años y el retratado -espero que no tome a mal mi indiscreción que sólo quiere ser homenaje a él y a otros cómicos de su misma raza- atiende por el nombre de Clemente Bocos "Braguillas". Conversar con él y con sus compañeros en 2003 fue una delicia y una lección de vida.
Para poner en compromisos al gran Burgomaestre: José Guardiola, el doblador de Louis de Funés (¿Angelat?), cuya voz me recuerda a la del Profesor Don José Raga...........
Un saludo.
Qué agradable es circular por estos círculos,estimado sr. Felíu. Mis deseos de realizar una entrada dedicada al señor Oviés crecen por momentos. Esta película que cita, a la sazón, el debut en el largometraje de Mario Camús mereció mejor suerte de la que tuvo (por lo que sé, ni se estrenó en Madrid). Naturalmente, la revisaré para la entrada prometida. He leído que a Iquino le bastó ver los primeros "rushes" para dar toda la confianza al primerizo Camús y, desde luego, no se equivocó. En cuanto a que se apuntara al "Nuevo Cine Español"... pues claro, Ignacio F. Iquino llevaba ya muchos años apuntándose a todo. Su hiperactividad cinematográfica era portentosa y no dejaba de probar nada siempre que tuviera sospechas de que pudiera resultar rentable, ya fuera adaptar una obra de teatro recién estrenada, como hacer imitaciones de éxitos populares. En el caso que nos ocupa, parece que la calificación que le dio Vicente Escudero para "Los farsantes" fue bastante buena, con lo que se justificó, también económicamente, su rodaje.
En cuanto a la figura de Clemente Bocos "Braguillas", permítame que me sume al homenaje para él y sus compañeros de fatigas. Pues no faltaba más.
Amigo Filomeno, le agradezco su comentario, como siempre. Y si me está sugiriendo una entrada dedicada a José guardiola, le aseguro que no me pone en ningún aprieto, sino que lo haré con mucho gusto
Gracias por dedicar esta entrada a Francisco Sánchez, es sobretodo una gran voz que permanece en el recuerdo tanto en el cine con peliculas como "El Padrino","Testigo de Cargo" ó las dedicadas en ciclos a Cary Grant. También lo recuerdo en la pequeña pantalla en series como "Espacio 1999", "Erase una vez...el hombre","Marco" y "Heidi". es una voz entrañable que me devuelve otra vez a aquellos tiempos, y que gracias a vuestro trabajo podemos ver su aspecto fisico. hay tantos actores maravillosos del mundo del doblaje que tuvieron una vida corta en el mundo del cine delante de las camaras, por ejemplo Joaquin Vidriales, Conchita nuñez,Rafael Calvo Revilla,ó la gran actriz Irene Guerrero de Luna la cuál la pude ver en la serie de televisión "La forja de un rebelde" donde hizo una interpretación enorme como abuela del joven protagonista. son todos interpretes que han vivido a las sombras de las oscuras salas de un doblaje y que delante de un atril han demostrado su valia.
La viguesa Gloria Cámara, también ejerció las dos funciones (actriz y actriz de doblaje).......
Gracias a usted,amigo Rubioserrano, por su visita y su comentario. Espero seguir contando con su compañía en lo sucesivo, con la promesa por mi parte de dedicar más entradas a los actores que desarrollaron su labor, fundamentalmente, en el campo del doblajo.
También queda anotado el nombre de la viguesa Gloria Cámara, amigo Filomeno...Usted siempre barriendo para casa... (Que hace usted muy bien, que conste)
Simplemente excepcional. Para los amantes del doblaje es una alegría para los ojos tanto las imágenes como los textos que está vd. añadiendo a este cada vez más interesante blog.
Siga así.
Por cierto. Si mal no recuerdo en "La gran mentira" la narración inicial corre a cargo del propio Francisco Sánchez, así como el doblaje de otro actor que aparece mínimamente en la misma fiesta donde aparece el propio F. Sánchez.
Salu2.
Ah, sí, sí, amigo Daigoro, por un momento me desconcertó eso que comenta, porque antes de salir él en pantalla, presta su voz a un señor que está escuchando a un inversor extranjero que le está diciendo que está buscando (cito no textualmente): "a un protagonista muy varonil, alguien como Luis Mariano", a lo que el personaje que también dobla Francisco Sánchez se limita a responder "Ah, caray!". Por un momento creí que Francisco Sánchez era él, pero luego ya lo vi todo más claro. Había empezado el rastreo, precisamente, por esa película.
Me alegra extraordinariamente haber despertado su interés, amigo Daigoro y confío en seguir contando con él en el futuro, (aunque las entradas no estén dedicadas a actores de doblaje). Muchas gracias por su comentario.
El mismo que comenta y que ha logrado diferenciar del actor del título.
Sé que el blog no es exclusivo de los dobladores, donde por cierto, en esa misma película aparece un joven Vicente Bañó, otra voz de voces española, en la misma fiesta y como periodista (otra entrada que se le pasa a Imdb).
Uno de los grandes, que merecerá esa futura entrada que le preveo el gran Manolo Morán, que no es que hiciera mucho doblaje más allá de doblarse a sí mismo, pero que forma parte de esos grandes actores españoles de todos los tiempos (muy similar físicamente a JM Ovies, del que se ha hablado también) y que aparece de igual manera en "La gran mentira".
Salu2.
Vicente Bañó, sí, otro inmenso artista, sin ninguna duda...Y, claro, Manolo Morán... Aunque este es un poco demasiado obvio. Entiéndame, no es falta de cariño, pero de este gran característico sí que se han ocupado las crónicas... ¿Qué podría añadir uno? En fin, tanto da. Añada o no, sería absurdo ignorar a Manolo Morán. Por no mencionar a... Pepe Isbert. Mientras el espacio internáutico dé de sí y este burgo resista, habrá para todos.
PD:(Observo que los dos hemos vuelto de la siesta...)
A veces, en lo del doblaje, digo, hay quienes arrastran el condicionante "aparencial".
Por ejemplo, el gran José Guardiola, a quien ustedes citan; doblaba a los malosos..., pero y cuando actuó para el cine o la tele, y por lo general,... le tocó bailar con la misma fea. Por topicazos asumidos de los hacedores de repartos.
Sin embargo, y fuera de contexto, el tipo era (para mí... siempre ES) una persona de encantadora humildad y bonhomía (bueno, vale: conste que coincidía con él en los bares Pero así son las cosas).
JC
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Es que esto del encasillamiento, maestro don Jesús, es el resultado de ese eterna dicotomía existente entre lo que somos y lo que parecemos. Los actores, que venden su apariencia, están más condicionados que los demás mortales, pero no somos ajenos a ello. El caso del gran José Guardiola, teniendo su testimonio de primera mano, como prueba, es un claro ejemplo de esto que hablamos. Su voz inspiraba respeto, cuando no temor. Funcionaba muy bien, como amenaza. Cualquiera que le oyera se veía obligado a pensar "Ojo con este". Aunque luego resultara ser un pedazo de pan. Espero que la futura entrada que le dedique se acerque a la altura que merece.
Amigo burgomaestres, buscando por Internet información de Francisco Sánchez encontré una Web llamada culturalia, donde repasan su filmografía como actor, y entre las películas que allí aparecen están las que usted ha citado en la entrada, "El canto del gallo","La gran mentira" y otra del director José Luis Borau llamada "La sabina", que sobre esta no tenia noticias de que interviniera Francisco Sánchez. al final es difícil hacerse una idea de en cuantas películas intervino, ya que Web como IMDB citan unas y en otras Web como Culturalia citan otras, y debe ser tarea difícil concluir su filmografía como actor ya que en ninguna de estas dos Web se cita la película que usted descubrió para esta entrada llamada "siete minutos para morir".
Francisco Sánchez.....¿Doblador del Hermano Marx pianista?
Pues sí, en efecto, es difícil saber a qué atenerse con tanto desbarajuste. Nos movemos en terreno poco roturado, el abnadono ha hecho que crezcan las malas hierbas y los viejos senderos desaparecen. No dispongo de copia de "La sabina", sistema más seguro de comprobar su presencia en ella. De todos modos, y para complicar más las cosas, Francisco Sánchez es un nombre harto común, con lo que... ¡vaya usted a saber!
El dato que cuestiona usted, amigo filmeno, no recuerdo haberlo visto en eldoblaje.com. Así, de oído, no me suena, no...
Bueno, según parece (consultada IMDB) el Francisco Sánchez de "La sabina" es otro y no el actor especialista en doblaje del que nos ocupábamos aquí. De todos modos, insisto en lo dicho, hasta que no vea la película, no me podré pronunciar al respecto.
Aprovecho como siempre para felicitarte lo genial de tus posts y dejarte Saludos!
Pues como siempre se lo agradezco, amigo Budokan!!
Hola Burgomaestres, Si es muy cierto lo que usted dice que hay tal confusionismo con un nombre tan común como el de Francisco Sánchez en Internet que es tarea difícil .Yo de la poca información que dispongo puedo aportar que don Paco Sánchez ( como le llamaban sus colegas de doblaje)comenzó su andadura en el mundo del doblaje con su socio y también actor de doblaje Salvador Arias, y que junto a su hermano crearon el estudio de doblaje "Sago Films Exa" donde trabajó hasta su muerte en 1988. Ya no puedo aportar más datos, salvo los buenos doblajes a los que usted ya ha hecho referencia en la magnifica entrada dedica a este excelente actor. Ojalá dispusiera de más información sobre este maestro de maestros en el mundo del doblaje, y que era una voz maravillosa y particularmente para mi muy entrañable. Saludos.
Muchisimas gracias, amigo rubio, por estos datos que aporta. Los incorporaré (junto con otros a los que he podido acceder) a la entrada para que quede constancia. Entre todos los amigos de Lady Filstrup conseguiréis, con vuestra colaboración, que quede una referencia digna a la figura y el trabajo de actores tan grandes y tan ignorados como el mismo Francisco Sánchez, sin ir más lejos.
Por favor me gustaria leer una biografia de PACO CAMOIRAS el hermano de QUIQUE CAMOIRAS ya que en la red solo aparece su filmografia gracias
Amigo "domin", Francisco Camoiras es uno de los actores que comparecerá en este weblog próximamente, no lo dude usted. Ahora bien, la información que este burgomaestre pueda reunir sobre su biografía todavía es muy escasa. En cualquier caso, como mínimo, un repaso a su trayectoria artística, lo tiene usted garantizado.
Nunca he intentado ver en Internet si hablaban de Paco, Paco era amigo de mis padres y tuve la honra de conocerle bastante bien, todavía recuerdo las vacaciones que pasábamos junto en Santa Pola con su mujer Elvira.
Es una vos de la cuan nunca podre olvidarme.
Pues permítame que le felicite por haber disfrutado del privilegio de escuchar tan excepcional voz "al natural". Y muchas gracias, por su comentario, amigo Anónimo.
"Sólo se vive dos veces" no es mediocre. Es una MAGNÍFICA película.
Sólo comentar que el gran Paco Sánchez, amigo de mis padres, es el culpable de que yo también me llame así. Él y Elvirita su esposa fueron mis padrinos de bautismo, vecinos puerta con puerta y hasta de plaza de garage...Me alegra ver que se le recuerda de una forma tan completa, yo me acuerdo mucho de él y de su pipa, jeje ah! y de su tos. Cada vez que veo una película antigua pongo atención para ver si le vuelvo a escuchar. Gracias por este gran trabajo de investigación.
Muchas gracias a usted por su comentario. Se hizo lo que se pudo y, desde luego, mucho menos de lo que merecía su padrino, amigo Anónimo...
IMPRESIONANTE el trabajo realizado, enhorabuena por el esfuerzo y la dedicación demostrada en todas las entradas de este rinconcito de la red en el que, entre otros temas, se dedican homenajes como este a profesionales poco reconocidos y hoy injustamente olvidados como son los actores de doblaje. Respecto a la evolución del protagonista de la entrada, si se presta atención a su voz por ejemplo en la gran "testigo de cargo" y se la compara con el personaje de Pepino en la serie "Marco, de los Apeninos a los Andes", se podrá observar que, al igual que su aspecto físico, su tono de voz también varió notablemente.
Por cierto, me sumo a las sugerencias de actores de doblaje que merecerían una entrada con todas las de la ley mencionando al gran Isidro Sola, locutor, actor de radioteatro y de doblaje español y catalán. Hay algún post en la red de redes dedicado a él más o menos concreto como el que un servidor publicó en su blog:
http://www.rincondelgolfo.blogspot.com
Pero a parte de dicha publicación, encontrar datos sobre la biografía y la carrera profesional de este galán de la radio y maestro rapsoda es una tarea arqueológica.
Muchísimas gracias por su comentario, amigo Joan. Todo lo que se haga por mejorar la consideración a y aumentar el reconocimiento por el trabajo de los actores de doblaje se merece mi aplauso cerrado. Así que un aplauso para usted, amigo Joan. E Isidro Solá, en efecto, merece el máximo reconocimiento.
Hola
En la página de Adoma, se han publicado fotos del doblaje de la serie "Marco", en las que Francisco Sánchez aparece con Ana Ángeles García
http://adoma.es/ana-angeles-garcia-aquellos-maravillosos-70-2a-parte-la-voz-marco/
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