Humor y conciencia. Se fue Antonio Gamero
Comunista y ateo, por supuesto
Los Hermanos Maristas son sin duda grandes educadores, prueba de ello es que de sus aulas han salido algunos de los más convencidos ateos que el mundo ha visto. Uno mismo, en su modestia, se confiesa (valga la expresión) uno de sus productos. Antonio Gamero, que tuvo que crecer en la triturada España de la Guerra Civil y la también cruenta posguerra, no escapó al poderoso influjo de los seguidores del beato Marcelino Champagnat, quienes lograron de él un ateo convencido que, al mismo tiempo, estaba dotado de una poderosa conciencia de clase, la que le impulsó a afiliarse al partido comunista en 1957, año en el que, huelga decirlo, ser comunista en España no acarreaba sino persecución y martirio. La rebeldía del joven Antonio debía por fuerza nacer con pujanza sobresaliente pues debía sobrepasar el rigor de tres autoritarismos superpuestos. El más cercano, el que su severo padre (lo que se llamaba antes “un hombre de posición”) practicaba en casa. A éste, en un rango de mayor amplitud social, había que sumar el que administraban en sus aulas los Hermanos Maristas. Por encima de ellos, abarcando en toda su extensión la sociedad española, el del régimen dictatorial de Franco. En tales circunstancias, y ayudando a germinar la semilla de la rebeldía, en el círculo cercano de Antonio Gamero, una presencia, la de un amigo de su padre, se destaca decisiva influencia en la formación del carácter y el espíritu irredento del joven, proporcionándole libros, discos y, sobre todo, una necesaria apertura de miras. Estudiante (por imposición paterna) de la carrera de Derecho, Antonio Gamero abandona los estudios universitarios al tercer año, y se coloca, enchufado, en el Banco de Vizcaya, de donde sale disparado cuando organiza una huelga. Posteriormente, también gracias a influencias, ingresa en la Telefónica. Es en aquel entonces cuando se inicia en el ámbito artístico, montando grupos de teatro que representarán a Ionesco y a Arthur Miller. También es durante esta etapa que se produce su afiliación al partido comunista, en cuyo seno adquiere el alias de “Alejandro”. Su actividad propagandística como miembro de una célula del partido se prolongará durante algún tiempo, en el transcurso del cual dejará su empleo en Telefónica e ingresará en la EOC, en términos de acción que la película de José María González Sinde “Viva la clase media” ilustrará convincentemente. Tal como quedaba descrito en el film, el aparato del Régimen se encarga de interrumpir abruptamente tal estado de cosas. Víctima de la represión del órgano policial del general golpista, Antonio Gamero sufrió dos años de encarcelamiento en las prisiones de Carabanchel y Palencia, condenado por los “delitos” de propaganda ilegal y asociación ilícita a una pena de ocho años y siete meses, que se redujo en virtud de dos indultos, el de los veinticinco años de paz y un jubileo. Su ingreso en prisión fue precedido por una brutal paliza por parte de fuerzas de la policía de la tristemente célebre DGS, la cual le ocasionó una sordera que le obligó a usar un audífono el resto de su vida. Su situación legal (en el ilegítimo régimen del dictador Franco) truncó la continuidad de su formación en la Escuela Oficial de Cine donde estudiaba dirección junto a su condiscípulo José Luis García Sánchez. Logró realizar un par de prácticas y ejerció de ayudante de las que realizaron Manuel Gutiérrez Aragón y José Luis Egea. Pese a la externa imposición autoritaria de insalvables trabas, la decidida vocación cinéfila de Gamero le hizo no obstante mantenerse cercano al medio cinematográfico, escribiendo guiones para televisión que firmó con el pseudónimo de Pilar Guerra (el nombre de una amiga suya, falangista de izquierdas) y aceptando sus primeros trabajos como actor en proyectos en los que estaba directamente involucrado su amigo José Luis García Sánchez, debutando en dos cortometrajes suyos de 1971 (“Loco por Machín”, que se rodó en Tomelloso, el pueblo donde se filmó la serie televisiva "Plinio", en la que Gamero intervino, y “Labelecialalació”) y en los largometrajes producidos en 1973 (sendas óperas primas), “Habla mudita” (que dirigió Manuel Gutiérrez Aragón y cuyo guión fue escrito a medias con García Sánchez) y “El love feroz, o cuando los hijos juegan al amor” (dirigida por este último). La primeriza experiencia de Antonio Gamero ante las cámaras arroja un resultado magnífico. Obtiene por su interpretación en “El love feroz” el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos al mejor Actor de Reparto. En rápida progresión aumenta el número de roles que el flamante actor de cuarenta años (de trayectoria en cierto modo similar a la de Luis Ciges) incorporará en títulos sucesivos, algunos de ellos, decisivos en la historia del cine español. Olvidadas ya las intenciones profesionales que le habían hecho estudiar Derecho y su empleo en la Telefónica, Antonio Gamero se erigirá muy pronto en heredero directo de la estirpe de los insuperables característicos de la pantalla española, tales como Erasmo Pascual, Goyo Lebrero, Xan das Bolas, Manuel Requena o el ubicuo Juan Cazalilla, por citar sólo algunos.
Repasar la filmografía de Antonio Gamero es casi tanto como repasar aquello que de bueno se ha producido en la cinematografía española de los últimos cuarenta años. Con inevitables concesiones a la urgencia de la subsistencia (ningún actor de reparto español puede, ha podido ni podrá nunca permitirse el lujo de descartar ofertas), encontramos entre las películas en las que actuó, títulos señeros, y entre los directores que le eligieron, a los más galardonados y respetados de la profesión. Fielmente reclamado por José Luis García Sánchez (Salamanca, 22/09/1941) a lo largo de su cada vez más extensa carrera, Antonio Gamero se pone a sus órdenes en una docena de películas, entre las que destacan títulos tan reconocidos como la libertaria “Las truchas” (1977), que se alzó con el Oso de Oro de Berlín en 1978, la muy exitosa “La corte del faraón” (1985), y las más recientes “Divinas palabras” (1987), “Suspiros de España (y Portugal)” (1995), o “La Marcha Verde” (2004). Sin desdeñar trabajos de escasa ambición artística, en los que se prodigó especialmente en la primera mitad de los años ochenta (lo que le permitió rodar frecuentemente a las órdenes del comercial Mariano Ozores, grabar telefilmes, o intervenir en meros productos consumibles como “Las locuras de Parchís”, de Javier Aguirre), es fácil reconocer en la filmografía de Antonio Gamero una tendencia, o al menos, una afinidad acorde con su personalidad y sus ideas. A la reiterada colaboración con su camarada José Luis García Sánchez, cabe sumar en el capítulo de lo destacable, su constancia en el cine de otro José Luis, pues obtuvo papeles en “El bosque animado” (1987), “Amanece que no es poco” (1988), “La marrana” (1992), y en “Así en el cielo como en la tierra” (1994), todos ellos films de José Luis Cuerda (Albacete, 18/02/1947). En esta vorágine de “joseluises” en que está convirtiéndose este repaso a la carrera de Antonio Gamero, no podemos pasar por alto que actuó en “Furtivos”(1975), título ya mítico de la transición española del aragonés José Luis Borau, y en “Asignatura pendiente” (1977), otro film de repercusión masiva y capital relevancia, que dirigió el futuro Óscar, José Luis Garci. También tuvo ocasión Antonio Gamero de ponerse ante las cámaras para las dos “Bes” del cine español, pues Juan Antonio Bardem (Madrid, 2/06/1922-30/10/2002) le repartió un papel en el terrible vehículo para la adulta Marisol y el músico Murray Head, “El poder del deseo” (1973) y otro en la “anti-landista” “El puente” (1977), y Luis García Berlanga (Valencia, 12/06/1921), le quiso para representar un rol en la accidentada pero exitosa “La vaquilla” (1984) y otro en “Todos a la cárcel” (1993) (de la que algo hablamos aquí en la entrada dedicada a José María Tasso). Un cineasta tan singular como Eloy de la Iglesia (Zarautz, Guizkoa, 1/1/1944 – Madrid, 23/3/2006) encontró, como sus compañeros, que la de Antonio Gamero era una valiosa presencia para dotar de credibilidad a su particular visión cinéfila, y contó con él para “Los placeres ocultos” (1976), “La criatura” (1977), “Miedo a salir de noche” (1979), y “La estanquera de Vallecas” (1986). Del resto de la trayectoria fílmica de Antonio Gamero, es obligado subrayar, pese a la existencia de una cierta tonalidad predominante a la que antes aludíamos, lo variopinto de su naturaleza. Por ceñirnos a los títulos más relevantes, destaquemos que Antonio Gamero actuó a las órdenes del gran Antonio Isasi Isasmendi (Madrid, 22/03/1927) en su éxito “El perro” (1976) y su último film, “El aire de un crimen” (1988), del también afortunado Miguel Hermoso (Granada, 1942) que dirigió “Truhanes”(1983), y del siempre genial Fernando Fernán-Gómez (Lima, Perú, 28/08/1921 – Madrid, 21/11/2007) que firmó “Fuera de juego” (1991). En la lista de directores que contaron en más de una ocasión con Antonio Gamero para sus films, aún no citados aquí, descuellan dos tocayos suyos, de un lado, Antonio del Real (Cazorla, Jaén, 27/08/1947), un especialista en la comedia a quien no se le podía pasar por alto la “vis cómica” de quien, muy a nuestro pesar, estamos despidiendo hoy, para sus películas “El poderoso influjo de la luna” (1980), “Buscando a Perico” (1981), “Y del seguro, líbranos señor” (1982), “Café, coca y puro” (1984), “El río que nos lleva”(1989), o “Por fín solos” (1994); y del otro, Antonio Giménez Rico (Burgos, 20/11/1938), quien le dirigió en sus films “Jarrapellejos” (1987) y “Soldadito español” (1988).
Imperdonable sería, en este apresurado repaso a la contribución a la cinematografía española de quien tan recientemente nos ha dejado, prescindir de la figura de alguien cuyo talento nutrió gran parte de los títulos hasta aquí mencionados. Gran amigo y compañero de ideas, de palabras, de trabajos y de gestos, Rafael Azcona (Logroño, 24/10/1926 – Madrid, 23/3/2008) impregna con su genio esencial e insustituible el mismo ámbito fílmico por el que Antonio Gamero transitó como actor. Ese mismo que alcanzó grandeza gracias, sobre todo, a la humildad que da la inteligencia, esa inteligencia que hace que el humor tenga conciencia, y que el humor (y la vida) valgan la pena. De la admiración mutua entre actor y guionista hablan las declaraciones de este último que en una ocasión admitió haber querido ser autor de una frase del primero, ciertamente genial: “Como fuera de casa, no se está tan bien en ningún sitio”. De parecido calibre, y a propósito de algo tan fundamental como la amistad, es otra ocurrencia de Gamero, recogida igualmente en sus obituarios y que fue dicha ante todo un presidente de gobierno (de infausto recuerdo, por cierto). En sintonía con la cáustica visión de un Ambrose Bierce, y confirmando con su ingenio su semejanza física con Groucho Marx, el actor dijo en presencia de José María Aznar: “Si tienes penas, no se las cuentes a los amigos. Que les divierta su puta madre”.
Se ha ido Antonio Gamero. Hombre de vitalismo exacerbado, enamorado del cine, de la gastronomía y el jazz, Antonio nos ha acompañado hasta aquí, desde la pantalla, pero de ningún modo nos va a dejar ahora. Aunque le digamos adiós.Etiquetas: actualidad
55 Comments:
Emociante, Juan Carlos. Para mí representaba su tipo una especie de madrileño con bigote, castizo de barraca de tiro y de fiesta del partido en la casa de campo. Una gente a la que la historia mandó a la porra y no por eso dejaron de comer porras en sus bares. La nobleza del pueblo urbano.
Consulta para ustedes amigos sabios del cine español, ¿concen algo de esta película?
http://culturatransversal.files.wordpress.com/2010/04/rojo_y_negro.jpg
grazie mille!
Ah, he sabido de ella por este artículo de Pérez Reverte
http://culturatransversal.wordpress.com/2010/04/14/la-pelicula-maldita/
Estimado don Javier:
El DVD de "Rojo y negro" viene encartadao en el libro:
Vicente Sánchez Biosca:
Cine y Guerra Civil española: Del mito y la memoria.
Madrid, Alianza Editorial, 2006.
Si no le interesa el libro y sólo quiere la película -con una espectacular Conchita Montenegro de quintacolumnista "humillada" en la checa de Fomento y Quique Camoiras en el papel del niño que luego se convertirá en Ismael Merlo- dígamelo y se la hago llegar a través del amable Burgomaestre, siempre proclive a estos celestineos.
Hay otra publicación reciente:
Juan Antonio Ríos Carratalá:
El tiempo de la desmesura.
Barcelona, Barril & Barral, 2010.
que trata sobre la figura de Carlos Arévalo y la imposibilidad de un cine falangista. Otro capítulo está dedicado al anarquista Armand Guerra y su "Carne de fieras" y el central, a "El genio alegre", la película que rodaban en Córdoba Rosita Díaz Gimeno y Fernando Fernández de Córdoba, el 18 de julio de 1936.
usted me manda, don Cumplidísismo Feliú
Este hombre decía que el comunismo "le había hecho persona"(sic)...
Que se lo digan a los más de100.000.000 de muertos por esa nefasta ideología.
Que Dios le perdone y que descanse en paz. Y junto a sus películas, a ser posible.
Venerable -por venerado- Burgomaestre:
Me ha traído susted a las mientes al tándem Buñuel-Dalí cuando pensaron aquella broma tremenda que terminó en la pantalla con el título de "Un chien andalou" pero cuyo primer gguión se titulaba "¡Vaya marista!".
¡Vaya dos maristas están hechos usted y don Antonio! (Ya le comenté que me niego a hablar de él en pasado)
Gracias una vez más por su retrato al minuto, don José Luis Feliú
Muchas gracias, querido Sr. Feliú. Lo que ud. explica tiene una pinta estupenda. Voy a ver si encuentro el libro con el dvd, y en caso contrario no dude en que recurriré a su amabilísima oferta. Tenga usted un buen verano y póngame a los pies de su talento.
Gracias, amigos, por vuestros comentarios. También a usted, amable Anónimo, le agradezco su comentario, aunque no esté de acuerdo con su punto de vista en él expresado en lo tocante a la responsabilidad de las víctimas de la Guerra Civil.
En cuanto al tema de "Rojo y negro", amigo Javier, cuenta con una copia en Divx, que es de lo que dispongo, y que te entregaré mañana mismo. De esta película hablé aquí con ocasión de la entrada dedicada a José Sepúlveda, que hace de un "sanguinario" jefe de checa. El film, tal como comenté en su día, fue prohibido de forma inmediata a su estreno. Una película asombrosa en muchos sentidos. Y no es el menor de ellos que Isamel Merlo hiciera el protagonista, ex-combatiente republicano. Si ahora España nos parece una cosa tremenda, en 1942, era tremendísima.
Os traslado otra frase de Antonio Gamero que me acaba de llegar en un correo de José Luis García Sánchez: "En el cine español, ya se sabe: cuando hay pasta, hasta Robert Redford, pero cuando no hay dinero...¡Gamero!" A juzgar por su abultada filmografía, está bien claro que, en el cine español, de dinero, más bien poquito.
¡Cuando no hay dinero, Gamero!
Mal grito de guerra. Muchas gracias JuanCarlos, por tu generosidad y tu paciencia. Hasta mañana.
Quiero decir, hasta esta tarde.
Nos vemos con Garland y cía de aquí a unas horas, en efecto, en pleno Paralelo. Deliciosa manera de pasar la tarde del viernes.
Cuénteles usted eso a nuestros contemporáneos rusos, húngaros, polacos o checos; verá qué risa.
No sé adónde quiere ir a parar, amigo Anónimo. Ya ha quedado claro su anti-comunismo. Me parece muy respetable, aunque particularmente no me parece el momento ni el lugar oportuno para expresarlo porque es como si estuviera usted empeñado en enturbiar un poco la memoria del difunto por el hecho de que él tenía esa ideología. Las ideas no matan, amigo Anónimo, son los bestias quienes lo hacen, porten un estandarte u otro. Y desde luego, ni Gamero mató a nadie, ni tuvo jamás intención alguna de hacer daño a nadie. De eso no me cabe la menor duda. Así que déjese de sembrar mal rollo, que aquí no estamos para aguantar su mala baba, amigo Anónimo. ¿Le ha quedado claro?
Estimado amigo, yo no tengo mala baba ni quiero sembrar eso que usted llama "mal rollo", y desde luego pido perdón si he dado la impresión de que tenía esa intención. Lo que ocurre es que la inmensa mayoría de los medios de comunicación se han dedicado a resaltar la ideología del Sr. Gamero cuando en realidad lo que tenían que haber hecho es centrarse en su larga trayectoria como actor de teatro, cine y televisión, que yo respeto. (A mí no me gustan ni Gamero ni sus películas, pero eso es cuestión personal mía.) No soy yo quien ha politizado la cuestión, sino esos medios. Creo que ya va siendo hora de que cuando se habla de un actor fallecido se pase por alto su ideología personal y se hable sólo de su trabajo (aunque a veces el trabajo del actor esté indeseablemente politizado). En cuanto a lo de que las ideas no matan, tiene usted razón, pero las personas matan en nombre de esas ideas. Y negar que el comunismo ha causado más muertes en el s. XX que cualquier otra ideología (incluyendo el nazismo, que es la otra cara de la moneda) es negar la realidad. Yo no he insinuado en ningún momento que el Sr. Gamero hubiera matado a nadie. Lo que he dicho es que en nombre de la ideología que profesaba este señor (muy respetable como persona) ha muerto muchísima gente. Ignoro si a él le parecía bien o mal. Ahora bien, si usted prefiere censurarme para dar cancha sólo a los que piensan en clave de izquierdas y ser así más "políticamente correcto", eso ya es otra cosa. Repito que lo siento si se han interpretado mal mis palabras. Saludos.
Menudo disparate viene hoy en la página de opinión del País.
"La forma de hablar de los españoles, el tono, los gestos, las frases hechas son de una uniformidad que no casa bien con el cine."
por John J. Healey,
http://www.elpais.com/articulo/opinion/problema/grave/cine/espanol/elpepuopi/20100802elpepiopi_10/Tes
Lo pongo aquí, en tu blog, amigo JuanCarlos, donde a diario se demuestra precisamente lo contrario.
El amigo (americano) Healey y el gen celtibérico del lenguaje igualizante, el antigamerismo...
¿?
No entiendo nada. Será el calor, don Nicaso Feliú
Gracias, amigo Javier, por el enlace. De uniformidad, en efecto, no es que pequemos por estos pagos...
Amigo Anónimo, soy yo quien le pide disculpas. Malinterpreté en efecto sus palabras e intenciones. Entiendo ahora mucho mejor lo que quería decir y, considerando todavía poco adecuada su intervención, reconozco que me dejé llevar por un acceso de mal humor. No tengo intención de censurar a nadie. Y en cuanto al fondo de la cuestión que usted expone, le aseguro que es motivo de reflexión por mi parte. He tratado medio centenar de actores en este blog en los últimos dos años (o dos años y medio, no sé si llevo bien la cuenta), y nunca he tenido interés en politizar la cuestión sino, únicamente, en tratar de rescatar la labor y la relevancia de unos artistas a los que la gente quiere sin conocer de ellos, muchas veces, ni el nombre.
Admirado Señor Feliu, estábamos escribiendo a la vez!! (ojalá lo hiciera también con su mismo talento). Yo creo entender, a veces... pero en cualquier caso, mi interés (a mi edad) ya no está en entender (ya he desistido), sino en ir pasando hacia el fondo...
Ahora sí, ya leído el artículo del señor Healey, me si este señor ha oído hablar a Antonio Riquelme, a Manolo Morán, a Miguel Gila, a Pepe Isbert, a Tony Leblanc, a Julia Caba Alba, a Guillermo Marín, a Rafael Durán, a Manuel Luna, a Isabel de Pomés, a Julia Gutiérrez Caba, a Blanca Sendino, a José Orjas, a José María Caffarel,a José Iranzo, a Roberto Font, a Jesús Tordesillas... si le parece que todos hablan igual, no me extraña que le parezca que Javier Bardem sea el ejemplo a seguir, un señor al que en España le suele doblar un profesional de la voz. Lo que no casa con el cine es la falta de ambición y la vulgaridad de los asuntos. La carencia de profesionales de la interpretación curtidos en escena, en lugar de los formados en academias de tres al cuarto y en teleseries. A este tal Healey no le gustan los actores que saben hablar, prefiriendo aquellos que balbucean y resultan de dicción ininteligible. Pues muy bien. Que se los confite.
... eso en el supuesto de que este señor esté bien del oído...(lo que, en homenaje a Gamero, y atendiendo a sus opiniones, me atrevo a poner en duda).
Gracias por su respuesta, y CAFÉ para todos.
El mío con dos terrones, por favor.
Entonces JuanCarlos, un p'tit noir! Bon voyage, mon pote!
Gracias, Javier, al menos sabré cómo debo pedir un café solo. Y tengo entendido que con leche, sería "Olé" (valga el taurinismo, tan oportuno). Lo que no sé es pedir un cortado. Me llevaré un poco de leche en un bolsillo para ponerme yo "una nubecilla", que decían en "Astérix en Bretaña". De todos modos, no me voy aún. Trataré de dejar "subida" la primera parte de la entrada de José María Lado...aunque me pase los siguientes cinco días sin dormir. Luego estoy reclamado para hacer maletas y ultimar detalles de esos que se le olvidan a uno sin remedio... ¡Yo qué sé!
Aún no ha tomado CAFÉ,
tomado CAFÉ,
tomado CAFÉ el señor.
Aún no ha tomado CAFÉ el señor,
el pobre, pobre señor.
Pues que traigan un CAFÉ
para este señor,
para este señor.
Aún no ha tomado CAFÉ el señor,
el pobre, pobre señor.
(De "El cebo", de Ladislao Vajda.)
café noisete, juancarlos.
http://parisetcie.blogspot.com/2009/02/cafe-noisette.html
Estimado Burgo:
La lista de películas que nombra en el recuerdo a D. Antonio impresiona, por lo representativo de las últimas decadas del cine español, y por encontrarse muchos de los trabajos entre lo mejor de dichos años. Gracias por recordárnoslo.
Por otro lado el artículo que el amigo Javier ha tenido a bien señalarnos me ha dejado turulato. Aún no he entendido si lo que hay que cambiar es la forma de expresarse de nuestros actores o la de toda la sociedad en general.
Cuando acaben los cafés, invito a los licores, aunque les advierto que yo me enchispo enseguida y lo que me da es por cantar "Agua del pozo"…
Un saludo.
MC
Y la cantas mejor que Jorge Negrete, amigo Marcos!!!
Gracias, amigo Javier, por la cafeína. Ahora ya puedo ir tranquilo a Lutecia y sus alrededores. Al menos, el café no me quitará el sueño.
Amigo Anónimo, gracias por traernos a la memoria "El cebo", película excelentísima de nuestra cinematografía (aunque tuviera poco más que una parte del capital, el montador Julio Peña y a la encantadora María Rosa Salgado, como contribuciones españolas)
Señores Burgomaestres, llevo unos años visitando su querido blog, desde que ustedes hablaban del tebeo español, amén de otros asuntos, pero... hace un tiempo que este blog es exclusivamente un obituario.
Por favor, no podrían ustedes regalarnos con su inestimable conocimiento de los cineastas españoles, ¡¡VIVOS!!
Muy agradecido
¡Ay, calle, calle! Amigo Jorge, aquí felicitamos cumpleaños también. Y se "nos murieron" dos: Paul Naschy y Antonio Ozores. Por miedo a resultar funestos y gafes, decidimos dejar correr tal costumbre... (No quiero nombrar a otros felicitados, para no atraerles la mala suerte). También hemos recogido algún momento de actualidad, como algún premio concedido a Berta Riaza y a Concha Velasco, recuerdo ahora. En general (y paso a hablar en singular porque aunque los burgomaetres siempre serán dos, en "Lady Filstrup" sólo queda uno), este no es un blog de actualidad. Y al recurrir al pasado, casi siempre nos hemos de ocupar de personas fallecidas. De todos modos, con los tebeos ya pasaba esto mismo. No es que uno prefiera hablar de personajes difuntos. Es que da la casualidad de que lo que le gusta a uno lo hizo alguien que ya ha fallecido (o está cercano a tan fatal desenlace). Y, por otro lado, para hablar de artistas en plenitud y pujanza, ya están ellos mismos, sus agentes de prensa y sus aduladores...
Que conste, amigo donjorge, que comprendo perfectamente su comentario, que uno mismo se hace no poca mala sangre con esta especie de "oficio fúnebre" que se ha autoimpuesto, y que conste, por encima de todo, que le agradezco mucho su comentario y su compañía.
¡¡Vaya blogs chulos que tiene usted, amigo donjorge!!!Enhorabuena!!
En efecto: Don Jorge es una autoridad en las selvas de lo Popular.
Al menos, para mí.
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Ya que estoy acá:
sigo sin encontrar aquel título de publicación que trataba sobre el mundo de los extras y figurantes... (acaso recuerden).
Pero, acaso porque venga a cuento en lo tangencial, acabo de ver que existe:
Emociones cinematográficas de un figurante (La vida de los “extras” en los estudios)
Ramiro Marqués
Ediciones Bistagne
Barcelona, 1942
(acaso, fuera de colección)
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(Al parecer, y según lo internal, el tipo escribió, puede que en autoedición, un poemario, "Tú. Sonetos".
JCuadrado
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Celebro mucho que se pase por aquí, admirado don Jesús. No deje de hacerlo, por favor.
Muchas gracias, don Jesús.
Intentaré localizarlo.
Felices calores, Sr. Feliú
Que yo, ay, no lo tengo, ¿eh?
Que, si lo encuentrara, pues ya nos contará.
Que parece integrante, querido Master.
JC
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"encontrara", quise decir.
Sorry.
Que parezco Leire Pajín, ¡leche!
JC
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Estimables amigos:
En mis idas y venidas tropiezo con uno de los Vico, Manolo, hijo de Antonio Vico y Pinto y tío, a su vez, del Antonio Vico que siempre será nuestro tío (Jacinto).
Bohemio, jugador, tan mediocre comediante como brillante conversador, a decir de sus contemporáneos... Era popularísimo en las tertulias madrileñas. Cine, hizo poco. En 1930 publicó un librito titulado "De las tablas y del tapete", donde confluían los anecdotarios de su oficio -el teatro- y su principal afición -el juego-.
La más gloriosa, reproducida por Enrique Chicote, César González Ruano y Andrés Amorós, es aquella de que fue capaz de empeñar... ¡una merluza!
Se non è vero..., Sr. Feliú
Si lo "encuentrare" (barato) les "cuentaré".
Don Sincronio Feliú
Pero la merluza de Vico ¿estaba viva o rebozada?
PD:Me voy de vacaciones, amigos, no sé si ya se lo dije... Espero verles a la vuelta, tan majos como están ahora.
Querido amigo, me encanta este blog, ya que habla de algo que la gente ha olvidado, a nuestros excelentes actores algunos de ellos secundarios de lujo. Pero dejeme hacer una reflexion sobre el mencionado articulo del tal ingels o americano y nuestro doblaje. Yo leí el articulo y creí entender que se quejaba precisamente de que en el "actual" cine español a los actores no se les entendía. Bien, si fue eso a lo que se refería, debería confesar que estoy de acuerdo en su apreciación. Pues realmente vale la pena mirar esas maravillosas peliculas de los años 40, 50 e incluso bien entrados los 60 para ver que a TODOS los actores y actrices se les entendía de maravilla, y más si tenemos en cuenta que muchas de estas peliculas no estaban dobladas, sino que tenían sonido directo. Hoy en día, salvo grandes excepciones, se les ha metido en la manera de hablar este falso naturalismo de calle que cada vez hace mas furor en televisión. Y si comparamos a esos actores jovenes que pululan por nuestro cine con los grandes actores como EMILIO GUTIERREZ CABA o JUAN DIEGO nos daremos cuenta de como hablan unos y otros. En fin, espero no parecer un entrometido dando esta personalisima opinión.
Y loo que es peor: el falso naturalismo de calle, del que -con razón- usted se duele alcanzó, también, a los constructores del diálogo en los doblajes:
en un filme de los años treinta escuchó:
- ¿Se acordó de traer los vinilos?
(Ahora, eso sí: la ministra digitilizada para lo cultural seguirá premiando con lo del Mérito a las Bellas Artes a los matarifes tocados de montera).
JC
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¡Hey, Master, compa!
Conocí a un Vico. Un tipo encantador y golferas. Atractivo para las señoras; mucho, ay.
Estaba de Jefe de Producción en el montaje "La cocina" (Wesker); cuando producía Antonio Redondo (a quien la diosa Talía confunda; per secula seculorum).
Y era familia de los Vico.
Educado a tope, eso sí.
JC
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Amigo Ricard: del artículo del (llamemos)"amigo americano", parece que cada cual ha entendido poco más o menos lo que le rondaba por su propia cabeza, tal es la facultad para hacerse entender de la que hace gala el autor. Por supuesto, estoy en completo acuerdo contigo (perdona, te estoy tuteando y eso no es apropiado para un burgomaestre). Siendo tú un profesional experimentado y de éxito, sabes mejor que nadie las dificultades que encuentras para completar un "cásting" con actores a los que se les entienda lo que dicen (no hablemos ya de que, encima, consigan, a continuación, emocionar). El caso es que empiezo a sospechar que el problema es nuestro, de los que disfrutamos con las interpretaciones de la "antigua escuela"... No sé. Volviendo al artículo, me parece que al autor le da la impresión de que se ha uniformizado al actor español (y a los españoles en general) a través de los doblajes rígidos y, digamos así "acartonados". Que a él, lo que le mola (y tiene su parte de razón) es que cada actor hable a su manera (y cita a los de siempre, que si Brando, De Niro, La Monroe, ...)Por eso yo mencioné a actores como Bódalo, Dicenta, Riquelme, Rodero...Podría seguir con Ángel Picazo, Pablo Sanz, Luis Morris, Estanis González, Adolfo Marsillach... o las sensacionales Julia Caba Alba, sus sobrinos, los Gutiérrez Caba (los 3), María Luisa Ponte, Marisa de Leza, Lola Cardona, Guillermo Marín, Rafael Durán, Alberto Romea...¡¡La lista interminable de siempre!! ¿¿De dónde concluye este buen señor que el actor español está uniformizado? Ahora bien, si la cuestión es que él prefiere que los actores mascullen sus diálogos... ¡pues "pa" él!
Termino: concluir, como él hace, que el problema que hace que el público le vuelva la espalda al cine español es ese galimatías que él dice... (?) pues me parece puro delirio y flagrante desconocimiento. Prueba evidente: la gente va a ver masivamente películas dobladas, esas que él considera que suenan de manera rígida y uniforme.
PD: maestro don Jesús, me ha nombrado lo de la glorificación del Ministerio de Cultura de los matarifes con trajecito apretao (eso sí, con "mucho arte") y, la verdad, me duele. No tengo nada en contra de los aficionados. Allá ellos. Los hay amigos míos y querría, por su bien, que reflexionaran sobre tal gusto. Pero respeto que sean insensibles al dolor del animal, como lo soy yo cuando me zampo un bistec o un conejo al ajillo. Pero lo que no puedo tolerar es que nos metan los toros en el Ministerio de Cultura y que sean subvencionados con dinero público. Por ahí no paso.
Imagine usted Burgomaestre. Café Gijón de Madrid. 7 de la tarde, un frio que pela. Partida de mus. A un lado Rafael Azcona, enfrente Alvaro de luna. De toro lado, El gran Gamero, de compañero Alvaro de Luna. La partida de mus mas apasionante que yo viera jamas. Gamero como buen Castizo, excelente jugador... una tarde inolvidable para mi.
Muchísimas gracias, amigo Miguel, por su testimonial comentario. Uno, como aragonés, a la hora de los naipes opta por el más sencillo juego del guiñote, por lo que desconoce los arcanos del mus. De lo que no le cabe ninguna duda es de que la partida descrita debió ser de órdago.
Las corridas de toros son arte y son cultura. Al que no le gusten, que no las vea, pero dejen ya de decir mamarrachadas como ésa de llamar "matarifes" a los toreros. Los toreros son dignos de respeto porque se juegan la vida. Seguro que los que critican las corridas de toros luego son partidarios de ese asesinato llamado aborto. ¡Estúpidos!
Si arte y cultura es matar seres vivos, señor Anónimo, no me interesa ese arte y esa cultura. Es moralmente condenable. Por otra parte, respeto a los toreros tanto como a los matarifes, la diferencia es que el trabajo de los segundos lo considero mucho más útil y menos morboso. Mi opinión sobre el aborto no considero que venga al caso. No soy tan insensible como para comparar la muerte de un animal con la de un ser humano (insensibilidad en la que sí incurren, fatalmente, los defensores de la fiesta de los toros). Ciñámonos a la realidad: las corridas de los toros son un espectáculo éticamente reprobable y cualquier supuesta (admisible, pero en ningún caso indiscutible) cualidad artística resta un ápice de crueldad a la tortura y sacrificio del toro, ni al sufrimiento del caballo. La civilización tiene su precio: ir apartándonos de prácticas salvajes e insensibles. Invito a todos los taurinos a civilizarse y, también, de paso, a respetar a los que estamos resueltamente en contra de que se mantenga tan nefasta como cruel y anticuada tradición. Dicho lo cual: allá ustedes.
Nosotros ya estamos civilizados. Los que tienen que civilizarse son ustedes para no decir estupideces como ésa de que la fiesta de los toros es un espectáculo "éticamente reprobable" cuando es un espectáculo lleno de arte. Y claro, usted no se moja dando su opinión con respecto al aborto, faltaría más... Les parecerá muy mal que se maten toros, pero no les parece mal que se mate a niños en los vientres de sus madres. ¡Hipócritas! Si no les gustan las corridas, no vayan a verlas, pero déjennos en paz a los que defendemos la fiesta taurina. Si usted dice que "no le interesan ese arte y esa cultura" y que "allá nosotros", ¿por qué se molesta en hablar de todo eso? Son ustedes como el perro del hortelano: ni comen ni dejan comer. Pues yo digo: ¡VIVAN LAS CORRIDAS DE TOROS!
Y al que le pique, que se rasque.
Pues yo diría que el que se pica aquí es usted, amigo anónimo... Y el que hace comparaciones odiosas, también. NO sé, ni podré entender nunca, porqué tienen que agitar el drama humano del aborto (que efectivamente es un drama y, en primer lugar, para las mujeres que se ven en la tesitura de pasar por ello)cuando se habla de que la fiesta taurina es una refinada atrocidad, un espectáculo cruel y bochornoso, por mucho arte que se le presuma. Matar bestias no es arte. Y si lo es, éticamente hablando, no debería serlo. Es mi opinión y nada más. Mientras haya suficientes defensores de "La Fiesta Nacional", esta continuará. Y no tengo nada que objetar a ello. Sólo expreso, humildemente, mi esperanza de que el número de personas que piensen como yo permita que tal práctica inhumana se erradique de este país, uno de los pocos en los que todavía se sacrifican reses en público para solaz de un público respetable, aunque, a mi entender, equivocado.
Seguimos con el mismo argumento demagógico: aquí las víctimas son "las mujeres que se ven en la tesitura de pasar por el aborto", cuando en el aborto las principales víctimas son los niños asesinadoas, señor mío, no las madres. Si no quieren pasar por ese trauma, que no aborten. Punto.
Yo no me pico, caballero. Si saco a colación el tema del aborto es porque no puedo entender, ni entenderé nunca, por qué la gente manifiesta posturas tan favorables (o tan ambiguas) en el caso del aborto y en cambio no tienen el más mínimo problema en condenar la fiesta de los toros, una fiesta cuya belleza y cuyo arte han sido glosados por muchos famosos novelistas, pintores y poetas. Si usted sabe que la fiesta nacional va a continuar, ¿por qué sigue dándole vueltas a este tema y se contradice diciendo que espera que se "erradique" algún día, cuando sabe positivamente que eso no va a pasar? Y además, ¿usted sabe la cantidad de personas que viven del mundo de la tauromaquia y que se quedarían en el paro si la fiesta se "erradicase", como dice usted? ¿No sabe usted que en España ya hay cinco millones de parados? ¿Es que quiere que haya más?
Si no le gustan las corridas de toros, no vaya a verlas. Pero déjenos en paz a los demás y, sobre todo, a los que viven de ellas. Y si no, váyase a vivir a un país en el que no exista la fiesta. A mí no me gustan las Fallas, pero soy realista y sé positivamente que esa fiesta se va a seguir celebrando, así que me limito a no ir a ver las Fallas y dejar que los demás vivan su vida. Saludos.
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¿Por qué no encuentro más joyas de la firma? Soy un incondicional, como creo que consta en alguna parte. Y si no consta, que conste. Feliz año(ssss)
José Luis García Sánchez, jlgarcia41@gmail.com
¡Hombre, don José Luis! ¡cuánto bueno por aquí!! Le deseo muy feliz Año Nuevo y en cuanto al por qué que usted demanda pues no sé muy bien a qué joyas se referirá (si serán de la corona o de qué). Si lo dice por este burgomaestre, de momento, sigue retirado. Un abrazo muy fuerte y que la fortuna le sonría, amable lector.
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