Lady Filstrup (3ª época)

Dedicado a la música ligera, actores españoles y tebeos de Bruguera (porque sí, porque rima).

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Lugar: El Escorial, Madrid, Spain

jueves, abril 06, 2006

Un almanaque, una obra. (2ª entrega)



La figura dominante de Rafael González dota de una importante carga autoral a las revistas de historietas Bruguera en su primera etapa. Su influencia directa en el resultado final es tan notoria como decisiva a lo largo de los primeros años de Pulgarcito (en su formato de revista de historietas) y en la creación del DDT. En el caso de este Almanaque para 1950 de Pulgarcito del que ya vimos la portada y la tercera página el otro día y del que aquí reproduzco ahora un fragmento de su doble página central, la impronta de su personalidad (con el añadido del pie forzado por la temática navideña propio de un almanaque) adquiere un relieve aún mayor y hace que la coherencia interna de las páginas que lo componen sea tal que estemos en disposición de hablar, no de una colección de historietas, sino, casi, casi, de una obra unitaria (en la que sí, efectivamente, colaboraron un fenomenal grupo de creadores).
Con las notas más o menos aisladas y discordantes del Inspector Dan y de la Familia Pepe (que habitan universos propios), el resto de las 36 formidables páginas del Almanaque para 1950 de Pulgarcito constituye una especie de “suite” a cargo de sus personajes en torno a unos pocos temas fundamentales. En los próximos días, este burgomaestre se propone ir torturando al amable lector con la exposición de los siguientes apartados:
1º) El amor apesta: historietas de Don Furcio Buscabollos, Cucufato Pi y el Reporter Tribulete, todas de Cifré.
2ª) Navidades negras y el nefasto espíritu navideño: historietas de Zipi y Zape, Carpanta (Escobar), Doña Urraca (Jorge)y Don Pío (Peñarroya).
3ª) Buscando la fortuna: historietas de Gordito Relleno y Calixto y Don Berrinche, todas de Peñarroya
4ª) A su bola: las de El loco Carioco (Conti) , Don Cloroformo (Nadal), Leovigildo Viruta (Jorge), la Familia Pepe (Iranzo)y las hermanas Gilda (Vázquez).
Naturalmente, es una clasificación, como todas las clasificaciones, no exenta de interconexiones y ramificaciones que intentaré explicar del modo menos confuso que pueda. Si ven ustedes que me embarullo demasiado pueden saltarse el texto y mirar únicamente los dibujos. A fin de cuentas, se trata de acompañar de alguna manera lo que realmente interesa, que son las magníficas viñetas de estos tebeos bien amados.


El amor apesta
La temática del amor tomado como hecho absurdo y risible es la que domina, con sus tintes algo amargos, la obra de Cifré, que es tanto como decir la obra de Rafael González. Y es remarcable su presencia tan notoria en una revista que, en principio, debería estar supeditada a la temática navideña. Sin embargo, los personajes de Cifré, en semejante ocasión, representan tres variaciones sobre el tema del amor desengañado o de la mujer fatal.
En la historieta titulada “¡Qué mujer!”,Tribulete ha conocido a una mujer tan guapa “que con sólo mirarla, produce conjuntivitis”, pero que finalmente resulta ser una vampiresa que tenía previsto (según su dietario)“liquidar al cretino de Tribulete y beberse su sangre con sifón”. Su relación con ella, además, le acarrea problemas con la Autoridad (representada a través de las fuerzas de orden público y del poder judicial) que le llevan a sufrir condena a trabajos forzados. En “Matrimonio por correspondencia”, Don Furcio Buscabollos, por su parte, inicia una relación a través de un anuncio en la prensa, pero el retrato que le ha sido mostrado es engañoso y su amada resulta “parecerse a Doña Urraca”. Al retractarse de su promesa, es apaleado y al tomar venganza en la persona del pintor que hizo el retrato fraudulento, termina condenado a galeras. En “Extraña mujer”, Cucufato Pi tiene, en apariencia, más suerte que los otros, pero la “extraña mujer” con la que intenta casarse resulta tan desconcertante como peligrosa. La condena que recae sobre él es peor aún que la que sufren sus colegas: tendrá que casarse y mantener a una numerosísima familia: 27 hijos y 93 parientes.
El humor de Rafael González basado en hipérboles delirantes, en el lenguaje descoyuntado y en la comicidad del puro absurdo se desparrama alegremente por tan, en el fondo, amargas historias. El hombre, en su visión, es una víctima indefensa e inocente de la Mujer, quien sólo aspira a engañarle y a vivir a su costa, y de la Autoridad., que siempre se pone en su contra. En las conclusiones de estas tres historietas hallamos muestras de sabiduría casera tales como que el hombre está mejor solo (como razona Tribulete) o que para superar un fracaso amoroso lo mejor es emborracharse (como plantea Isabelita a su amo Don Furcio). En el caso de Cucufato la amenaza del matrimonio se cierne sin remisión y no hay lugar para otra reacción que defuncionarse.
Es característico del estilo de Rafael González las referencias a personajes populares de la actualidad española, paradójicamente estas referencias presentan una notoria preferencia (debida sin duda al gusto particular y muy loable, por cierto, de Rafael González) hacia los astros de la pantalla hollywoodiense y originan comparaciones llenas de comicidad. En las tres historietas aquí comentadas encontramos referencias a Hedy Lamarr (en la historieta de Tribulete) , a Virginia Mayo y a Robert Taylor (en la de Don Furcio), verdaderos ídolos en su tiempo, iconos dotados de gran belleza, tan alejada de los parámetros bruguerianos que su sola mención comporta una dislocación de la lógica interna de la historieta que es lo que provoca la risa. Anotemos que el título de la historieta de Cucufato Pi: “Extraña mujer” coincide casi exactamente con el de una tremebunda película protagonizada por Hedy Lamarr, dirigida por Edgar G. Ulmer en 1942 y quién sabe si una de las favoritas de Rafael González.
Otro rasgo característico de las historietas bruguera es la presencia, a modo de “cameo”, de “estrellas invitadas”, tal como sucede con la actuación especial de Cucufato Pi en la historieta de Tribulete, conduciendo un taxi.
Gráficamente, destacamos de Cifré como rasgo distintivo dos evidencias de su experiencia en el campo de los dibujos animados: una la constituye su dominio del diseño de escenarios, visible en el restaurante en el que se han citado Tribulete y su terrible novia, en el espacioso calabozo donde el reporter es encerrado, o en la vivienda de la extraña futura esposa de Cucufato; la otra puede observarse en esta viñeta de Don Furcio, en la que vemos el estudio del movimiento del personaje, como si fuera, justamente, el desarrollo de una secuencia de animación.
Continuará.
Nota: Este bloque, por ser el de los personajes de Cifré, es el que más muestra el carácter unitario del Almanaque y el que más denuncia la huella autoral de Rafael González, pero ya verán ustedes como el resto de apartados también participa de ese carácter y de esa influencia. O así.
NOTA2: la señora de la foto es la sensacional Hedy Lamarr, una hermosísima actriz algo olvidada hoy en día.

4 Comments:

Blogger Los Burgomaestres said...

Gran entrada, compa burgomaestre. Y qué gran tándem el de González y Cifré. La retranca del guionista y la bondad del dibujante... Y qué vida en sombras la de González como guionista...

jueves, abril 06, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Pues sí, aquí estamos, tratando de sacarla a la luz...

jueves, abril 06, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Estimados burgomaestres: se siguen ustedes superando. Creo que han dado ustedes con el quid o uno de los posibles quid de un buen blog: un tema en principio relativamente limitado (lo cual evita la dispersión y atrae a los entusiastas del tema en cuestión) pero de infinitas implicaciones. Al final resulta que Bruguera es el mundo y el mundo es Bruguera.Ya dijo Borges que "cualquier símbolo postula el universo".
Pero bueno. Lo que me ha sugerido (no se porqué) está entrada sobre el amor, sobre Hedi Lamarr, etc es una anécdota que me contó mi padre que presenció en torno al año 1956, cuando era un adolescente. A la salida de ver "Los Diez Mandamientos" de Cecil B. de Mille una pareja del bracete intercambió las siguientes palabras.
Ella: A mi que toda esta historia me suena de algo.
El: Pues me extraña porque es estreno.
Mi padre jura y perjura que oyó este diálogo. ¿Puede la realidad ser tan brugueriana? Yo creo que si. Y veo a la pareja de marras perderse por las calles del pasado, y ya no son de carne y hueso sino de lapiz y tinta, y ella está meditabunda intentando recordar donde oyó lo del becerro de oro y él hinchado de la satisfacción que dan la ignorancia prístina y la lógica aristotélica...
Espero que no conocieran ya esta anécdota. Me extrañaría porque es estreno.

viernes, abril 07, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Muchas gracias por sus palabras tan amables, amigo Torcuato y Los Cuatro. La anécdota que le relató su padre tiene mucho de chascarrillo popular y por eso, sin duda, es verídica. Ahora apenas se pueden hacer comentarios como el del marido, pues casi todos los estrenos cinematográfico tiran del remake y del homenaje, lo cual hace más cierto y verdadero, sino la anécdota que nos relata sí los tiempos en los que la sitúa. Reciba un fuerte abrazo de sus amigos, que le desean un espléndido fin de semana.

viernes, abril 07, 2006  

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