Lady Filstrup (3ª época)

Dedicado a la música ligera, actores españoles y tebeos de Bruguera (porque sí, porque rima).

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Lugar: El Escorial, Madrid, Spain

sábado, marzo 08, 2008

Galería: Luis Prendes, el Don Juan del 57


El gran Luis Prendes (2-8-1913, 27-10-1998), que ya ha aparecido por este weblog en una anterior entrada-galería y dando la réplica a Carlos Lemos en el video de la entrada precedente, y al que habrá que dedicar un mayor esfuerzo, en cuanto sea posible, se presenta hoy ante los amigos de “Lady Filstrup” ataviado con galas románticas, en la que fue la única (y singular) representación de la obra de José Zorrilla en el año 1957. Veámosle, junto a estas líneas, enmascarado, en la primera escena de la obra, redactando la carta en la que da cuenta de sus conquistas (de amores y vidas) para cobrarse la apuesta que cruzó, un año antes, con don Luis Mejías.

El estreno original del Don Juan de José Zorrilla se produjo en marzo de 1844, cosechando un destacado fracaso crítico, que empujó al autor a malvender su obra y a emprender un prolongado viaje que le llevó de París a México, donde el emperador Maximiliano le hizo director del teatro nacional. Ciento trece años más tarde, el Don Juan de Zorrilla era un mito escénico y una tradición arraigada en la sociedad española. Cierto que el cronista de “Mundo Hispánico” (la revista de la que han sido extraídas las imágenes que son motivo de esta entrada) ya advierte cierta fatiga (que se traduce en una total ausencia de público joven ) en la vigencia del éxito del mito, pero en 1957, la representación de la obra de Zorrilla suponía todo un acontecimiento que merecía los esfuerzos combinados de los más destacados talentos del teatro español. Entre ellos, fundamentalmente, el de los primeros actores y , naturalmente, el del director, José Tamayo.

La propuesta de este montaje del Don Juan supuso hacer del original una obra contemporánea, trasladando la acción de la España imperial del siglo XVI (concretamente, en 1545, dentro de los últimos años del reinado del emperador Carlos I) a los días de su autor, en plena era romántica. La explicación nos la brinda el propio director de la representación de 1957, en declaraciones a “Mundo Hispánico”: “No se trata de un capricho. Yo creo que Zorrilla hizo, de verdad, una obra romántica y que al vestirla así, al dotarla del aliento, carácter y actitudes del siglo XIX, Don Juan Tenorio puede ser más exacto”.
Del resultado final, podemos hacernos una idea a través del puñado de imágenes que acompañan este torpe y apresurado texto. La escenografía y los figurines del gran Emilio Burgos, toda una institución en el Teatro Nacional, sin duda aceptan el calificativo de brillantes y esplendorosos. Acompañando y subrayando la acción, sin duda, la música de Ernesto Halffter, desempeñó con acierto su misión, aunque, lamentablemente, sólo podamos suponerlo. Bajo la dirección del citado José Tamayo, la labor actoral del propio Luis Prendes, Ramón Elías, Miguel Ángel, José Codoñer, Antonio Paúl, Pascual Martín, José Sancho Sterling, Julio Núñez, Francisco Carrasco, Anastasio Campoy, José Guijarro, Aurora Peña, Mercedes Barranco, Milagros Leal, María Teresa Padilla, Josefina Santaularia, Asunción Sancho, Ana Sillero y Avelino Canovas. De entre todos ellos, destacamos a Asunción Sancho, que se hizo cargo del papel de doña Inés y a la que podemos ver, junto al seductor Prendes, en la archipopular escena del sofá. También, en la imagen de la Hostería del Laurel, la de Christófano Buttarelli, distinguimos a Julio Núñez, observando al fanfarrón Tenorio, un actor que multiplicó su presencia en los dramáticos de TVE en los tiempos gloriosos de los últimos años sesenta y al que le cabe el honor, también, de haber sido la tercera voz de Peter Falk, con una afonía tan deliciosa como cochambrosa, en la serie Colombo.
Para la imagen de cierre de esta entrada-galería, abocado al final, hallamos a don Juan Tenorio implorando clemencia divina ante el comendador de Calatrava, Don Gonzalo de Ulloa para ser salvada su alma tan sólo por la intercesión de Doña Inés.

El genial José Peñarroya, desde la portada del Tio Vivo número 20, publicado, con exactitud, el mismo día de la representación del Don Juan de José Tamayo y Luis Prendes, es decir, el 31 de octubre de 1957, ofrece una versión más tradicional, en vestuario, y mucho más ligera y cercana a la realidad cotidiana. El actor dibujado por el creador de Don Pío, infinitamente más libre que cualquiera de carne y hueso, se aparta, no de las rimas de Zorrilla, sino de su poco agraciada partenaire para enamorar a la suculenta “Chica Peñarroya” del palco.

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14 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Prendado me tienes con los actores, Juan Carlos.
Y con la portada de Peña.

domingo, marzo 09, 2008  
Anonymous Anónimo said...

No le veía yo al sr. Prendes en los papales cómicos; y sí, y con fuerza en los dramáticos: se mostraba torvo e irónico. A veces... ¿sádico?

Ahí sí me interesaba.

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(Una libertad: que cuando yo estudiaba Dirección Escénica, en aquellos tiempos en los que fui meyerholdiano -también fui grotosquiano; y antes, brechctiano, sí, lo admito. Ya tarde..., revisé a Stanislavki y me construí mi propio método-, ya digo, cuando era un desaforado amante de la bioescénica... concebí un "Don Juan" como una gran orgía guei. Eran en el 68. Casi me capan; los del tribunal, digo. Allí estaban el Dicenta y así. Cosas de la hombría hispanica, supongo. Bueno, debo admitir que más de un alumno se adelantó a lo de los "orgasmos democráticos" y me incluyó en la cofradía... je je).

JC
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domingo, marzo 09, 2008  
Anonymous Anónimo said...

«Los papales cómicos»: maestro ¿un descuido o un acierto? Apuesto por lo segundo.

Referente a su libertaria libertad..., no sé si fue en 1976, pero sí que fue en plena euforia ácrata layetana, se representó un Don Juan en el mercado del Borne de Barcelona, donde Pau Riba hacía de Doña Inés. Aunque esto ya lo sabrá ud. mejor que nadie...

domingo, marzo 09, 2008  
Blogger Los Burgomaestres said...

Ay, amigo Javier!! Cuánto me alegras con esas palabras! En fin, aún me queda por hacer la entrada de Luis Prendes y la de Mercedes Prendes y la de Mari Carmen Prendes... Hay prendimiento para rato.
Maestro don Jesús: uno está haciendo entraditas para que venga usted y dictamine con docta erudición. Muy bien. Uno, que no sabe nada de nada se siente muy dichoso de que usted, que sí sabe, esté ahí para poner un poco de sentido en los chispazos que aquí va poniendo con sus pocas luces. En otras palabras, lo que cuenta es sabrosísimo y lo que diagnostica, justísimo. Mi madre, guía del espectador en mi infancia ya me decía: "A mí, el Prendes no me gusta...Le veo mala baba" (o sea, que le veía el fondo ese sádico del que usted habla). Ya ve. ¡Lo que son las madres!
En cuanto a lo que comenta del Don Juan Gay... pues coincide con teorías muy serias y muy doctas, al respecto. Y por lo que veo, coincidió usted con don Manuel Dicenta en el ...¿cómo se llama? ¿Escuela de Arte Dramático? Pues ya contará usted, que la cosa promete...¡¡Lo que estoy aprendiendo!! Gracias mil veces.

domingo, marzo 09, 2008  
Anonymous Anónimo said...

>no sé si fue en 1976>

Sí, pero yo le hablaba del 68. Ya en el 76 yo husmeaba en lo de cómo escapar de acá (andaba en La France; recitando a Lorca e iluminando a Heredia Maya; o así me suena).
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>>>lo que comenta del Don Juan Gay... pues coincide con teorías muy serias y muy doctas, al respecto>>

Claro, lo sé (hay más marañones que los de Lope de Aguirre).

Pero yo tenía 22 añitos.

A lo que me refería –o quise referirme– es que “frente” al Tenorio “oficial”… ya había en aquellas promociones ideas “no concordantes”.

Que en el entonces yo estimaba que los que presumen de machitos eran algo gueis y eso. No más.

(Que no pretendo ser precursor en casi nada. Lo conté como anécdota-cebolleta; y, supongo, por hacer una gracia con la gracieta del gracioso en los de los orgasmos…).

Años después, muchos…, en un bar de farándula –creo–, comenté el asunto con Don Luis Escobar. Se reía hacia dentro (en plan orgánico…; sospecho que se lo pensó antes que yo y que el dire Gas).

Vamos, que la cosa no pasó de ahí; era un proyecto. Los alumnos hacíamos proyectos, soltábamos ideas y tal; como en Arquitectura (de entoces es aquella idea mía de acaso montar a Valle como una gran zarzuela…).

No sé, no me hagan caso: todo está en una nebulosa.
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Con Dicenta me enfrenté porque él sostenía que eran alejandrinos unos versos; yo, que era un marisabidilla, le refuté con lo de que eran falsos alejandrinos al acumularse dos heptasílabos trazados con tiralíneas, o algo así; y seguí con una bronca sobre cesuras y hemistiquios. Él siguió con su rollo y me mandó callar: que él estaba sobre la tarima por algo. Yo solté algo de su inopia en el olfato práctico sobre métrica aplicada; qué sé yo (se lo demostré; fue mucha tensión). Me exigió abandonar el aula; yo me negué. Vociferante, salió por el pasillo: “…!!!el director, dóne está el director!!!!”

Me expulsaron un trimestre. Era la primera vez que alguien se le plantaba… Él quedó como un divo intratable (era de los de “cátedra vitalicia”, un mal académico que frenó mucho a aquella Escuela); y yo… como un irrespetuoso. Después me hicieron profe de hathayoga...

En fin, un desastre.

Olvídenlo.

JC
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lunes, marzo 10, 2008  
Blogger Gordito Relleno said...

¡Cáspita Don Jesús, la que se montó con unos heptasílabos y unos hemistiquios de nada! Genial la anécdota y muy ilustrativa de aquellos catedráticos tipo Don Pantuflo...

lunes, marzo 10, 2008  
Blogger Los Burgomaestres said...

¡Cómo olvidarlo, don Jesús!! Como muy bien dice el amigo Gordito, hay que ver la que se armó por un "¡quítame allá esos alejandrinos!". En cuanto a mi comentario anterior, ¡por Zeus!! no pretendía yo insinuar que estuviera usted atribuyéndose la invención de la teoría esa marañoniana, ni mucho menos. También, por otro lado, me había parecido entender que su propuesta era de la época de alumno. Y bueno, en definitiva, que le agradezco tantísimo estos relatos que, con su permiso, voy a seguir subiendo entraditas, con el muy loable propósito de intentar sacarle más historias, más anécdotas y más sabiduría. Egoísta que es uno. ¡Ah, lo de abuelo Cebolleta, como no es nada peyorativo, sino, a mi juicio, muy elogioso, pues no le voy a reprochar para nada que se moteje de ello! Yo mismo, sin ir más lejos, me tengo por un Don Pelmazo de tomo y lomo ¡y a mucha honra!!
PD: lo de la Liga... pues no me doy por enterrado. O sea, que no me "enterro"...

lunes, marzo 10, 2008  
Blogger Gordito Relleno said...

Pues no me negarán que con Don Pelmazo, el abuelo Cebolleta y servidor, a veces Gordito, a veces Pepe el hincha, estamos montando todo un DDT del siglo XXI.

¿Alguien más coge personaje y se apunta?

martes, marzo 11, 2008  
Anonymous Anónimo said...

¡Morfeo Pérez, porfa! (si es que hasta el apellido...)

martes, marzo 11, 2008  
Blogger Los Burgomaestres said...

Jejejeje...! Pero, hombre, Javier, ¡¡con lo despierto que tú eres!!!

martes, marzo 11, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Fuera del tema:

¡Ha vuelto la colección Historias Selección! ¡Y también lo harán las Joyas Literarias Juveniles!

miércoles, marzo 12, 2008  
Blogger Los Burgomaestres said...

Ah, sí,sí, maestro. Los burgos estábamos enterados de esta "rentrée". Pero todavía no lo hemos visto. ¿Ha quedado bien? ¿Lo han reeditado con gusto y mimo... o como siempre?

jueves, marzo 13, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Muy solvente su interpretación de Don Miguel de Unamuno, también.

domingo, abril 27, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Y "Unamuno" en serie de TV en los años 70.......

viernes, julio 11, 2008  

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