La elegancia en Nadal
Porque tiene a sus personajes hechos un pincel, valga la expresión, Nadal es el más elegante de los dibujantes de Bruguera. Nadal no se conforma con ser elegante en el trazo, en el dibujo, les exige también a sus criaturas, incluidas las humorísticas, diligencia en el vestir. ¿Hay algún personaje cómico más elegante que el señor del leal Pascual o que cualquier otro de Nadal? Incluso el propio Casildo Calasparra sabe conjuntar a la perfección los colores de sus americanas y pantalones.
Pero fijémonos ahora en el señor de Pascual. Es muy bajito y hasta se le puede aplicar esa expresión de que es poquita cosa; sin embargo, eso no sirve aquí de chiste, porque Nadal lo viste con un primor espléndido, y así le dice al lector que en la elegancia una persona lo apuesta todo. La distinción del señor de Pacual está hecha de una elegancia deportiva, de americana cruzada, de blazer sin escudo, por supuesto, de sombrero flexible (que le da cierto aspecto vagabundo o viajero), de monóculo (que le hace noble de los de antes) y de pantalones con vuelta (que le hacen coqueto). Aunque lo mejor de su atuendo es que, siendo un personaje cómico, no va a caer en la ordinariez de ponerse una pajarita, como si fuese un humorista de Las Vegas o como si estuviese trabjando en un tebeo de Bruguera. El señor de Pascual va con corbata hasta cuando se queda en casa, descansando en batín. ¡¡¡Y qué nos dicen ustedes de sus pijamas de rayas!!! O de su flequillo ondulado con peinado de raya a la izquierda. O ese impecable rigor, que accede al consuelo, sí, de un batín, pero no a la debilidad de unas zapatillas…
Hay una concesión al adefesio y a la extravagancia en el tebeo humorístico, que Nadal nunca va a permitirse. Nadal es el más elegante de todos los dibujantes de la casa Bruguera; porque no busca la risa a través del esperpento y del desgaire en el dibujo, esto lo deja para el guión, y de esta manera, Nadal, además de ser el dibujante más elegante es también el dibujante más guionista.
(Ah, la viñeta superior del señor en pijama procede del Pulgarcito núm. 1.444, núm reg. 2, año XXXVIII, fecha 12 de enero de 1959, y el resto ha sido tomado del Pulgarcito núm. 1.474, núm reg. 2, año XXIX, fecha 3 de agosto de 1959. Y requete-ah: Nadal es, igualmente, un dibujante elegante que lee, no porque sus personajes lean (como ocurre en Figueras o en Raf, por ejemplo), sino porque hacen que sus criados les lean. Bueno, y otra vez pondremos una entrada en este weblog o lo que sea a propósito de la elegancia de los automóviles en Nadal, que es muy parecida a la elegancia de los automóviles en Coll, bla, bla, bla...)
Pero fijémonos ahora en el señor de Pascual. Es muy bajito y hasta se le puede aplicar esa expresión de que es poquita cosa; sin embargo, eso no sirve aquí de chiste, porque Nadal lo viste con un primor espléndido, y así le dice al lector que en la elegancia una persona lo apuesta todo. La distinción del señor de Pacual está hecha de una elegancia deportiva, de americana cruzada, de blazer sin escudo, por supuesto, de sombrero flexible (que le da cierto aspecto vagabundo o viajero), de monóculo (que le hace noble de los de antes) y de pantalones con vuelta (que le hacen coqueto). Aunque lo mejor de su atuendo es que, siendo un personaje cómico, no va a caer en la ordinariez de ponerse una pajarita, como si fuese un humorista de Las Vegas o como si estuviese trabjando en un tebeo de Bruguera. El señor de Pascual va con corbata hasta cuando se queda en casa, descansando en batín. ¡¡¡Y qué nos dicen ustedes de sus pijamas de rayas!!! O de su flequillo ondulado con peinado de raya a la izquierda. O ese impecable rigor, que accede al consuelo, sí, de un batín, pero no a la debilidad de unas zapatillas…
Hay una concesión al adefesio y a la extravagancia en el tebeo humorístico, que Nadal nunca va a permitirse. Nadal es el más elegante de todos los dibujantes de la casa Bruguera; porque no busca la risa a través del esperpento y del desgaire en el dibujo, esto lo deja para el guión, y de esta manera, Nadal, además de ser el dibujante más elegante es también el dibujante más guionista.
(Ah, la viñeta superior del señor en pijama procede del Pulgarcito núm. 1.444, núm reg. 2, año XXXVIII, fecha 12 de enero de 1959, y el resto ha sido tomado del Pulgarcito núm. 1.474, núm reg. 2, año XXIX, fecha 3 de agosto de 1959. Y requete-ah: Nadal es, igualmente, un dibujante elegante que lee, no porque sus personajes lean (como ocurre en Figueras o en Raf, por ejemplo), sino porque hacen que sus criados les lean. Bueno, y otra vez pondremos una entrada en este weblog o lo que sea a propósito de la elegancia de los automóviles en Nadal, que es muy parecida a la elegancia de los automóviles en Coll, bla, bla, bla...)
12 Comments:
Verdaderamente, compañero, que no se me ocurre otro dibujante al que se le pueda definir tan perfectamente con una palabra. Tú has dado con ella y no se le puede dar más vueltas. Nadal es la elegancia. Así, sustantivo. Habrá que poner más cosas, porque uno no se cansa de mirar estos dibujos de trazos tan elegantes como precisos.
En mi opinión, el dibujante más elegante de Bruguera fue Raf... Pero bueno, sobre gustos...
Hombre, desde luego que sobre gustos dicen que no hay nada escrito (cuando realmente es quizá aquello sobre lo que más se ha escrito, pero bueno...). De hecho, este burgomaestre (y creo puedo hablar en nombre del otro burgomaestre) prefiere a Raf que a Nadal. O lo que es lo mismo, que nos gusta más Raf que Nadal (no en vano la weblog iba a llamarse "El ave turuta" y se quedó en Lady Filstrup porque el otro nombre ya estaba pillado. Raf es el más grande, para quien esto escribe (y aquí sí que expreso mi opinión estrictamente personal), pero si a algún dibujante le cuadra una palabra como definición, en eso, ya lo hemos proclamado y lo repetimos: Nadal era la elegancia. Lo que no quiere decir que Raf no fuera elegante, y mucho.
Burgomaestres, que yo tampoco queria decir con mi comentario que Nadal no fuera elegante, ni mucho menos... De todas formas, me quedo con la frase "Raf es el más grande"
Amén
¡Amén! (el otro burgomaestre)
Hablando de Nadales... que maravilloso catalán es ése del tenis.
(¡Qué envidia lo del moverse así, y discúlpenme lo colateral!)
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Ah, sí, el pariente del futbolista; bueno, ya sabe, lo de nadal y guardar la ropa.
¡Hostia!
Que no es catalán, que es de las islas y así...
(¿Será mi subconsciente que se abarrotó de estatutanzas?)
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En fin, ahora somos un poco... catalanes todos.
En pleno acuerdo: soy catalán de Palencia.
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Está hecho ud. un Rodolfo Palentino, don Jesús.
Bueno... no soy tan famoseable, pero casi...
Hubo un tiempo en que unos coleccionistas y lectores le quisieron pedir al alcalde una placa sobre la fachada de la casa en que nací...
(Si les digo la verdad... a mí me gustaría que me pusieran una fuente con meadero para los perritos palentinos).
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