Lady Filstrup (3ª época)

Dedicado a la música ligera, actores españoles y tebeos de Bruguera (porque sí, porque rima).

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miércoles, junio 28, 2006

El vigor juvenil de Ibáñez


En este weblog (o lo que sea) dedicado a Bruguera en general y a sus tebeos en particular (o al menos, así era en un principio) parece que evitemos cuidadosamente hablar de Francisco Ibáñez. Y no es así. Los burgomaestres nos dejamos motivar por el entusiasmo para tratar un personaje o un tema. En ocasiones, es la actualidad que se cruza con alguna historieta o con alguna portada, la que nos lleva a traer a colación a tal o a cual dibujante y a su obra. Si Ibáñez no aparece más a menudo en este escaparate virtual se debe exclusivamente a que no concurren las circunstancias para ello. Por otra parte, la obra de Ibáñez está demasiado difundida, tiene demasiados fans y estudiosos y se vende demasiado bien como para que haya ninguna necesidad de que nosotros, que tenemos aspiraciones de cumplir la misión de rescatar obra que no se edita, preferentemente (porque es la que más nos gusta, fundamentalmente), traigamos aquí viñetas del archipopular Francisco Ibáñez.

No obstante, dado que recientemente Ediciones B ha editado un nuevo volumen de su colección Súper Humor Clásicos dedicado a este dibujante y lo ha titulado “El Francisco Ibáñez más clásico” y que, precisamente, hemos estado viendo algunas historietas de la primera época de Ibáñez en Bruguera, tal vez sea oportuno dedicar nuestra atención a los primeros esfuerzos de este dibujante en la editorial barcelonesa.

La revista Can Can dio la oportunidad a nuevos valores de foguearse de lo lindo. Bruguera pretendía hacerse con el mercado del semanario humorístico para mayores que Tio Vivo había cultivado desde su nacimiento, en el verano de 1957. Así, el número cero de Can Can asoma a los quioscos la primera semana de febrero de 1958 como “La revista de las burbujas”, con el propósito de cosquillear la nariz de los lectores más mundanos. En sus páginas encontramos a los dibujantes que se habían mantenido fieles a la casa, tales como Vázquez, Jorge, Nadal, García Lorente y Martz Schmidt, y a los nuevos valores contratados para llenar el hueco dejado por los Peñarroya, Escobar, Cifré, Conti y Giner, es decir, a los Raf, Ibáñez, Segura, Gin y Gosset. En unos cuantos meses, los hijos pródigos volvieron al redil y se incorporaron también a la tarea de llenar de carcajadas las páginas de Can Can.

Ibáñez Can-Can

Cuando había transcurrido una semana tan sólo desde que Mortadelo y Filemón hubieran visto la luz en Pulgarcito, en el número 0 de Can Can, Ibáñez inauguraba la publicación de las historietas de Don Adelfo y de una página temática. Del citado personaje (uno de los más anodino y olvidables de toda la galería Bruguera) ya se ha hablado en este weblog, en cuanto a la página que se le asignó a Ibáñez para tratar humorísticamente un tema, la número siete de la revista, es de la que hemos extraído (de los números 0,1 y 2) las viñetas que ilustran esta entrada, cuyo título quedará sobradamente justificado con su contemplación.

Ibáñez está a punto de cumplir 22 años en este momento. Hace tan sólo un año que se dedica profesionalmente a dibujar chistes y tiene unas ganas enormes, verdaderas ansias por hacerse con un puesto en el universo de la historieta. Es un artista en plena formación y su estilo está muy lejos de llegar a definirse, aunque, disciplinado como pocos, se esfuerza por agradar y dibuja dedicadamente, no escatimando detalles ni rehuyendo afrontar variedad de temas. Más bien al contrario, en estas páginas de la revista Can Can, lo que se pone de manifiesto es una decidida voluntad de mostrar una gran capacidad para el dibujo y una patente versatilidad. Así, Ibáñez se atreve con temas de épocas y ambientes diversos, como para demostrar que su lápiz es poderoso y dúctil, como el que más. En el número 0, el creador de Rompetechos abre el fuego con el mundo romántico del XIX, con sus duelos y sus bigotazos, con sus damiselas vestidas de puntillas y su ambiente galante, tan grato a Peñarroya. En el número 1, afronta el tema medieval y dibuja caballeros , dragones, alquimistas y sarracenos con solvencia, con un ojo puesto en el maestro Jorge. A la semana siguiente, la India misteriosa se convierte en la referencia, con sus fakires, elefantes y rajás, un tema que en multitud de ocasiones había inspirado al ya citado Peñarroya.

No cabe duda de que Ibáñez, con todo el vigor de su juventud sobre el papel, está pletórico y arde en deseos de conquista al público lector y a la empresa que le paga. Ese vigor desborda los rígidos límites de las viñetas y ésa debe ser la explicación existente para que nos topemos con la imagen que acompaña este párrafo final. Verán este burgomaestre no es persona obsesionada con el sexo ( ni con el propio ni con el ajeno) , pero sabe reconocer un pene erecto cuando lo ve (cosa que no sucede con demasiada frecuencia, valga la confidencia) y eso es lo que Ibáñez dibujó en el ángulo inferior derecho de esta viñeta de la página siete del Can Can número 1. Que lo hiciera conscientemente (con la osada intención de colar una picardía) o sin reparar en ello (traicionado por el subconsciente a causa del bullicio hormonal de la juventud), eso es algo que sólo Ibáñez nos podría desvelar. Pero ahí está el dibujo, que salta a la vista. Reforzando el supuesto primero, el de la picardía (algo cochineja) del joven dibujante, leemos con asombro la frase del bocadillo, pronunciada por el personaje que protagoniza la acción: “¡Pardiez, cómo se ha puesto de gorda!”, que si bien aparece referida a la mujer que pasa por el segundo plano de la escena, bien podría estar expresando la satisfacción del feliz poseedor de la verga expuesta en primer plano. Por increíble que resulte, a veces las cosas son lo que parecen.

NOTA de Don Berrinche: la reciente edición del volumen de la colección Súper Humor Clásicos de Ediciones B “El Francisco Ibáñez más clásico”, debería hacer enrojecer de vergüenza a los responsables. La calidad de la impresión es paupérrima e indigna. Muchas de las páginas publicadas son poco menos que invisibles, dada la falta de contraste de las imágenes. En cuanto a la edición de un material presuntamente clásico, es inadmisible que se realice sin más referencias documentales que una breve nota introductoria que ni cataloga la obra reproducida, ni sitúa las diferentes planchas en ningún contexto editorial. Con los medios actuales no valen excusas para ofrecer al lector un producto tan deficiente tanto gráfica como documentalmente. Si los responsables de Ediciones B cometen tamaña villanía con el material del artista preferido del público, verdaderamente no es deseable que se tomen la molestia de emprender ninguna edición con otros dibujantes menos populares como protagonistas. La chapuza podría resultar hasta ofensiva.

19 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Interesante el fálico hallazgo, señores burgomaestres. Veo que hay buenas dotes de observación en este weblog (o lo que quiera que fuere). Vaya un picarón que está hecho don Francisco. Años después repitió jugada con "El cine de hoy", que salió en aquel número único de Can Can, nueva época, a finales de los 70. Supongo que sabrán a qué páginas me refiero. Con fino sentido del humor, reflejó a su manera el fenómeno del "destape", tan en boga en aquella época. Y es de agradecer que por estos lares aparezcan cosas de Ibáñez tan curiosas como lo que nos han mostrado (con perdón).

Por cierto, escribí a Ventura Music pidiéndoles el CD de Tip y Top, y no he recibido contestación alguna. Estoy viendo que me quedo sin él :-(

miércoles, junio 28, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Hola, mandamás.

Increíble miembro erecto en plena hegemonía nacional-católica y en una revista de humor infantil.

Pero perdona que cambie de tercio en este mensaje. A pesar de que me he reído de lo lindo con Ibáñez, como casi todos, no es ni de lejos de mis autores favoritos. Y es mi primera incursión en tu blog y no quería dejarla pasar sin preguntarte por otro autor clásico: Peñarroya. ¿Hay algún álbum recopilatorio, aparte del compartido de Genios de la Historieta donde encontrar material suyo? Y si no, ¿por dónde me recomiendas empezar para hacerme con lo mejor de su obra?

No he encontrado más entradas anteriores centradas en Peñarroya que la de Don Berrinche y los platillos volantes, pero aún no he buceado bien en el blog. A pesar de tener cierta querencia infantil por Gordito Relleno, lo mío con Peñarroya vino más por Don Pío. Y en concreto por una época suya, creo que la de mediados o finales de los 50, cuando era en bitono y aún no había aparecido el niño algo repelente que tienen después.

No sé si el respetable recuerda aquí una historia, recopilada en aquel "Genios de la Historieta" que incluía también a Jorge, Vázquez y Cifré, en la que Pío abandonaba una tarde más pronto de lo habitual la oficina porque se encontraba francamente pocho y débil. Ya en casa, la sargenta le recordaba que esa noche tenían un compromiso en casa de los mengánez, así que don Pío cedía a regañadientes. Al llegar a la casa aquella, Pío se iba animando y acababa demostrando sus dotes de bailarín con la concurrencia, a lo que su señora reaccionaba irritadísima y llevándoselo a rastras. Es, de lejos, la historieta en la que su acusada misoginia recibe un tratamiento más sutil y brutal a un tiempo. Revisénmela y diganme si no es una auténtica gozada.

Con permiso. Las referncias de títulos, números o épocas a rastrear serían de mucha utilidad, porque realmente no sé por dónde empezar.

Un saludo.

jueves, junio 29, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Ja,ja, ja, muy acertado, compañero burgomaestre. Y hay que señalar también el "de buena me libré". Y ¡el recuadro!: "... pero a la vueta uno recibía su recompensa...". Toda una invitación a las soledades de la vuelta de la esquina, que no son las de Machado.
Sea como sea, Ibáñez ha dibujado las mujeres más feas de toda Bruguera; aunque en realidad, nunca las ha dibujado (eso lo hacían Peña, Nadal o ifré), sino que ha preferido caricaturizarlas. A veces parece que no le interesen demasiado. Hay un punto de solitario, de manualidades, en Ibáñez que no aparece en los otros dibujantes de la casa...

jueves, junio 29, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Sí; y no creo que haya que tamizarlo con papá Freud...
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jueves, junio 29, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Hola, hola: amigo Larse, este burgomaestre le confiesa desconocer la historieta de la que nos habla en su atento comentario. Aunque a veces demos la impresión contraria, los burgos no tenemos ni conocemos TODOS los tebeos Bruguera ¡Qué más quisiéramos! Y aunque a veces este burgo se permita elucubrar un poco (el otro no, que es muy concienzudo y riguroso), procuramos hablar de aquello que tenemos disponible...Y en este caso, me refiero a tebeos.
Amigo Fulgencio, por favor, le ruego que bucee a fondo en este su weblog. Peñarroya nos gusta con delirio y de las 206 entradas que llevamos subidas, seguramente una quinta parte están dedicadas al maestro Peña. Encontrará usted historietas de Don Pío, de Gordito, de Pitagorín, portadas, páginas temáticas y etcéteras etcéteras. Y habrá más, por supuesto.
Compañero, coincidimos plenamente en la apreciación del poco aprecio que Ibáñez muestra por las mujeres. Claro que también es posible que, simplemente "no le salgan". O que no "se le den"...En fin...
¡Don Jesús, qué alegría leerle nuevamente por aquí! Le echábamos de menos, de verdad. Su apunte (en punta)freudiano no podía ser más opor-tuno.

jueves, junio 29, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Pues esa historieta frivolilla de que hablo, pueden encontrarla en el foro de la TIA. En el apartado "Otros personajes de Ibañez" hay un hilo llamado "Interrogatorio: otros personajes de Ibáñez", en el que nos traemos un jueguecillo de preguntas y respuestas. Migsoto tuvo la amabilidad de poner esa historieta completa a petición mía, pues aparecía parte de ella en su libro.
Ya sé, amigos burgos, que ustedes muy de Ibáñez no son, que digamos. Pero les recomiendo mucho que se pasen por el foro y capturen esas dos páginas, por su carácter único en la trayectoria de Ibáñez. A mí me parecen una pequeña joya.

Qué casualidad, hoy me llega de vuelta la carta que mandé a Ventura Music. Esa editora ha desaparecido del todo, por lo visto. Me quedé sin el CD de Tip y Top... ¡Buaaaaa!!
¿Alguien sería tan amable de grabármelo o mandármelo por e-mail? Agradeceré un montón.

jueves, junio 29, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

PUes como notarios que somos, tomamos nota, amigo Larsen. De lo uno y de lo otro.

jueves, junio 29, 2006  
Blogger Gordito Relleno said...

Me sumo una vez más al coro de felicitaciones merecidísimas por el vigoroso hallazgo y el mérito que tiene, ya que estoy seguro que al noventitantos por ciento de lectores de la época pasaría inadvertida la broma fálica del maestro Ibáñez (incluidos censores, claro).
Ibáñez tiene un gran mérito, además de ser el superviviente con más éxito de la época brugueril, y se agradece que haya entradas con su obra más desconocida, aunque de este hombre ya se sabe casi todo y a mí lo que me maravilla de este weblog es que se aportan muchas cosas de otros autores menos conocidos. Pero bueno, bienvenida también la noticia del Super Humor ibañezco a pesar de las deficiencias que apunta el burgomaestre. Ya tengo regalo para el cumpleaños.

viernes, junio 30, 2006  
Blogger Gordito Relleno said...

A Fulgencio Pimentel:

Hay recopilaciones de Peñarroya en algunos títulos antiguos de la colección Olé, hoy día difíciles de encontrar.Se publicaron a principios de los 70. Así de memoria recuerdo dos de Don Pío, uno de Gordito y otro de Pitagorín.
El Bruguelandia nº18 de 1982 contiene material del maestro Peñarroya.

viernes, junio 30, 2006  
Anonymous Anónimo said...

¿Eso de "en punta" lo sueltan porque me quieren y conocen mi pasado (y se "alegran de verme", con perdón)... o van en plan milk bad?
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viernes, junio 30, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Por Dios, Don Jesus, nosotros no gastamos mala leche para nadie, pero menos que para nadie, para usted. Lo de la punta no era más que un juego de palabras con el tema introducido (valga la expresión)... y con el verbo apuntar, pero no en sentido teatral, sino... en fin, que me he hecho un hermoso lío. Es lo que tiene jugar con las palabras si no dominas los fundamentos del juego. (El burgo torpón)
Amigo Gordito, gracias especialísimas por su comentario y por contestar a Fulgencio algo que se nos pasó. Los Olés de Peñarroya podrían muy bien dar para una entrada. En su weblog los ha puesto casi todos, me parece... El caso es que son casi inencontrables,me temo. Aquí intentaremos paliar esta carencia en la medida de nuestras burgo-fuerzas.

viernes, junio 30, 2006  
Anonymous Anónimo said...

No... que como dirigí la revista "En Punta"...

Por eso.
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viernes, junio 30, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

¡Recórcholis! Usted dispensará, que este burgo desconocía tal extremo. Bueno, este burgo desconoce casi todos los extremos y la mayoría de los puntas...y hasta los interiores izquierdos y los laterales derechos...En fin, que soy un ignorante de campeonato.

sábado, julio 01, 2006  
Anonymous Anónimo said...

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En Punta. Madrid, 1974 1977. Prensa ajena / Historieta / Humor Gráfico. Revista mensual (27 núms.) y pendiente de la comunicología y la publicidad, en edición y dirección del publicista José Luis Casas. Desde su número once (enero de 1975) renovó su plantilla y directrices, y pasó a concretar más su discurso sobre los media comunicantes y sus repercusiones en el mercado inmediato; así, la Historieta tuvo aquí su espacio reservado, al mismo tiempo que otros bloques afines, como el fanzinismo y la prensa marginal (núms.23, 24). Junto a su director colaboraron, entre otros, los especialistas Jesús Cuadrado (allí, coordinador hemerográfico), José María Cuadrado, José De Cora, Guillermo Galván, Ernesto Rodríguez Del Alisal, y el fotógrafo Antonio Tiedra.
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domingo, julio 02, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Después de leer a todos estos señores, casi es imposible atreverse a tomar la palabra.

Quería ahondar un poco en la actitud "criminal" de Ediciones B. Aparte de realizar una selección pésima de material e incluir reproducciones espantosas, también se dedica a repetir sin sonrojo multitud de páginas de unas ediciones a otras, muy cercanas en el tiempo. Por ejemplo: Super Humor - 13 Rúe del Percebe, Super Humor Rompetechos, El Ibáñez más clásico, los tomos diversos de Mortadelo y Filemon, etc.

Aunque no está relacionado directamente con la temática de este blog (o lo que sea), algún día habría que referir la oleada de nuevos desaguisados cometidos con el pobre Capitán Trueno.

Saludos

domingo, julio 02, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Gracias por las pistas, Gordito y Burgomaestre. Intentaré lo imposible. pero no olviden esas buenas intenciones de un post sobre el particular.

domingo, julio 02, 2006  
Blogger Los Burgomaestres said...

Gracias, Don Jesús, por la reseña que viene a poner de manifiesto la ignoracia de este burgomaestre. Y que celebra haber tocado el tema sin haberlo pretendido porque así se ha enterado de algo que desconocía. También agradecer al amigo minukab sus comentarios y manifestarle que el CApitán Trueno es también objeto de comentario del weblog y que si no se ha tratado es porque... ¡¡aún no se ha tratado!!
PD: Don Fulgencio, ¿ya ha buceado usted como le dijimos?

martes, julio 04, 2006  
Anonymous Anónimo said...

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martes, febrero 06, 2007  
Anonymous Anónimo said...

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martes, marzo 06, 2007  

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