También este modesto weblog (o lo que sea) ha querido sumarse a la celebración del Día Europeo de la Música, con la organización de un concierto benéfico (en beneficio de la Duda) a cargo de nuestros queridos personajes Bruguera, para lo que hemos contactado aprisa y corriendo con los músicos disponibles de la nómina de personajes bruguerianos. La tarea no ha resultado fácil. Debido al despiste imperante en esta Notaría, la mitad de las direcciones de correos están desaparecidas y la mitad del resto no están actualizadas. A esta lamentable realidad hay que sumar la no menos desalentadora cuestión de la premura de tiempo con la que habían de responder los escasos intérpretes localizados, incompatible con sus problemas de agenda. Por si fueran pocas dificultades, además, la mayoría de los personajes con quienes finalmente pudimos contactar ha resultado que se encuentran retirados en asilos o en casas de reposo (cuando no en penales de alta seguridad) y sin ganas de cantar ni de tocar nada, por lo que declinaron el dudoso honor o, simplemente, nos enviaron a hacer gárgaras. No obstante, y venciendo un cúmulo de calamidades, obstáculos y cortapisas, estos burgomaestres se complacen en presentar a un ramillete de fenomenales artistas profesionales y a un hatajo de voluntariosos aficionados. Deléitense, damas y caballeros, con el arte musical de los magos del ritmo y la melodía de la historieta española. Se abre ante ustedes el Primer Festival Bruguera del Día Europeo de la Música.
El evento Celebrado el pasado jueves, día 22 de junio del año 2006, en el Teatro Rafael González de Barcelona, y emitido hoy, en riguroso diferido, en este weblog, en el Primer Festival Bruguera del Día Europeo de la Música, el numeroso público asistente pudo deleitarse con actuaciones musicales, de las cuales reseñaremos las más sonadas, en las cuales, gracias a una cuidada escenografía, se reproducían fielmente algunas viñetas en las que se habían dado momentos musicales . De especial dificultad técnica fue la reproducción de la viñeta en la que el Tío Vázquez navegaba a la deriva en un respiradero, en medio del océano mientras ejecutaba su número y tal vez por ello, fue uno de los más aplaudidos. Excusó su
asistencia la estrella máxima del Universo Bruguera, Mortadelo, quien, a modo de compensación, envió en su lugar un archivo de vídeo con una vieja actuación suya, que se pudo ver en la portada del SuperMortadelo número 13, publicada en 1972. Su ausencia, aunque lamentada, no restó asistencia al concierto. Para la interpretación musical de los diversos números, se contó con un coro de voces fijo en el que no queremos dejar de destacar la presencia de Lily, la creación de Segura para la revista del mismo título, tal como aparecía en el número 498, de 21 de junio de 1971.
Artistas profesionalesDedicar la vida a las fusas y las corcheas es uno de los más encomiables propósitos profesionales a que se puede aspirar. La música es un bálsamo, un estímulo o, directamente, un alimento imprescindible para la mayoría de la humanidad. Dejando al margen las inevitables excepciones, los seres humanos necesitamos recargar nuestro espíritu, con periodicidad variable, con melodías que poder cantar en la ducha o en el asiento de atrás del coche, cuando vamos de excursión, o caminando camino del trabajo, o, también, si nuestro gusto está más educado, con sinfonías que dirigir imaginariamente en el saloncito. Aquellos que sienten la vocación musical y consiguen darle naturaleza profesional alcanzan la felicidad cada vez que ejercen su oficio y la transmiten al oyente.
En el mundo Bruguera, en el que hay profesionales en todas las ramas imaginables, también encontramos músicos. Los hay desde los que se dedican con entrega total a su arte, hasta los que únicamente ejercen muy ocasionalmente, en alguna historieta determinada.
¡¡Sinforino!! El músico más músico de todos los personajes bruguerianos fue creado por Jorge para la recién nacida revista DDT en 1951. Gráficamente, se trata de una de las propuestas más estrambóticas, extravagantes y excéntricas de toda la cosmología brugueriana. Dependiendo de lo retorcida que sea la mente del lector, su aspecto físico, dominado por una cabellera en forma de fuente surtidor (de tinta china, claro), puede recordar las cosas más disparatadas. Su afán por ganarse la vida con el ejercicio musical (mediante la docencia y la interpretación) no obtiene recompensa nunca y el insólito multiinstrumentista de cerrada barba vive instalado en la precariedad más absoluta. Le vemos aquí, en una viñeta del DDT 27 (de noviembre de 1951) interpretando el que bien pudiera ser el himno oficial del Estado Bruguera, “El vals del percebe”, del maestro Peñarrovsky”, iniciando con la debida solemnidad el Festival Bruguera del Día Europeo de la Música.
Aniceto, artista completo
Como reza el titulo, Aniceto domina todos los áreas de la creatividad artística. O eso cree él. Lo mismo se anima a escribir una novela que a pintar un mural o a ejecutar, como es el caso, una pieza de “Chapín”. Él se siente grande, violín en mano, pero los efectos de su arte son casi letales. En esta historieta del DDT 151, de la tercera época, de 8 de junio de 1970, tan pronto desgrana las primeras notas, Aniceto cae fulminado y la misma reacción (un suerte de defunción momentánea) tienen después su portera y el médico que acude a asistirle, con lo que puede afirmarse que Aniceto “ejecuta” de forma muy efectiva.
Escobar dibujó a este completo desastre artístico para el DDT durante un periodo relativamente breve, alternando su presencia con la de “Melitón, bombero de afición” en la misma revista y simultaneándola con la serie fija de Toby. Dotó a su personaje de un aspecto bastante juvenil y más delgado (economía bohemia mediante) de lo que en su estilo es habitual. La definicón visual del artista se concentra en el uso de patillas y pipa, elementos ambos que hacen innecesaria más tarjeta de presentación y que por sí solos convierten a cualquier marsupial en un artista de tomo y lomo.
Pelufo Yeyé
Enrich tenía un estilo aseado y agradable. Sus series son de lectura fácil y el ojo no se fatiga en su contemplación. En sus historiets no sucede casi nunca nada excepcional, siendo su personaje más insólito el extraterrestre “1 X 2, el invasor” y el más popular, el Caco Bonifacio. Este Yeyé del 67, que asomó la ganchuda nariz en el Extra de Vacaciones de Pulgarcito de aquel año y poco más, tuvo una carrera extremadamente corta y constituye la contribución de Bruguera al fenómeno Yeyé, expresión nacida del machacón estribillo del “She loves you” beatleniano de tres años antes, y forma dominante en Francia y España para referirse a los grupos pop.
El trío YeyéComo reafirmándose en su condición de dibujante yeyé de la casa, Enrich nos proporcionó la actuación en la portada del Pulgarcito número 1873, de 27 de marzo de 1967, del “famosísimo” Trío Yeyé. Este conjunto de improbable formación (inédita, diría este burgomaestre: dos guitarras y un saxo) actúa en un club cuya exclusividad se formula en que todos los asistentes a los recitales deber ser melenudos. Para cumplir este requisito, Tribulete y su jefe se plantan en la cocorota la oportuna peluca beatle, lo que nos permite, echando un sitazo a la viñeta adjunta, verlos de esta guisa.
Son personajes que, en ese momento, llevan ya veinte años de permanencia en los quioscos. Su creador, el fundacional Cifré, ya ha pasado a mejor vida y ellos mismos están algo anticuados. Enrich, que se hizo cargo de la serie con muy buen oficio, los pone instantáneamente al día con este sencillo procedimiento. Citando a la Orquesta Mondragón, podríamos decir que Tribulete y su jefe se han aplicado la receta que Javier Gurruchaga cantaba en sus buenos tiempos: “Ponte la peluca, ya”.
Artistas aficionados
Ser “amateur” es algo bonito que ser. La dulzura de la palabra cuadra perfectamente a aquel que hace música para distraerse, para acompañarse, para divertirse y porque, sencillamente, le sale hacerlo, sin otra ambición que manifestar el propio estado de ánimo o sin ninguna intención en absoluto. A menudo, la música sale de uno sin proponérselo siquiera, porque la música, felizmente, ha entrado en nosotros alguna vez y movida por leyes físicas indomables, la musica sale de nosotros alguna vez, ya sea “silbando al trabajar” o, con un poco más de disciplina por medio, cuando tratamos de reproducir con nuestra guitarra barata, las canciones de nuestros héroes. Los personajes Bruguera no son ajenos a este hecho y por eso, en el Festival también tuvimos ocasión de presenciar las actuaciones de...
Zipi y Zape, rockanroleando
La versión del rock’roll qu enos brindan los hermanos Zapatilla resulta didáctica y algo edulcorada, pero a entusiasmo no les gana nadie. Escobar los dibuja en el Pulgarcito 1591 (de fecha 30 de octubre de 1961) entregados al frenético ritmo rockero con verdadero frenesí, pero atemperando el desmelene con una carga paternal y docente que hace entrar en vereda cualquier atisbo de desenfreno. Su interpretación del bailable rock (con letra y música del maestro don Pantuflo Zapatilla) fue de las ovacionadas del festival y es que el gran público siempre se pirra por las monerías infantiles, claro que, en este caso, hay que reconocer que estos chicos, con su entrega, resultan enternecedores.
Bautista
El alopécico fámulo dibujado por Sanchís a quien ya se dedicaron algunos párrafos en una entrada anterior, toma la guitarra y se arranca con una versión de “Moliendo café” que provoca la consiguiente zozobra en su señor. La rígida circunspección de un mayordomo se descompone totalmente cuando da rienda suelta a sus apetencias sonoras y canta desaforado, abriendo mucho la boca y cerrando los ojos, esta canción que trajo a España el mexicano Javier Solís, cargada de tardes que languidecen y de cafeína, con música del maestro Blanco y letra de José Manzo. Se pudo ver en el Tio Vivo 86 de la segunda época, de fecha 29 de octubre de 1962.
OlivioUno de los éxitos mayores de eso que dio en llamarse “Canción del verano” fue “Un rayo de sol”, la pegajosísima tonada hábilmente producida por Tony Ronald y compuesta por su bajista, Amado Jaen, que el grupo “Los Diablos” lanzó el estío de 1970 y que los puso en lo más alto de las listas de ventas. En la primavera siguiente, concretamente, en el Mortadelo número 21 (de fecha 19 de abril de 1971), Olivio todavía tiene en la cabeza este éxito de la música chicle y se lanza a interpretar en la soledad del campo, una animada versión. Olivio, en su actuación, representa a la figura universal del trabajador que se distrae en el desarrollo de su labor, una de las utilidades más nobles del arte musical.
Vicente el dependiente Jaume Rovira dibuja como nadie la jovialidad, ese estado de ánimo que hace la vida fácil de vivir y los lectores se lo agradeceremos siempre. Sus personajes, preferentemente jóvenes y con ganas de divertirse, se ponen a cantar con facilidad y a la menor ocasión. En la viñeta del extra de Primavera de Din Dan de 1973, el dependiente Vicente utiliza la música como medio para celebrar el feliz hallazgo de una buena idea (en este caso concreto, para crear un slogan para los almacenes), algo que, según parece, el propio dibujante solía hacer. El tema elegido, el clásico contemporáneo “American pie” , de Don McLean, publicado en 1972.
PepitoEl sobrino de Rigoberto interpreta un solo de bombo, un arte difícil de apreciar por el gran público y que, desde luego, su tío no sabe apreciar. Responde el niño al deseo innato de todo humano de dominar un instrumento musical. De entre todos los instrumentos, son los de percusión los más primitivos y, por tanto, los más apropiados para satisfacer tan atávicos impulsos. El caso es que Luisito, como percusionista, representa a un tipo de músico muy especial. En todos los grupos, el batería es el elemento singular, el individuo peculiar. Algo así como el portero en los deportes de equipo. La escalofriante escena se produjo en el Pulgarcito 1862, de 9 de enero de 1967.
UsurioCon una versión castellana de “La vie en rose”, la inmortal canción de 1942 que popularizara mundialmente Edith Piaf (con letra de la propia cantante y música de Louigy ), saltó al escenario Don Usurio, el personaje de Marz Schmidt que fue menguando de tamaño en sucesivas historietas hasta quedar reducido al estándar de hombrecito brugueriano. En la historieta reproducida (Pulgarcito 194, de marzo de 1951) , Don Usurio ha visto en la práctica del recital callejero una vía de acopio de riquezas, cosa que, naturalmente, le resulta un chasco completo. El bueno de Don Usurio canta con un estilo aún más desaforado que el de Bautista y dobla su menudo cuerpo en un arco que facilita la salida del chorro de voz. Las notas salen de su boca despedidas como fuegos de artificio y el éxito cosechado en la historieta era igualmente artificial. En el Rafael González, en cambio, tuvo muy buena acogida.
Agamenón
Agamenón hizo (muy adecuadamente, dado el ambiente rural del número) una interpretación del tema “If I were a rich man”, extraído del musical de Broadway de Jerry Bock y Sheldon Harnick, con libreto de Joseph Stein “Fiddler on the roof”, estrenado en septiembre de 1964 y popularizado mundialmente por la multioscarizada película de Norman Jewison del mismo título estrenada en 1971. Agamenón sucede a Zero Mostel (que estrenó el espectáculo en el escenario), a Topol (que lo continuó y protagonizó la película) y a nuestro Antonio Garisa (que hizo la versión para los escenarios españoles, grabó un disco y protagonizó una serie televisiva con el tema) en esta adaptación que se publicó en el Súper Tio Vivo número 81 (de fecha 13 de agosto de 1979). Y si bien el mozo no consigue ver realizado el sueño expresado en su canción, logra que llueva en Villamulos, lo que no es moco de pavo.
Carpanta, contrabajoLa participación del inefable Carpanta en el festival consistió en la escenificación de su historieta del Pulgarcito 1127, de noviembre de 1952, en la que se unía junto con su amigo Protasio a una orquesta como contrabajo.
Tal peripecia le permitió a Escobar ofrecer un recital de chistes a propósito del lenguaje musical, tales como el relativo a un sostenido “que está a punto de caerse”, o a la necesidad de llevar gafas ahumadas por “estar tocando en clave de sol”. Como Carpanta pasa frío a causa de las corrientes de aire que se establecen debido a la numerosa presencia de instrumentos de viento, termina tocando el contrabajo desde dentro.
Gratuitas consideraciones finales
Esta vida ingrata, absurda y majadera que nos trata con tan poco respeto y que nos sume en la perplejidad con tanta frecuencia por su insensata crueldad sería insoportable sin los tebeos y sin la música. Por eso nos ha hecho tan felices organizar este festival y esperamos que hayan disfrutado de este resumen. Muchos personajes se han quedado en la recámara, como este Pitagorín y su amiguito Pepito que daban un toque eléctrico a los villancicos en el Almanaque de Pulgarcito para 1968, pero es que esto ya se está alargando demasiado... ¡Hasta la próxima, amigos de Lady Filstrup! Aquí termina el Primer Festival Brugera del Día Europeo de la Música! Sigan leyendo tebeos y escuchando música. Son de las pocas cosas que se pueden hacer y disfrutar simultáneamente.